𝐓𝐡𝐞 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐞𝐧 𝐉𝐞𝐝𝐢 || Al morir el Rey de Onderon; no quedó nada más que coronar a su esposa, la reina Mila, con esto todo cambiaba, Mila estaba preocupada por su hija Moon, al ser mujer y ser la única heredera al trono decidió que lo mejor...
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Estando aquí era raro, me sentía fuera de lugar totalmente. Extrañaba mi planeta; Onderon.
Ahora casi nadie me llamaba Moon, si no Nala, mi segundo nombre; así si alguien escuchaba mi nombre no sabrían que era yo. Y aunque todos pensaban que estaba muerta más valía prevenir que lamentar.
Estaba en una depresión horrible; sentía que nunca tendría fin, pero Kaila y la hija de los Organa, Allena intentaban darme ánimos a pesar de mi mal estabilidad física. Sentía que ya nada tenía sentido alguno. Anakin había dejado un gran vacío en mi interior que sabía que ni con lo más valioso del universo podría llenarse, solo el. Extrañaba sus ojos, sus manos, si cuerpo junto al mío, extrañaba sus celos, su cabello, su actitud juguetona. Extrañaba todo de el. Breha Organa me contó que debería de seguir aquí; tenía la vida por delante y necesitaba ser feliz. Cómo demonios podría serlo sin el? Cómo? Tan solo me hubiera gustado darle un último abrazo.
—Moon, vamos a comer; hice un picnic afuera.— Allena intentaba siempre ser una luz para mi. —Si no le apuras en cinco minutos me comeré tus uvas.
—Ya voy.— Me levante de mi cama y me metí al baño; estos meses había estado durmiendo hasta tarde; al fin de cuentas ya no era reina, ni siquiera una princesa. No era nada.
—CINCO MINUTOS!!— Me gritó Allena desde el otro lado de la puerta.
—YA ESCUCHÉ! — Era de la misma edad que yo pero ella era un poco más juguetona al modo de que era infantil.
Gracias a el peligro que corrían los Organa, no salía; ellos habían echo un invernadero en el cual nadie tenía permitido entrar; ahí es donde Allena y yo pasábamos el rato. Kaila era más de quedarse a leer en la habitación, rara vez nos acompañaba. Nadie en el universo sabía de mi estancia aquí, Los únicos que sabían eran los Organa, Kaila, Yoda y Obi-Wan. Ellos eran más que suficiente para no estar en "peligro", sabía que si miraba a Darth Vader no podría respirar nunca más, llegaban rumores a los Organa que Allena me contaba sobre ellos, al parecer Vader usaba un traje negro con máscara y una voz diferente a la que tenía mi Ani. Me preguntaba si me llegara a topar con el en algún futuro me reconocería, sería el capaz de hacerlo?
—Ya estoy aquí.— Ya estaba ahí Allena comiendo cerezas en aquel hermoso invernadero, ya tenia todo el picnic echo.
—Al fin; oye, sabías que las cerezas pueden hacerte dormir? Bueno, no nomás así; tiene algo que hace que puedas dormir; nisiquiera se si es verdad.—
