𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐋𝐎𝐂𝐈𝐃𝐀𝐃/// Hazbin Hotel

Capitulo 2.

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Tn despertó lentamente de su extraño sopor, parpadeando mientras sus ojos se ajustaban a la penumbra de un callejón. Al incorporarse, se dio cuenta de que su ropa era diferente, y no solo eso, sino que su cuerpo había cambiado por completo.

Intrigado y algo desconcertado, caminó por el callejón hasta encontrar un espejo roto. Al mirarse, descubrió que el reflejo no era el suyo; estaba en el cuerpo de Okarun de "Dandadan", pero en su forma turbo.

Su cabello ahora era blanco y parecía arder con una energía intensa. Dos gruesas rayas verticales cruzaban sus ojos y una notable máscara de mandíbula oscura, equipada con múltiples dientes, adornaba su rostro.

Tn: ¿Qué rayos?.

Se preguntó a sí mismo, tocándose la cara repetidamente para confirmar que ese nuevo rostro era realmente el suyo. Con un suspiro, la máscara que cubría su boca se deslizó hacia un lado, como si respondiera a su pensamiento.

Experimentando con esta nueva capacidad, descubrió que podía hacer desaparecer la máscara a voluntad. Decidió mantenerla desactivada por el momento, considerando que no había necesidad de pelea o confrontación inmediata.

Tn salió del callejón y se adentró en las calles del nuevo mundo que ahora era su hogar: el infierno. A su alrededor, un variopinto desfile de demonios se movía con naturalidad. Cuando pasó cerca de algunos, estos lo miraron brevemente antes de seguir su camino, asumiendo que era uno de los suyos. Con su nueva apariencia, Tn realmente encajaba más como un demonio que como un humano.

Tn: *Suspiro* Bueno, veamos qué puedo hacer en este nuevo mundo, por así decirlo.

Murmuró para sí mismo mientras caminaba por las calles, observando los contrastes entre los altos y lujosos edificios y los departamentos deteriorados.

Tn: Bueno, qué más se puede esperar del infierno.

Pensó mientras se perdía en sus pensamientos. Su distracción lo llevó a tropezar con un grupo de demonios robustos, claramente ebrios. Uno de ellos, con un aliento que olía a azufre y alcohol, comenzó a insultarlo con voz ronca y agresiva.

Dominio 1: ¡Mira por dónde caminas, idiota!.

Gritó, sus ojos inyectados en sangre centelleando con irritación. Tn, intentando evitar un conflicto innecesario, se disculpó rápidamente.

Tn: Lo siento, no fue mi intención.

Dijo con tono conciliador. Pero sus palabras cayeron en oídos sordos, ya que los demonios, en su estado de embriaguez, no estaban interesados en aceptar disculpas. Los insultos continuaron, y Tn se encontró en una situación incómoda, rodeado por un trío de demonios que no parecían tener intenciones de dejarlo ir fácilmente.

Uno de los demonios borrachos, con una sonrisa burlona, se acercó aún más a Tn y comenzó a juguetear con sus cabellos encendidos y blancos.

El gesto, aunque aparentemente inofensivo, comenzó a irritar a Tn. A pesar de su incomodidad, intentó mantenerse tranquilo, consciente de que un conflicto en ese momento no sería ideal.

Sin embargo, la situación empeoró cuando otro de los demonios decidió verter su cerveza sobre el rostro de Tn, riendo mientras lo hacía. El líquido espumoso corrió por su cara, y en ese instante, Tn sintió que se había cruzado una línea. Fue la gota que derramó el vaso.

Con un movimiento casi instintivo, Tn apretó el puño y lanzó un golpe velozmente hacia el demonio que lo había empapado. La rapidez del impacto fue tal que ninguno de los presentes pudo siquiera ver el movimiento.

El demonio cayó al suelo, inconsciente, ante la mirada atónita de sus compañeros y de Tn mismo, quien no había anticipado la magnitud de su propia fuerza en aquel nuevo cuerpo.

El aire se llenó de un silencio tenso, mientras los demonios restantes retrocedían, sorprendidos tanto por la velocidad del ataque como por el repentino cambio en la dinámica del encuentro. Tn, por su parte, se tomó un momento para evaluar la situación, consciente de que su vida en este nuevo mundo podría estar llena de desafíos inesperados.

Los dos demonios restantes, aún aturdidos por la repentina caída de su compañero, decidieron atacar a Tn. Con un gruñido de ira, se lanzaron hacia él con la intención de derribarlo. Sin embargo, Tn, ahora más consciente de sus nuevas habilidades, reaccionó instintivamente.

Cada golpe que los demonios intentaban conectar era esquivado con una facilidad sorprendente. Tn se movía con una velocidad y agilidad que lo sorprendían incluso a él mismo. Era como si su cuerpo actuara por sí solo, anticipando cada ataque y respondiendo con movimientos precisos y fluidos.

Los demonios, frustrados por no poder alcanzar su objetivo, intensificaron sus ataques. Pero Tn, cada vez más adaptado a sus nuevas capacidades, continuó esquivando cada embestida. Sus movimientos eran un reflejo de la velocidad que su nuevo cuerpo le otorgaba, y la confianza en sus habilidades comenzaba a crecer.

La pelea, aunque breve, fue contundente. Los demonios, incapaces de conectar un golpe, se detuvieron, jadeando y reconociendo que estaban superados. Tn, por su parte, se mantuvo en guardia, evaluando el resultado de la confrontación y comprendiendo que este nuevo mundo requeriría de toda su astucia y habilidad para sobrevivir.

...

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Una hora después del enfrentamiento, Tn continuaba explorando el paisaje infernal, saltando de un edificio a otro con agilidad y precisión. Cada salto lo impulsaba más lejos, pero aún no tenía un destino claro en mente. El nuevo cuerpo que habitaba le proporcionaba una facilidad de movimiento que no dejaba de sorprenderlo.

Decidió que era momento de probar los límites de su velocidad. Al detenerse en lo alto de un edificio, tomó un instante para concentrarse, sintiendo la energía latente en su interior. El bullicio del infierno continuaba abajo, un ruido de fondo que parecía distante y ajeno.

Tn: Máxima velocidad.

Pronunció con determinación, como si con esas palabras pudiera liberar todo su potencial. En un abrir y cerrar de ojos, Tn se lanzó hacia adelante, transformándose en un rayo rojo que atravesaba el aire con una fuerza descomunal. La velocidad fue tal que el edificio sobre el que estaba se desmoronó, incapaz de soportar la explosión de energía.

Mientras se desplazaba, su velocidad lo convertía en un destello apenas visible, un borrón rojo que cruzaba el paisaje infernal a una velocidad inimaginable.

El mundo a su alrededor se convirtió en un borrón indistinto, y Tn se dio cuenta de que había alcanzado un nivel de velocidad que desafiaba toda lógica. Esta habilidad, comprendió, no era solo un medio de transporte, sino una parte esencial de su nueva identidad en este mundo caótico.

Continuara...