五条先生、お父さんですか！？ [ SATORU GOJO X LECTORA ]

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— Pasado —

¿por qué tenía que seguir?¿Por qué aún no se cansaba de ella? Si hacía lo que podía para aburrirlo, detestaba su insistencia y su necesidad de tenerla a su lado.

No podía más, Juraba que necesitaba irse de ahí cuanto antes. Sentía que sus energías se dispersaron al aire sin apenas hacer un mínimo esfuerzo.

Encontrándose sobre su colchón, con una mirada cansada al techo, los colores marrones de la madera eran llamativos. Sus brazos y piernas se encontraban extendidos, dispuestos a no permitirle el paso a nada ni a nadie.

 

Y como era de esperarse, el toqueteo de la madera no tardó en llegar. Siempre a la misma hora, No podía evitar pensar al saber quién era la persona detrás de esa puerta.

No quería escucharlo, no quería verlo. Aún insistía en no quererlo, Incluso si había pasado ya un mes. Incluso si las cosas habían mejorado un poco y lentamente la situación iba cambiando, Nada para ella resultaba distinto.

Asistiendo ahora a su segundo año como única estudiante, con satoru asistiendo al tercero y un niño al cual cuidar apenas hace unas semanas. T/N juró haber recordado en su vaga mente la anécdota que ahora no recordaba del menor, solo conociendo su nombre; Megumi.

 

—    T/N, ¿Estás ahí?.— Cuánto detestaba su voz, escucharlo completamente animado y feliz. Cómo si quisiera enseñarle el mundo y los colores que habían perdido sentido para ella. —¿T/N?.

 

Si pudiera cambiar su nombre, Su identidad, todo. Si al menos no hubiese hecho caso, no hubiese asistido a la escuela de Hechicería… su arrepentimiento era tanto que incluso no querer haber conocido a Suguru era similar al sentir de odio hacia satoru.

Con pesadez decidió obedecerle, ya harta de escucharlo seguir tocando la puerta y llamando a su nombre. Recibió su rostro feliz y animado, observándola como si esas ropas holgadas y esa expresión de cansancio fueran lo más bello del mundo.

Incluso era expresión de molestía, ese semblante que para satoru no era uno más que de alguien recién despertado. Acostumbrado a las conductas de conocidos incluyendo al niño.

Extendió sus brazos hacía ella, malhumorada se acercó no sin antes dudar tragando saliva. Aún seguía sintiendo ese cosquilleo en su estómago que le hacía querer vomitar.

Si las cosas fueran distintas, ¿Sería feliz? Sin duda ahora lo pensaba como un gran y exagerado “Si”.

¿Era Feliz?

—    Lo siento, ¿Te desperté?.— El cosquilleo al sentir sus labios sobre la corona de su cabeza le hizo reaccionar de una forma poco agradable.

Sin duda no, Era triste ver cómo Gojo daba lo mejor de sí para mantener la relación…

—    Si, Lo hiciste.— incluso su voz sonaba apagada, hacía un gran tiempo que resonaba de la misma forma y aunque no lo expresara, Satoru se percataba de ello y se preocupaba. — ¿Qué es lo que quieres?.— Preguntó.

 

—    T/N, ¿Te sientes bien?.

 

— Sí, solo es un pequeño malestar.

 

—    ¿Quieres que te compre algo?¿Chocolate?¿Comida?—.