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(Maraton 1/3)

D E M O N S.

La mano de Luke reposaba suavemente en mis caderas mientras que la voz del inerte cuerpo de Crawford susurraba incoherencias y el reloj marcaba cuarto para las cinco. Desde que arribamos en la casa de Luke, luego de salir de la gran fiesta que se formó en la casa de Alice yo no he podido conciliar el sueño ya que muy en el fondo de mi alma me preocupaba el estado de ebriedad en el que se encontraba mi irresponsable hermano, aparte, el fuerte dolor de cabeza que me había inundado el cuerpo entero no me permitía conciliar el sueño.

Con sumo cuidado retire la mano de Luke de mi cadera, su tacto hacia que mi cuerpo se erizara. En silencio me incorpore hasta llegar al cuerpo de Crawf y susurrarle- debemos irnos- con suaves movimientos Crawford se despertó y me observo, sus pupilas se notaban terroríficamente dilatadas, eso provocaba en mi leves temblores que recorrían desde la punta de mi cabello hasta la punta de mis pies.

Luego de minutos, ya nos encontrábamos en el patio trasero de los Hemming, salir de esa tenebrosa casa había sido todo un lio considerando que Crawford era muy torpe para caminar y que se la pasaba canturreando miles de palabras incoherencias.

La madrugada me dio una bofetada pensándolo bien no era seguro salir a la calle a ata hora, todo era tan oscuro y tenebroso

Caminamos lentamente por la acera de la calle, era difícil hacer que Crawf aumentara su paso, lo que al menos me reconfortaba era saber que solo debíamos atravesar el parque y caminar solo una cuadra para esta en casa, solo una cuadra.

Las luces del parque eran tenues provocando que las oscuras sombras provenientes de los arbustos se volvieran razonablemente tétricas. Fugaces recuerdos de aquella fic recomendada por Lía vinieron a mí provocando en mi cuerpo un frio sentimiento, pequeñas convulsiones en mi interior.

El frio viento choco en nuestras espaldas, con desesperación jalone a Crawford para que así acelerara el paso. Mi respiración fue retenida unos minutos al percatarme delos rítmicos pasos que retumbaban en el asfalto, era obvio que alguien estaba tras nosotros y yo, por ningún motivo me detendría para saber quién era o que era lo que quería.

Al instante en el que nos adentramos a casa, solté un suspiro ahogado que había guardado desde ya bastante tiempo, sabia qué estábamos a salvo en casa, es decir, solo un loco se arriesgaría a ser descubierto dentro de una casa ajena. Con mucho esfuerzo ayude a Crawf a subir hasta su habitación, en todo el camino no había soltado una sola palabra, talvez su dolor de cabeza y sueño acumulado no se lo abrían permitido.

Mis pasos fueron apresurados y silenciosos hasta mi habitación, donde lo primero que hice fue cerrar la ventana con el pequeño cerrojo e intentar que no se volara ninguna clase de luz proveniente del exterior con mis cortinas guindas. Antes de desatar el nudo del pequeño listón que sostenía las cortinas pude notar como una tenebrosa silueta yacía observándome desde el otro lado de la calle, no pude observar el rostro de aquella persona, solo pude visualizar su silueta gracias a la tenue luz de los faroles que iluminaban la calle. Mis movimientos se hicieron al instante temblorosos y rápidos para quitar el listón que reposaba en las cortinas y dejarlas caer para que así, mi habitación se invadiera de una no tan tranquilizante oscuridad, sin importarme qué tipo de rota portaba me deje caer en la cama revolcándome entre las sabanas para así tapar por completo mi cuerpo, lo único que mis oídos captaban era mi acelerada respiración.

- Crawford- los gritos de Ashley me despertaron al instante, ni siquiera estaba segura de haber dormido esa noche-madrugada- Ya es hora- sus pasos resonaron por el corredor. En menos de lo pensado, la mujer irrumpió en mi habitación- Mila, cariño es hora- hablo. Desde el roce que tuvimos nadie ha vuelto a hablar del tema lo cual, me hace sentir un poco de comodidad, realmente no me es del tanto agradable recordad que mi madre me abandonó, tampoco es agradable estar discutiendo siempre por lo mismo, me es insoportable siendo realista- Cielos, ¡me asustaste!, ¿Estas despierta desde temprano?

Little Horan: Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora