Hace una semana que mis padres me convencieron para abandonar la isla y me arrastraron de vuelta a la casa en la que crecí. Este lugar está manchado de recuerdos. Habitaciones que guardan emociones que perduran del pasado. No he estado aquí desde que cumplí dieciocho años.
Vago por los pasillos o me escondo en la habitación de Mark. Han limpiado su habitación, pero no han tocado nada más. Está mohosa y ya no huele a adolescencia, pero sigue siendo suya, mientras que en mi habitación no hay rastro de mi existencia.
Me acuesto en su cama y miro la piscina por la ventana. Pasábamos tanto tiempo ahí fuera, con la piel siempre bronceada y brillante, riendo y tonteando. Incluso cuando nos peleábamos, nunca pasábamos más de una o dos horas sin hablarnos. Zee siempre aparecía, nos pedía jugar a algo o nos metía comida en la boca, y se nos pasaba. Todos mis recuerdos incluyen a Zee y Mark.
¿Cómo sigues adelante cuando todo lo que conoces está impregnado de gente que no puedes tener?
Al menos ahora estoy casi entumecido, el borbotón de mi corazón siendo arrancado de mi pecho se ha reducido a un goteo.
¿No debería haber una marca física en mi piel? El dolor es tan agudo que debería poder verlo.
—Maldita sea, NuNew —suelta mamá irritada. —Deja de manchar la memoria de tu hermano con tus idioteces.
Con un pesado suspiro, fuerzo mi cuerpo a moverse y salgo de la única habitación que me queda un poco cómoda. Mi habitación ya no es mía. Odio todo lo que hay aquí. El color de las paredes, el juego de cama blanco y la decoración violeta. Es impersonal. Ninguna parte de mi vida está aquí. No hay pruebas de un niño creciendo entre estas paredes. No hay historia que contar. Me han borrado.
No debería sorprenderme, ya que yo fui la decepción desde el principio.
Me tumbo de espaldas y miro al techo. Ojalá pudiera no sentir nada. Mis malditas emociones son tan fuertes que me asfixian. Entumecerme es mucho más fácil.
Mi cabeza da vueltas a recuerdos de Zee, envuelto en su calor. Durante esos pocos días, estuve a salvo. Sabía que esto iba a pasar, pero intenté con todas mis fuerzas dejar que pasara. Ahora mi teléfono está muerto, no sé dónde está mi ordenador, y no tengo el poder del cerebro para preocuparme tampoco. Una vez más, vuelvo a estar en modo supervivencia, donde lo único que siento es rabia. ¿Por qué no puedo irme a casa? ¿Por qué tengo que sufrir aquí, en esta puta casa donde los recuerdos me estrangulan?
Al incorporarme, una furia como nunca había sentido se apodera de mi cuerpo hasta que mis manos se aprietan y mi visión se nubla. Agarro la lámpara de la mesilla, arranco el cable de la pared y la arrojo con todas mis fuerzas al otro lado de la habitación. Se estrella contra la pared con un ruido sordo y la bombilla cae al suelo. Cojo un puto dibujo de flores enmarcado y lo tiro también, gritando. El único sonido que oigo son los latidos de mi corazón.
Herido y furioso, y sin forma de desahogarme, destruyo la habitación. Utilizo todo lo que no está clavado como arma para purgar el dolor que hierve en mi interior.
La puerta se abre y me doy la vuelta, con una de las lámparas aún en la mano como un bate. Jadeando y con lágrimas cayendo por mi cara, miro fijamente a mi madre. Inspecciona los daños y abre la boca, pero la interrumpo.
—¡Cállate! —le grito. le grito. —Te odio. Odio este sitio. No me merezco esto.
Golpeo con la lámpara el espejo que hay encima de la cómoda y el cristal se hace añicos.
—No me quieres; nunca me has querido. Me merezco algo mucho mejor que tú. —Lanzo la lámpara al otro lado de la habitación y doy un paso hacia ella. —Nunca nos quisiste. Éramos un accesorio en esa historia de mierda que llamas vida. Después de la muerte de Mark, hiciste como si yo no existiera. Lo pusiste en un puto pedestal que yo nunca podré alcanzar, ¡y ya no lo intentaré más! ¿Por qué me tuviste?
![](https://img.wattpad.com/cover/379843955-288-k599644.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Roto 💔
Fiksi PenggemarRoto es un romance MM, con un poco de perversión. Una historia con una desesperada necesidad de amor.