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Recostada en el hombro de Crawford que se encontraba profundamente dormido me dedico a leer un libro mientras que mis ojos pican gracias a ese salado líquido que amenaza por salir.

- ¿Pasa algo?- la alterada voz de mi padre me hace dar un pequeño suspiro.

- ¿Qué?- cuestione confundida.

- ¿Pasa algo contigo cariño?, desde que despegamos sólo has estado ahí, sin moverte. Creo que tu hermano ha interactuando más conmigo que tú.

- Ohh- solté con un poco de sorpresa- es este tonto libro es tan bueno que quiero llorar.

- De acuerdo- un silencio al parecer muy incómodo para mi padre que se removió en su lugar nos invadió. El trataba de formar alguna clase de conversión pero, era incomodo no saber cómo comenzar- Hey, lindos zapatos- sonrió.

- Sí, tuve que rogarle a Ashley que me los comprará- rodé los ojos y aquel era completamente real.

- Sabes, hace unos días vi a Luke en L.A. y me dijo que tenía tantas ganas de verte sólo que, la gira los tiene muy ocupados- Mi mirada se intensificó ante mi preciado padre y una sonrisa sínica se formó en mis labios ¿cómo demonios podía ser posible que hasta mi padre adore a esa mutación de jirafa Hemmings?

- Claro, ¡yo también lo extraño!- Mi comentario aparte de ser un poco sarcástico también incluía verdad, demasiada verdad.

- Hemmings es mi favorito- soltó.

- ¿Eso es indirecta? digo, suena como si desearas que me casé con él.

- Eso sería buena idea- hablo sin mirarme- hey, tengo una pequeña sorpresas pero,- miro a Crawford que babea y susurraba cosas incoherente- ¿es normal eso?- me encogió de hombros.

- Así duerme el, ¿cuál es la sorpresa?

- Tienes que esperar a que Crawford despierte, no quiero repetir la sorpresa y que se arruine.

- Crawford está despierto- mentí obviamente.

- Eres una gran mentirosa- mi padre golpeó suavemente mi nariz para después depositar un beso en mi frente.

- ¡Papaaá!- alargue la frase- puedo asegurarte que este gorila está despierto- volvía a mentir.

- Solo...- la hermosa azafata apareció interrumpido a mi padre.

- Buenas tardes señor, ¿puedo ofrecerles algo?- mientras Mi padre y la azafata interactúan aproveche para darle un suave golpe a Crawford quien simplemente se quejó.

- Milá, ¿ocupas algo?

- Si- hable sobresaltada- quiero Emmm..., agua y dos mantas.

Una de las mantas la use para cubrir una parte del cuerpo inerte de Crawf que tiritaba de frío mientas que, la otra la use para tapar gran parte de mis piernas y brazos, no fue buena idea vestir con Short.

- Toma cariño, no quiero que te resfríes- Mi padre me tendió su chaqueta- y duerme que llegando a gran Bretaña, Londres no tendrás tiempo para hacerlo- tratando de darme una pista sobre la sorpresa habló mi padre.

- Woow, tus pistas son las mejores del mundo.

Luego de acomodarme en mi lugar por un par de segundos caí en un profundo sueño.

(...)

Un gran dolor en mi brazo provocó que abriera inmediatamente los ojos y lo primero que vi fue la cara de Crawford.

- Idiota- hable con enfado mientras me sobaba de ese pellizco que Crawf me proporciono.

- Mila, cuida ti vocabulario- gruño Mi padre.

- ¡Él tiene la culpa!

- Yo no hice nada, ella no se quería despertar y tuve que usar tu truco.

- basta de pelear, hacen que mi estomago pida comida a gritos- Papá coloco una mano en su estómago y comenzó a masajearlo. Cuando se lo propone es un poco raro.

- Yo también tengo habré se quejó Crawford.

- El mal Horan ataca justo en la madrugada- me burle.

Luego de bajar del avión, en la pista ya nos esperaban aproximadamente cuatro guardaespaldas que, seguramente Paul se encargó de conseguir.

- Camináremos por el área exclusiva hasta llegar al estacionamiento, De preferencia no paren, lo digo por ti Niall- Mark ordenaba aunque todos sabíamos que no habría más de veinte fanáticas esperando ahí afuera.

- Prometo no hacerlo esta vez.

El camino hasta el hotel fue lo más tranquilo posible, eso sin contar la salida del aeropuerto, ahí esperaban unas cuantas chicas nuestra llegada o, talvez la de mi padre en sí, también algunos paparazis se encontraban en el lugar y no dejaban de hacernos preguntas a los tres, claro, de eso viven.

- Buenas días, ¿tiene alguna habitación reservada?- hablo la chica de la recepción.

- Si, está a nombre de James Horan.

- Un momento Por favor- habló la chica- claro señor ya lo esperan, habitación 205 segunda planta. ¡Que tenga un buen día!- sonrió.

Mientras esperábamos a que el ascensor llegara hasta la segunda planta Papá nos dijo que podríamos dormir solo unas cuantas horas ya que más tarde iríamos de compras.

- ¿Por qué no quieres decirnos cuál es la sorpresa?, dijiste que esperarías a que Crawford despertara.

- ¿Por qué yo no sabía que había una sorpresa?

- Cállate Crawford- gruñí con enfado.

- Podrían guardar silencio, ¡los dos son insoportables juntos!- el rubio artificial que tenemos como padre frunció el ceño- ¿Si les digo la jodida sorpresa se callan?- mi hermoso mellizo asentó a la par que yo- hoy por la tarde, iremos a los american music awards y luego, ya por la noche luego de que termine el evento ustedes irán a una fiesta que el idiota de Tomlinson le autorizó a su adolescente hijo.

Nuestras caras eran de incredibilidad, ¡de verdad esto es fantástica!

- Luego- siguió hablando- mañana por la noche iremos a Irlanda con los abuelos Horan, ahí nos espera Ieva.

- También Lía- Hable segura.

- No- soltó luego de abrir la puerta de la pequeña suite

- ¿Qué?, ¿Por qué?

- ¡Ness!

- ¡Lía!- Grite al verla dentro de la suite.



Gracias por leer <3

Little Horan: Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora