Un año luego del secuestro
Mi teléfono no para de vibrar. Sé perfectamente quién me llama. He estado evitando sus llamadas desde que la noticia de la aparición de April se ha expandido hasta San Francisco.
Mi hermano Gabrielle nació estresado, vive estresado y morirá estresado. Es el hermano del medio y también mi más grande protector. No puedo hablar con él, porque si lo hago sé que lloraré, le diré que extraño casa y él me dirá que vuelva, y no puedo volver. Debo quedarme, debo hacer mi trabajo. Debo encontrar algo que ame. Así que bloqueo la pantalla del celular y me ato el cabello.
Ellie se pavonea por la cocina con gran felicidad. Su cabello rubio está sujeto en un peinado extraño que no termino de comprender. Se trata de dos trenzas en sus laterales, pero en vez de caer por sus hombros, éstas están enganchadas del final al inicio, creando dos aros bajo sus orejas donde posee aritos de mariposas.
Ella es extraña, pero en el buen sentido. Se viste y arregla como si se tratase de un hada del bosque, con accesorios y maquillajes no convencionales. Vestidos floreados y faldas largas. Medias estampadas y zapatos elegantes. Me agrada, parece ser la única aquí que no lee las noticias y, por lo tanto, no me mira como si en cualquier momento me fuese a romper.
— ¡Buenos días, Drea! —me saluda al pasar a mi lado.
Le regalo una sonrisa mientras preparo la cocina. Ordeno los platos limpios en la alacena junto a las tazas. Reviso la vidriera, donde los distintos tipos de croissants se exponen para los clientes.
Todo está en su lugar.
— ¡Jasper está aquí! —me susurró la albina.
Sonreí. Los últimos días se había vuelto algo habitual la presencia de aquel chico. Habían pasado cuatro días desde que nos vimos en la oficina de la madre de Sophia. Con la única que había hablado era con Bea; a las otras sólo les había reaccionado algunas historias de Instagram ocasionalmente.
Al llegar a la caja registradora, me envuelve una atmósfera de elegancia discreta y calidez acogedora. Los colores predominantes son un delicado rosa pastel y un verde menta suave, que combinan armoniosamente con el mármol blanco de las mesas y los bancos de madera de abedul. Las paredes están adornadas con papeles tapiz florales en tonos rosa y verde, creando un entorno que es a la vez vibrante y relajante.
El aroma es una mezcla tentadora de café recién hecho y croissants horneados. El dulce toque del azúcar se mezcla con un ligero matiz de vainilla y la frescura del pan recién salido del horno.
Los sonidos son suaves y acogedores: el murmullo de conversaciones animadas, el tintinear de tazas de porcelana y el susurro del molinillo de café. De vez en cuando, el repicar de un plato o el sonido de la leche espumosa cayendo en una taza añaden un ritmo sutil al ambiente.
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CUATRO DE NOSOTRAS © [SAGA: LAS CHICAS DE CHELSEA]
Подростковая литератураEn las profundidades de un oscuro sótano de West Side, cuatro jóvenes de Nueva York, Andrea, Beatrice, Catherine y Sophia, enfrentaron un trauma que las marcó para siempre. Tras ser rescatadas, sus nombres se convirtieron en titulares de noticias y...