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El padre de Penny sigue con la mirada fija en mí, y por momentos vuelve la vista hacia ella, intentando romper el silencio con una conversación casual. "Hola, hija, ¿cómo has estado?" Su voz es suave, pero Penny no responde de inmediato; está buscando algo, enfocada en sus pensamientos.

"¿Cómo estuvo tu fiesta?", insiste él, y Penny se queda callada, pensativa. Finalmente, murmura: "Fue... estuvo bien." Hace una pausa, y luego añade con un tono algo distante, "La señora Forester se encargó de encender las velas y me ayudó a limpiar todo."

El padre asiente, esbozando una sonrisa leve. "Genial. Se nota que esa mujer te quiere mucho."Penny baja la mirada. "Lo sé," susurra, "es... es como una madre." Su atención se desplaza hacia una foto que tiene en su cuarto: es una imagen de Penny, de más pequeña, abrazada a su madre. Recuerdo bien que Penny me contó que esa foto fue tomada solo un mes antes de que me adoptaran. La última vez que Penny vio a su madre. Desde que enfermó de cáncer, todo había cambiado para ella. Y aunque su padre trató de ser fuerte, fue entonces cuando me permitió entrar en su vida. Él sabía que solo yo podría ayudarla a superar la pérdida.

El padre de Penny se acerca a ella y le pone una mano en el hombro, suspirando. "De veras, siento no haber estado en tu cumpleaños," dice, y su voz tiene un matiz de arrepentimiento que parece sincero.

Penny, tratando de sonar fuerte, responde: "No hay problema, sé que lo haces porque me quieres."

Él la observa por un momento, y con un tono algo triste responde: "Hago lo que puedo, Penny. Pero me gustaría que entiendas que no siempre voy a estar ahí. Por eso es que debes aprender que, a veces, es mejor estar sola."

"Sí, pero... desde que murió mamá, solo te he visto trabajar," murmura Penny, con un tono que mezcla el dolor con la frustración.

El padre suspira de nuevo. "Es algo importante."

"Sí," dice Penny, con algo de incomodidad, "pero nunca me has dicho en qué trabajas, ni quién es tu jefe, ni siquiera si lo que haces es para el bien del ambiente, o..." Antes de que pueda terminar, él la interrumpe, colocándole una mano en el hombro. "Solo es un trabajo, Penny. No tienes de qué preocuparte."

Ella baja la mirada, un tanto decepcionada, y él, notando el dolor en sus ojos, la toma suavemente entre sus brazos. "Créeme, todo va a estar bien. Pero por ahora, lo importante es que recuerdes una cosa."

Se inclina hacia ella y, mirándola a los ojos, le dice con suavidad: "Yo te amo."

Penny lo abraza, y aunque algo de su tristeza se desvanece, aún queda en su expresión un rastro de incomodidad. "Espero que disfrutes tu regalo de cumpleaños," murmura antes de soltarla.

Sin decir más, el padre de Penny se retira, y ella se queda sola en su cuarto. La observo en silencio, comprendiendo que para ella, la distancia de su padre pesa más que cualquier regalo que pudiera recibir.

En ese momento, una sensación de inquietud se apodera de mí, un presentimiento que no puedo explicar. "¿Quién diría," pienso, observando a Penny con tristeza, "que esa sería la última vez que vería a su padre en casa?"

Te protegeréWhere stories live. Discover now