Reencuentro

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Tanjiro seguía caminando por delante del grupo, camino hacia una posada cualquiera , pues las casas de glicinas hacían que Nezuko saliera corriendo.

Sin embargo, pronto se detuvieron abruptamente cuando notaron una presencia demoníaca cerca de allí. Tanjiro fue el primero en encaminarse hacia allá, notando claramente un cambio de olor cuando alguien se convertía en demonio, como cuando notó la transformación de su hermana.

- TANJIRO ESPERA - llamó Zenitsu mientras el e Inosuke corrían detrás de él.

El de cabello burdeo entonces tomó por sorpresa al demonio.... Tomioka.

Era el mismo haori, el mismo rostro salvo por unos ojos azules más brillantes, casi fosforescentes... Sin duda era el pilar del Agua.

- Tomioka San....- jadeó de sorpresa y felicidad, al verlo con vida - TOMIOKA SAN - corrió a abrazarlo, pero el demonio lo empujó.

Tanjiro se sorprendió del acto, mirando como un ceño de confusión surcaba el rostro del demonio.

Para Giyuu esto era muy incómodo, como cuando te confunden con otra persona o te saluda alguien que no recuerdas.

Pero cuando ese muchacho trató de abrazarlo, algo se puso en alerta sin darse cuenta, como si el simple hecho de ser abrazado por el supusiera una amenaza, un peligro.

El demonio sacó un trozo de papel y pluma y escribió.

¿Te conozco?

- Tomioka San, soy yo. Tanjiro Kamado. Nos salvaste a mí y a mí hermana - dijo con tono desesperado.

Sin embargo el de cabello azabache seguía en blanco.

- Tú me llevaste con tu maestro Urokodaki, le perdonaste la vida a mi hermana...- siguió contándole mientras se quitaba la mochila y dejaba salir a Nezuko.

La cual al divisar y reconocer al hombre, pequeñas lágrimas empezaban a salir de sus ojos rosas y corrió a abrazarlo mientras murmullos ininteligibles debido a la mordaza de bambú, que aún así se notaba que eran disculpas.

Ella llevaba arrastrando un sentimiento de culpabilidad enorme por lo que pasó en los castigos, de no ser por ella Tomioka no habría sufrido tanto.....

El mencionado solo se agachó a su altura y le pasó el pulgar para limpiarle las lágrimas.

Notando entonces que el también llevaba una mordaza igualita.

- Tomioka San, tú.... No has devorado a nadie ¿Verdad?- preguntó Tanjiro entusiasmado.

El demonio de pelo azabache negó con la cabeza.

- Ehm.... Tanjiro, no quiero interrumpir lo que sea que signifique este reencuentro, pero-

- VIENE EL PILAR RENKOGU - gritó el cabeza de jabalí.

Nezuko entonces se asustó y trepó de vuelta a su caja, cerrando la puerta con fuerza. Esa simple reacción le bastó al demonio para esconderse lo más lejos posible antes de su llegada.

Justo entonces apareció desde lejos el Pilar de la Llama.

- ¿Habéis cambiado de parecer en cuanto a la casa de glicinas o porque tanto alboroto?- preguntó sonriente.

- Ehm..... No gracias, simplemente nos confundimos con la ubicación.-

Kyojuro se les quedó mirando fijamente unos segundos, antes de asentir lentamente con la cabeza y volver sobre sus pasos.











Mientras tanto, Tomioka había podido acercarse a un criadero de aves y conseguir provisiones y agua para el viejo Kanzaburo.

Tambien se tomó la molestia de revisar si le había quedado alguna herida luego que ese tipo de pelo rosa lo lanzara tan agresivamente.

Pero de su mente no paraba de repetir ese encuentro. Preguntándose por ese muchacho pelirrojo con pendientes que parecía conocerlo, de la chica demonio con una mordaza similar que lloró nada más verlo.

Kokushibo no parecía haberlos mencionado, los únicos eran Sabito y Tsutako, pero ambos estaban muertos.

¿Entonces quién eran ellos?

¿Kokushibo sabía sobre ellos? ¿Y de ser así, porque no le contó sobre ellos?

¿Le ha estado ocultando cosas?

¿Porque?

Hablando del diablo, el demonio de tres pares de ojos se materializó en la habitación, todavía masticando un pedazo de carne humana.

- Giyuu, ya he vuelto - anuncio

Tomioka se giró a verlo, empezando a escribir frenéticamente una y otra vez en el papel, para después pasarle la hoja.

Kokushibo la leyó entera, llena de preguntas, rápidamente entendiendo lo que había pasado para que surgiera aquello.

- Giyuu - dijo tomándolo de los hombros - todo lo que te dijo el niño es verdad -

¿Cuando pensabas decírmelo?

- No voy a mentirte. Quería que los olvidarás y empezarás de nuevo -

¿Pero porque?

- Porque es por esos niños que perdiste la memoria y tuve que llevarte aquí. Créeme, no fue nada bonito, y es mejor que se quede enterrado en tu mente -

Tomioka tenía un ceño fruncido por la desconfianza.

- Por favor Giyuu, créeme -  pidió el demonio - te aseguro que es por tu bien -




Vengando A Gary (Continuación De Cuidando A Gary)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora