𝐓𝐡𝐞 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐞𝐧 𝐉𝐞𝐝𝐢 || Al morir el Rey de Onderon; no quedó nada más que coronar a su esposa, la reina Mila, con esto todo cambiaba, Mila estaba preocupada por su hija Moon, al ser mujer y ser la única heredera al trono decidió que lo mejor...
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—Porque piensas que te dejaré ir a curscant?— Preguntó la Reyna hacia Moon. Moon ya le había contado de que quería viajar a Curscant, pero no tenía una razón para ir.
—Pues... me gustaría pasar unas vacaciones ahí.— No sería mentira
—Si fueras de vacaciones sería para Alderaan, ahí está tu prometido.— Tenia razón, hacía ya años que no viajaba. Nunca había ido a Alderaan, Kyo siempre venía.
—Bueno; pensé que quizá Kyo quisiera venir; le pregunté y dijo que si, así que sería unas vacaciones lejos de casa, solo Kyo y yo; y claro que Jisul y Kaila. —Además de que Kyo mencionó que tenía que ir con Yoda.— Jisul casi no viajaba a Curscant, pero cuando iba era porque era importante.
—Es esto cierto Jisul?— Jisul le echo una mirada de enojo a Moon y respondió.
—Si majestad; toda tiene algo que platicar conmigo; estaría bien que llevara a Moon, para visitar y conocer; le prometo que la cuidaré.— Mila suspiro y con solo un asentimiento les dio una respuesta.
—Solo lo que sea necesario.— Moon sonrió feliz y corrió a abrazar a su madre.
—Veras que volveremos pronto.— Además de que era mentira; Jisul si quería ir a Curscant, hacía tiempo que ya quería que le otorgaran otra misión; y no era por Moon, le tenía cariño pero no quería tener apegos, y comenzaba a sentir uno con Kaila. Lo mejor sería no correr riesgos. —Bueno, Kyo llega esta noche así que prepararé mis maletas.— Moon se alejó con Kaila tras de ella.
—Me gustaría hablar de algo con usted majestad.— Jisul se quedó con Mila.
—Lo que sea, estoy libre.— Mila le hizo una seña a Jisul y ambos tomaron haciendo en una mesa cercana a ellos.
—Verá... eh tenido once años con Moon y estoy comenzando a tener un apego a Kaila, su dama de compañía y cómo ya sabe esto no es bueno para los Jedis; entonces quizá si voy a Curscant; exista la posibilidad que ya no regrese. — Mila asintió, ya había captado esas miradas entre Jisul y Kaila, pero no había mencionado nada.
—Lo entiendo Jisul; creer que si tú nos dejas, le otorgarán algún otro Jedi a mi hija?—
—Depende; todo el tiempo que yo estuve aquí; nunca estuvieron bajo ataque y Moon nunca pasó peligro, entonces, no veo necesario que tenga un Jedi. Además tiene miles de guardias en el palacio, todos entrenados para brindar seguridad a usted y a su hija.— Tenía razón, solo que Mila tenía la sensación de que en cualquier momento su hija no tendría protección.
