⋆｡˚୨ La Niñera ୧˚｡⋆ ˗ˏˋ☭ ×🇨🇴 ˎˊ.

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Colombia se levantó asustado y se quito las 400 sábanas de encima para ver su barriga, al ver que seguía plana y en forma se relajo.

— ay virgen santa—murmuró jadeando por haberse alterado tanto.

Realmete estaba traumado. Se levantó de la cama mientras se cubría la cabeza y el cuerpo con una colcha por el frío e iba a revisar el calefactor qué por alguna razón siempre se descontrola.

Cuando estuvo arreglado, se dirigió a la cocina y empezó a cocinar con lo poco que tenía.Haciéndose la nota mental de comprar más cosas para poder comer de manera decente.

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Colombia miro su reloj, faltaban dos horas para ir al trabajo. Así que con desdén empujaba el carrito de compras mientras intentaba descifrar lo que decían los empaques o adivinar que eran con la imagen que estaba en las bolsas.

《 Debo hacer más tratados de exportaciones a la unión. No veo nada bueno 》

El moreno vio lo que parecian chocolates, se recosto al carro mientras leía los ingredientes.

— Vodka—murmuró sorprendido y devolvió de manera automática el dulce a la estantería.

Siguió revisando y casi salta de pánico al ver la sección de bebés, aun recordaba el sueño y camino a paso rápido.

Al final se llevó una bolsa de café qué no parecía de tan buena calidad ,aceite , harina y otras cosas básicas.

Al llegar a su apartamento cargo las bolsas y las puso en la entrada mientras volvía a revisar la hora, tenía 20 minutos para arreglarse .

Salió corriendo y casi no pensó mucho para bañarse. Antes de irse vio el abrigo vomitado tirado en un rincón y suspiro. Con rapidez la tomó y la metió en la lavadora. Pensando que cuando llegue lo lavara.

Escucho la bocina del auto a lo lejos y salio de volada del apartamento.
El chófer apenas lo vio le entregó su maletín y el moreno le sonrió agradecido.

—El Joven maestro me pidió que se lo diera—dijo mientras le abría la puerta del auto. Y apenas la abrió vio a Rusia mirar el lugar donde vivía con cierto desagrado. Era un gran edificio algo desgastado como todo a su alrededor , pero si comparamos su casa con la de Colombia. Rusia era mucho más afortunado. Así que entiendo su asco nato.

Colombia le sonrió también y entro al carro con cuidado.
El albino iba bien abrigado y tenía ese extraño gorro que tanta gracia le hacía a Colombia.

— Buenas tardes, joven—dijo Colombia educadamente, ganándose una mirada despectiva por parte del menor quien al parecer venía del colegio por su gran bolso rojo qué estaba a su costado y que marcaba una clara línea entre él y el moreno.

Colombia al darse cuenta que su saludo había sido ignorado estaba indignado.

《MALDITO NIÑO》

Fruncido el ceño y simplemente intento tomar todo con calma. Pero luego sintió un leve toque en su brazo.

Giro levemente su cabeza y vio al pequeño niño mirarlo fijamente.  Colombia alzó la ceja algo confundido. Y vio de reojo al chófer que miraba  directamente al retrovisor.

Sin disimulo alguno que incluso Rusia se dio cuenta y cambió por completo lo que iba a decir.

— Bueno dias—  le respondió por fin al saludo y Colombia entendió que no era lo que quería decir y simplemente  le sonrió.