Capitulo 1.

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Ahí estaba Tn, un joven que había llevado una vida común y corriente hasta que su muerte llegó de manera sorprendentemente valiente y misteriosa. Ahora, se encontraba suspendido en el limbo, un espacio indefinido y etéreo, sin la más mínima idea de si estaba realmente muerto o si aquel lugar dorado y resplandeciente era el cielo o el infierno.

Tn: : Entonces, morí... me imaginaba el cielo de otra forma... no lo sé.

Reflexionó para sí mismo, mientras su ser flotaba en aquel vasto vacío, rodeado de destellos dorados que parecían ondular en el aire.

De repente, una voz profunda y resonante lo sacó de su ensimismamiento.

???: Hola, humano.

Dijo la voz, que parecía provenir de todas partes y de ninguna al mismo tiempo. Tn, sobresaltado, giró rápidamente para encontrarse con una presencia titánica. Ante él, se erguía una figura imponente, una entidad gigantesca compuesta de galaxias en rotación y universos en expansión.

Tn se quedó anonadado; su mente, atrapada en un estado de shock abrumador, lo dejó incapaz de articular emoción alguna, mientras sus ojos intentaban asimilar la majestuosidad cósmica que tenía ante sí

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Tn se quedó anonadado; su mente, atrapada en un estado de shock abrumador, lo dejó incapaz de articular emoción alguna, mientras sus ojos intentaban asimilar la majestuosidad cósmica que tenía ante sí.

Tn, aún perplejo por la inmensidad de la figura frente a él, reunió el valor suficiente para formular una pregunta que le quemaba en la mente.

Tn: ¿Eres Dios?.

Inquirió, con una voz que apenas ocultaba su incertidumbre. La entidad, sin pronunciar palabra, negó lentamente con la cabeza.

Vigilante: No soy Dios... Soy el Vigilante, encargado de observar las dimensiones de todos los universos posibles.

Sorprendido por la respuesta, Tn intentó procesar la información.

Tn: ¿Qué me va a pasar ahora?.

Preguntó, su mente todavía tambaleándose entre el asombro y la confusión. El Vigilante, con un tono que no admitía discusión, respondió.

Vigilante: Vas a reencarnar en un mundo completamente diferente, en un cuerpo aleatorio.

Su afirmación fue directa y sin adornos, dejando a Tn con una mezcla de incertidumbre y curiosidad. Inquieto y buscando respuestas, Tn preguntó lo que más le inquietaba.

Tn: ¿Cómo fue que morí?.

Sin embargo, el Vigilante sólo pudo ofrecer un leve encogimiento de hombros, mostrando que ni siquiera él tenía esa respuesta. La falta de conocimiento sobre su propia muerte desconcertó tanto a Tn como al Vigilante, dejando a ambos en un estado de confusión compartida. Sin embargo, la posibilidad de una segunda oportunidad empezó a tomar forma en la mente de Tn.

Tn: ¿Dónde voy a reencarnar?.

Continuó Tn, con una chispa de esperanza en medio de su desconcierto. El Vigilante, con una calma inmutable, respondió.

Vigilante: Reencarnarás en el infierno.

La respuesta del Vigilante era clara y definitiva, dejando a Tn con una mezcla de sorpresa y aceptación, mientras comenzaba a asimilar el nuevo capítulo que estaba a punto de comenzar en su existencia.

El Vigilante, con su presencia imponente, comenzó a realizar un meticuloso análisis del cuerpo etéreo de Tn. Sus ojos, vastos como galaxias, se enfocaban con intensidad mientras procesaba los datos sobre Tn, evaluando cada aspecto de su ser.

Tn, por su parte, se sentía intranquilo, inquieto por saber en qué cuerpo reencarnaría, pero sin recibir respuesta inmediata de la entidad cósmica.

Con el análisis completado, el Vigilante levantó una mano y, con un simple chasquido de sus dedos, el espacio alrededor de Tn se llenó de un torrente abrumador de letras y símbolos. Era como si el propio tejido del universo se hubiera desplegado ante él.

Vigilante: Tendrás tres habilidades. Elige sabiamente.

Tn, rodeado por aquel torbellino de posibilidades, comenzó a buscar entre las habilidades ofrecidas. La primera que llamó su atención fue “Absorber”, que prometía la capacidad de drenar energía vital.

La segunda opción era “Regeneración infinita”, una habilidad que le permitiría recuperarse de cualquier herida automáticamente, sin límites.

Finalmente, encontró “Disparo dimensional”, una habilidad que le otorgaría una velocidad tan prodigiosa que podría desgarrar una dimensión con su movimiento.

Consciente de la importancia de su elección, Tn meditó sobre las implicaciones de cada habilidad, sabiendo que su decisión definiría su nueva existencia en el infierno.

El Vigilante, observando a Tn con una mirada que parecía penetrar en lo más profundo de su ser, preguntó con voz firme y sin atisbo de duda.

Vigilante: ¿Estás listo para reencarnar?.

Tn, comprendiendo que esta era su segunda oportunidad, asintió con la cabeza. Había tomado su decisión, y aunque el destino que le aguardaba era incierto, estaba resuelto a enfrentar lo que viniera.

Con la confirmación de Tn, el Vigilante levantó nuevamente su mano y chasqueó los dedos. Al instante, un gigantesco portal en forma de reloj apareció sobre Tn, sus engranajes girando lentamente mientras emitía un brillo dorado. Sin previo aviso, el portal comenzó a absorber a Tn, envolviéndolo en una corriente que lo arrastraba inevitablemente hacia su destino.

En un suspiro, Tn fue llevado a través del portal, sintiendo cómo el tiempo y el espacio se desdibujaban a su alrededor. Su viaje hacia el infierno había comenzado, y con él, una nueva etapa en su existencia. El Vigilante permaneció impasible, observando cómo Tn desaparecía en el flujo del tiempo y el destino, su labor cumplida una vez más.

Continuara...

𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐋𝐎𝐂𝐈𝐃𝐀𝐃/// Hazbin Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora