⋆｡˚୨ La Niñera ୧˚｡⋆ ˗ˏˋ☭ ×🇨🇴 ˎˊ.

⋆｡‧˚ʚ 18 ɞ˚‧｡⋆

── .✦

Colombia estaba sentado en la terraza  leyendo el periódico, viendo como tras pagina se plazmaba lo poco que el ahora nuevo" presidente " le dejaba saber a los ciudadanos. La censura siempre habia sido tema recurrente en el pais, pero Colombia no estaba involucrado en política y menos en ser defensor de nadie.

Ahora mismo,  no estaba involucrado en nada. Habían pasado tres años tras la ultima vez que actuo como mercenario y que fue en la guerra de corea. No lo habia dejado porque se estaba sintiendo culpable o tenia miedo.  Claro que no, la razon se debia a que el pais estaba siendo investigado a profundidad por algunas organizaciones estadounidenses. Y para Bogota, quien era el unico en la nacion  que sabia sobre él.  Lavar el dinero que Colombia le planeaba dar era imposible y peligroso, en pocas palabras. El tricolor no podia hacer mas su trabajo hasta que las sospechas sobre como estaban pagando la deuda tan rapido y de que actividades economicas se valiam, disminuyeran.

Por lo cual ahora Colombia tenia en su poder millones de dolares. Ni siquiera Usa podia colaborarle. Él también estaba resolviendo problemas internos. No habia nada que pudiera hacer, era asquerosamente rico y por seguridad tambien habia estado rechazando los pedidos que le hacian. No sabia de quien podria tratarse o si era una trampa.

Su vida nunca habia sido tan aburrida.
El moreno tomo del cafe que tenia a su costado y suspiro. Realmente estaba apunto de colapsar por el aburrimiento.

Eso hasta que el telefono sono. Colombia lo escuchaba desde afuera y pensó seriamente en cortar el cable y comprar uno nuevo. Con pesadez se levanto y tomo el aparato que estaba en la pared.

— ...—

No hablo esperando que le respondieran primero. Aunque solo dos personas sabian de ese numero, no queria confiarse. 

Y ante la espera colgo.

— Eso fue raro.

Claramente no le dio buena espina y busco unas tijeras en la cocina, pero no espero que ahora el teléfono que usaba para recibir a sus clientes sonara después de un mes sin hacerlo. Colombia por lo general respondia y le decia a su empleador que habia dejado de trabajar y que buscara a otra persona para que el pais o quien sea de quien se tratase no siguiera insistiendo o lo buscara como loco.

El moreno dejo atras su busqueda por la tijeras y tomo su telefono que estaba tirado en el mueble junto a otros papeles y mas desorden.
Habia trasladado su oficina para no decir que planeaba trasladar su hogar a otro lugar. Las cosas se estaban poniendo algo tensas.

— No hay— Hablo primero tras el silencio y de la nada lo callaron.

— Necesito tu servicio.

Y una voz conocida lo hizo quedarse pasmado.  Se trataba del sovietico del cual no tenia noticas desde hace... tres años. Ni de él, ni de sus hijos.  El moreno carraspeo su garganta algo incomodo, recordar sus cortos momentos en la casa sovietica lo podia nostálgico.

— Lo lamento, pero no estoy disponible. Me temo que deberia llamar a alguien mas— Respondio muy confundido.

— ¿Enserio? Pero yo te quiero a ti—

El moreno se quedo paralizado.

— No puedo hacer nada—

—¿ Ni por lo viejos tiempos?

¿Cuales tiempos? ¿En  un par de años ya se ha vuelto loco?

Claro que sabia que habian cosas sin resolver,  pero se supone que urss no tenia ni idea de  quien era. Asi que por eso Colombia estaba tan confundido.  No entendia a lo que se referia el soviético