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Recostada en mi cama observaba el blanco techo mientras que Luke acariciaba mi ahora platinada cabellera, ninguno de los dos hablaba, él solo se dedicaba a observarme como si quisiera descubrir lo que hay dentro de mi cabeza.
Hace tres semanas, luego de que Ashley y Tom me encontraran en mi habitación aquella noche, he estado asistiendo a psicoterapia donde me están ayudando a superar los indicios de fobia social que presentó y dos veces por semana asisto a terapia familiar donde el psiquiatra Roberts intenta hacernos interactuar como familia y no como desconocidos.

Kate la psicoterapeuta me sugirió asistir al grupo de apoyo al que ella atiende, la primera vez me fue un poco complicado integrarme ya que mi ansiedad, el hormigueo en mi cuerpo y las aceleraciones en mi corazón complicaban tanto las cosa al tratar de interactuar con las personas. También Kate me recomendó intentar con pequeños cambios en mi vida, cosas pequeñas que logren hacerme sentir bien como persona y me den la confianza de ser simplemente yo.

A mi punto de vista, siempre he sido una persona segura, realmente no me interesa lo que piensen de mí, pero el punto de vista de Kate es diferente, ella argumenta que yo simplemente he sido una marioneta para la sociedad, ellos me han moldeado a su gana y mi única defensa ante ello es la agresividad. Talvez ella tenga un poco de razón pero, talvez ella es la que está tratando de moldearme a su gusto.

Pensar e imaginar que todo a partir de ahora será diferente en mi vida hasta el grado de volverme vulnerable ante los ojos de las personas que poco a poco adquieren poder sobre mí, me hacía temer por mi integridad mental.

- ¿Quieres ver una película?- sugirió Luke. Lo observe por unos segundos- ¿quieres dar una vuelta por el parque?

- El clima es frio- susurre con voz ronca- creo que la película estaría bien.

- Arriba, trata de abrigarte bien- Luke se adelantó a la puerta de mi habitación para poder salir.

- Hey, creí que veríamos la película aquí en casa.

- No seas aburrida, disfruta de tu último fin de semana sin colegio.

- Disfruto estar en la sombra de mi habitación recostada mirando el blanco techo que adorna mi alrededor y consumir esos estupefacientes que me hacen volar.

- Me vuelves loco cada vez que ingieres tus estupefacientes- una sonrisa coqueta se asomó en su rostro- Literal, eres todo un caso que me vuelve loco.

- Hemmings, espero que te estés volviendo loco en el buen sentido porque, estar bromeando sobre el estado mental de los demás no es nada bueno.

- Yo no estoy bromeado, yo solo estoy diciendo lo que siento- Nuevamente se posó en la cama poniendo sus ojos azules sobre mí- ¿Te he dicho que ese color se ve genial en tu cabeza?

- Lo has repetido más de diez veces pero, aun así no vas a lograr sacarme de esta habitación.

- Si invitamos a Lía y Crawford, ¿podría convencerte?- cuestiono recostándose a mi lado derecho, haciéndonos quedar frente a frente. Pude observar nuevamente su rostro a la perfección, el rastro de su creciente barba y su cabello brutalmente alborotado provocaban un zoológico tamaño familiar queriendo salir de mi estómago.

 Pude observar nuevamente su rostro a la perfección, el rastro de su creciente barba y su cabello brutalmente alborotado provocaban un zoológico tamaño familiar queriendo salir de mi estómago

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2016 ⏰

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Little Horan: Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora