En un reino envuelto en misterio y magia, una joven princesa se ve obligada a asumir el trono tras la repentina desaparición de su madre. Con una corona que pesa más de lo que jamás imaginó, Elena debe enfrentarse a intrigas palaciegas, traiciones y...
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Elena, Kael, Lady Isolde, Alaric y Liam regresaron a Eldoria después de su enfrentamiento con Malakar. Aunque habían logrado una victoria importante, sabían que la batalla no había terminado. Malakar era astuto y peligroso, y debían prepararse para su regreso.
Liam, aún recuperándose, se unió a Kael, Lady Isolde y Alaric para investigar más profundamente sobre Malakar y sus poderes. Sabían que necesitaban toda la información posible para estar listos para la próxima vez que se enfrentaran a él.
—Debemos encontrar cualquier pista que nos ayude a derrotarlo de una vez por todas,— dijo Kael, su voz llena de determinación.
—Estoy de acuerdo,— respondió Alaric. —No podemos permitir que nos tome por sorpresa otra vez.—
Mientras tanto, Elena, agotada por la batalla y las emociones del día, decidió retirarse a su habitación para descansar. Cuando abrió la puerta, se encontró con una sombra misteriosa sentada en una silla, esperándola.
Elena dio un paso atrás, sorprendida y asustada.
—¿Quién eres?— preguntó, su voz temblando ligeramente.
La sombra no respondió de inmediato. En lugar de eso, se levantó lentamente y se acercó a Elena. Antes de que ella pudiera reaccionar, la sombra extendió una mano y la sostuvo en el aire, evitando que cayera al suelo.
—No temas,— dijo la sombra con una voz suave y profunda. —No estoy aquí para hacerte daño.—
Elena, aún asustada pero curiosa, permitió que la sombra la llevara a su cama. Una vez que estuvo acostada, la sombra comenzó a hablar.
—He venido a advertirte sobre lo que podría pasar en un futuro no muy lejano,— dijo la sombra. —Malakar no ha sido derrotado por completo. Está planeando su regreso, y cuando lo haga, será más poderoso que nunca.—
Elena escuchaba atentamente, su corazón latiendo con fuerza.
—Debes estar preparada. Debes fortalecer tus habilidades y confiar en tus amigos. Solo así podrás enfrentarlo y proteger a tu reino.—
Elena asintió, sintiendo una mezcla de miedo y determinación.
—¿Quién eres?— preguntó. —¿Por qué me ayudas?—
La sombra se quedó en silencio por un momento antes de responder.
—Soy alguien que ha visto el sufrimiento que Malakar puede causar. No puedo permitir que destruya todo lo que amas.—
Elena quería saber más, pero antes de que pudiera hacer otra pregunta, la sombra comenzó a desvanecerse.
—Espera,— dijo Elena, su voz llena de urgencia. —Dime quién eres.—
Pero la sombra desapareció, dejando a Elena sola en su habitación. Se quedó en silencio por un momento, procesando lo que había sucedido. Sabía que debía prepararse para lo que venía, pero también sabía que no estaba sola. Con la ayuda de sus amigos y aliados, estaba decidida a enfrentar cualquier desafío que se presentara.
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