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¿Superarla? ¿Que era eso? ¿Se comía? ¡Sería un tonto si era capaz de hacerlo! ¡Jamás se atrevería a hacerlo! Tan solo mirarla en su prudente distancia bastaba para subsistir ¿O era exageradamente alardeante decirlo de esa forma?.

La mujer que tenía a su vista era simplemente hermosa ante sus ojos, no solo físicamente. La había conocido el tiempo suficiente como para conectarse mentalmente y leerse mutuamente, saber que consideraba, que pensaba e incluso que movimientos eran capaces de hacer ante una situación. Era sorprendente ver cómo aún se comportaba en ciertas ocasiones cómo solo él lo haría.

Conocerla y convivir con ella había sido una aventura llena de nuevas experiencias y emociones, estaba tan aferrado a sus antiguos recuerdos que incluso su lado prudente comenzaba a fallar y deseaba volver a esos tiempos, dejaba de pensar en dejar el pasado en el pasado a “ sería divertido ir juntos ” incluyendo ahora a su hijo, imaginando momentos que consideraba su “futuro” cerca de ambos. Totalmente fuera de su realidad.

Su sonrisa suave que se había formado se borró en un instante, la emoción que sentía y hacia su corazón latir  frenéticamente poco a poco se volvió abrupto, su ligero pigmento carmín al tan solo imaginarse estar a su lado se esfumó. Su mirada se agudizó al punto de sentirse alerta, molesto; Celoso.

Estaba sonriendo,estaba sonrojada y apenada. Sus movimientos se veían nerviosos y torpes así como el rubor y el brillo en sus ojos que la hacían deslumbrante; No para él.

Incluso su hijo , aquel que saludó al extraño con una deslumbrante sonrisa y un afecto que correspondió sin dudar. ¡Que gran diferencia! Parecía que aquellos dos no solían tratarlo con desconfianza. ¿Que había hecho mal? Quizás había olvidado el hecho de haberse llevado a T/n a otra parte en su primer encuentro, quizás había sido eso.

¿Que diferencia había entre Él y Kento Nanami? — ¡T/N! —

Su cuerpo se movió por si mismo ¡Lo juraba! , Sus brazos la habían atrapado con firmeza por si mismos ¡Enserio!, No había mirado de una mala gana al rubio como si estuviera dispuesto a pelear su “lugar”.

Las miradas confusas de ambos varones restantes así como la expresión de sorpresa de la nombrada inundaron el pasillo de incomodidad. Satoru no tuvo otra opción más que desaparecer una vez más con ella.

— ¡No puede ser!¡¿Otra vez?! — Los gritos del pelirrojo no tardaron en aparecer así también como su molestía; buscó auxilio en el único adulto que restaba.

Nanami se mostró confuso, suspirando suavemente al suponer que era algo que satoru Gojo haría. ¿Acaso esos dos no estaban separados? Esa duda se cultivó en su mente antes de inclinarse y tranquilizar al menor que a simple vista; era igual a Satoru Gojo, no solo sus ojos; sino también su personalidad.

— ¿Otra vez? — Estaba harta, fastidiada y cansada.

Sus manos eran esclavas de las ajenas, sus dedos eran apresados por los largos y grandes del albino, sus respiraciones se sincronizaron así también como los latidos de sus corazones conectados por las cercanías de sus cajas torácicas; cerca, Muy cerca.

Era incómodo moverse al estar siendo presionada contra la pared y el cuerpo del varón, le parecía extraño; curioso. A diferencia de él, se sentía tranquila por la situación, por la cercanía de sus cuerpos y sobre todo; al desafiarlo con la mirada fija a sus ojos descubiertos. Aquellos orbes azules que la miraban con detenimiento, con una emoción oculta sobre estos que enviaban descargas eléctricas a la mujer.

五条先生、お父さんですか!?  [ SATORU GOJO X LECTORA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora