Te volvería a elegir mil veces más.

Te has ido, y yo...

El club del serrucho: [grupo de whatsapp con mis amigas de Burgos]

Val: Tía, me alegro que flipas por ti, de verdad,¿qué tal la experiencia? ¿Igual de dolorosa que la de Paloma? Esperemos que esta vez no tanto jejeje.

Lidia: Demasiado pronto para mi gusto, pero si estáis bien y sois felices, a por todas Marti😘

Paloma: Otra que se une a mi club💪🏽💪🏽 Enhorabuena peque!

Ana: Joe, todas aquí haciéndolo, la próxima... ¡Soy yo con Pedro!-Pedro era el nuevo novio de Ana, aunque llevaban toda la vida gustándose, ninguno hacia nada, pero al final... Han terminado juntos, menos mal.

Catalina y Katia(dijeron exactamente lo mismo): Ala tía, ¡qué bien!. Durad eh, durad. 😘

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Estas fueron las reacciones de todas mis amigas a lo que pasó con Dani, a Natalia todavía no le he contado nada, prefiero en persona, ya que con ella tengo la oportunidad.

Es sábado.

Dani y Jesús se van mañana.

Todavía me acuerdo de lo que me dijo Dani, sus palabras se quedaron ahí, en mi corazón:

"Solo sufriré si tú no estás a mi lado. Si te vas, ya no me quedará nada más. Eres mi motivo, eres mi sonrisa. Te quiero".

Qué bonito es, joder. Pero no puedo evitar estar enfadada, no me lo había dicho, tío, qué rabia.

Hablo a Jesús.

-Hola Jesusito, ¿a qué hora os vais mañana?

-Buenas, Martinita. Salimos de casa a las 9. El avión sale a las 11:30, pero tenemos que facturar y todo ese rollo.-desde que le empecé a llamar Jesusito, me he quedado con Martinita...Cosas suyas.

-Qué pronto😂😂 ¿Tienes ganas?-de repente Jesús escribe y deja de escribir, se desconecta y vuelve a empezar de nuevo.

-¿Por qué me hablas en singular, Martina?-me ha llamado Martina, mal.-¿No piensas ir a despedirte de nosotros en el aeropuerto? Mi hermano no se merece eso, él no.

-Jesús, no voy a poder ir al aeropuerto. Si veo que Dani se va me romperé allí mismo. Piensas que soy la más fuerte, y no, soy débil. Mucho.

-Perdona Martina, no quería hablarte así. Mi hermano lo está pasando fatal.
-Le quiero, Jesús. Pero ahora mismo no se ni que decirle ni nada.

Jesús no contestó a ese mensaje. Y a los 5 minutos, Dani me habló.

-No me quiero ir peleado contigo, amor. Quiero estar bien contigo, antes de irme, durante y al volver estar todavía mejor si es que se puede. Te lo tenía que haber dicho pero tenía miedo, perdóname, anda.

-Dani... Perdóname tú a mi, he sido una niñata estúpida... Pero no sé cómo decírtelo. El aeropuerto va a ser demasiado para mi. Simplemente no voy a poder ir. No tengo fuerzas para ver como te vas sin poder retenerte.

-No te preocupes, de verdad. ¿Nos vemos hoy un ratito y nos despedimos? Aunque no me importaría que me retuvieras toda la vida a tu lado.

-Claro. En cuanto vuelvas te rentendré, seguro😘

-Solo tengo media hora porque tengo que hacer cosas con mi madre para tener todo lo del viaje listo. Pero será la mejor media hora de tu vida.

-Más te vale. A las 5 donde siempre.

-Ahí estaré. Te quiero😘

-Y yo a ti🙊

Es el mejor, pienso.

[...]

Las 5, toca ver a mi niño.

[....]

Ya he vuelto.

Ha sido increíble.

Dani y yo hemos reído, pero sobre todo nos hemos dejado claro nuestros sentimientos, nos queremos con locura y sinceridad. Queremos tenernos siempre, nos necesitamos y no nos da miedo reconocerlo. Tenemos ganas de que esto salga bien, y por eso nos ha costado tanto despedirnos... No nos hacemos a la idea de tener que estar un jodido mes entero sin vernos

[...]

Ocho de la mañana. Me he puesto el despertador para ir a casa de los gemelos.

Ellos no lo saben, simplemente es mi forma de despedirme sin ir al aeropuerto, porque si ellos me ven no podré decir ni hacer nada.

Me limitaré a verles sentada desde un banco abandonar su casa.

De hecho es lo que estoy haciendo. Son las 9 menos cinco y yo estoy sentada allí, esperando a que salgan.

Salen.

Van en un Audi con los cristales tintados.

Veo como el coche se aleja. Ya se ha ido, pienso.

Volviendo a casa no puedo evitar ponerme a llorar como una loca, seguir andando con la cabeza agachada mientras las lágrimas se van deslizando por mis mejillas; pero antes de seguir andando alguien me detiene, agarrándome de la cintura, su olor me mata.

Ya sé quien es antes de que diga nada, pienso.

-Martina, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras?. Seguro que ha sido el cabrón de Dani; yo no dejaría que derramaras ni una puta lágrima por nadie, ni siquiera por mi.-mientras Luis pronunciaba esas palabras me acariciaba la cara con una mano y con la otra me agarraba de la cadera y me acercaba a él lentamente. Estábamos muy pegados el uno al otro.

Me abrazó.

Tan fuerte que podía sentir su respiración.

Estábamos pecho con pecho.

Supongo que Luis no pudo evitarlo, le miré para contestarle, porque me gusta mirar a la gente a los ojos cuando hablo con ellos, es de personas sinceras, dicen.

Entonces, Luis me agarró mucho más fuerte, me juntó más hacia él y se lanzó a besarme de nuevo, como había hecho días atrás.