Te volvería a elegir mil veces más.

Yo quiero a Dani.

Los lunes me cuesta salir de la cama una eternidad, en realidad adoro dormir y me cuesta todos los días, pero supongo que los lunes y con matemáticas a primera hora es normal.
Pero es que hoy no es otro lunes más.
Hoy Dani no está.
No le voy a ver en un mes y medio, es el primer día y ya, sabiendo que no le voy a poder ver tanto tiempo me está matando. No sé como voy a poder aguantar eso.

Encima tengo que ver a Luis... Cuando volvía de casa de los gemelos, necesitaba un abrazo, y Luis apreció allí por arte de magia y me lo dio como realmente lo necesitaba, el problema fue que también me besó.

¡¿Qué cojones me pasa con este chico!? Me quité, si que me quité, pero me costó mucho; el beso me gustó y no debería ser así, y ahora le tengo que ver y no se como reaccionar ante él, después de ese beso, salí corriendo muerta de miedo.

Madrid ha hecho de mi alguien diferente, porque sino no me lo explico.

En Burgos yo era la fea de mi grupo, la gordita que a todo el mundo le caía bien pero que nunca nadie prestaba más atención de la necesaria. Y ahora estoy aquí, teniendo como novio al mismísimo Daniel Oviedo Morilla, que teniendo a las chicas más guapas de todo Madrid detrás(del instituto), y el fandom a rebosar de chicas guapas por España, me eligió a mi.

Eso no es normal.

Luego está Luis.

Nunca os lo he descrito pero Luis también es un chico magnífico, en Francés me hacia reír un montón, era súper simpático y amable y siempre te daba su ayuda, además era guapo y tenía un físico impresionante. ¿Me gustaba también Luis? No. No puede ser. Yo quiero a Dani.

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Recreo.

Nat, Lucía y yo vamos andando por el pasillo. Son las únicas amigas que realmente he encontrado aquí, son unas niñas increíbles y encima sé que no me van a fallar, lo noto.

-Chicas, tengo que contaros algo.-noto como la voz me tiembla según pronuncio esas palabras.

-¿Y a qué estás esperando? ¡Suéltalo tía!-dice Nat, eufórica. Lucía se limita a sonreír y animarme con la cabeza a que lo cuente.

-El viernes, con todo lo que hizo Paula en el pasillo, que me fui y Dani vino detrás de mi al baño y eso.-Antes de que pueda seguir, Nat insulta a Paula, yo la corto.-Eso es lo de menos tía... Paula me da igual... El caso es que.-¡No sé qué decir! Trago saliva y...-Dani y yo lo hicimos en el baño.

Silencio. No se escucha nada mas. Mis amigas me miran y se miran entre ellas, asombradas, sin saber que decir. Pero es Lucía la primera en reaccionar.

-¿De verdad tía? ¡Enhorabuena! Como me alegro tía, en serio. Dani y tú sois súper cuquis y me encantáis, me alegro mucho.-me dio un beso en la mejilla muy fuerte y sonoro y no dejó de sonreír. Natalia estaba allí, sin decir nada.

Me abrazaba fuerte mientras decía.-¡No me lo puedo creer! ¡Geniaaaaaaaaal, tío!-y venga a abrazarme más fuerte. Cuando pude liberarme de Natalia, hablé con las dos.

-Prometedme que no vais a decir nada chicas, no quiero que nadie se entere. Sobre todo por respeto a Dani.

-¡A nadie!-gritaron al unísono.

Pero lo que yo no sabia es que en ese maldito baño alguien había escuchado toda nuestra conversación.

Sabían mi secreto más preciado y no dudarían en jugar con él ni un solo segundo.