Lo Que El Destino Separó

Triple mal.

Me mire por última vez en el espejo, para luego irme a visitar por primera vez a mis demás primos. Nunca los he visitado solo los he visto y hablado con ellos solo cuando visitan a mi abuela materna.

Me subí al carro y mi padre conduce. Cómo la ventana está abierta me asomo por allí, el viento me golpea el rostro y sonrió, me siento feliz por ir, por lo menos después de tanto tiempo voy a volver a ver a mi primo Junior desde niños nos molestabamos. Siempre jugábamos haciendo que peleamos o algo, pero luego él se mudo y no le volví a ver la cara y muy pocas veces hablamos ya que él ha cambiado y ya no tenemos la misma confianza.

Bajo del carro y veo que de una puerta hecha de zinc, sale Junior con una gorra roja y una camiseta sin mangas color blancas. Con una sonrisa nos saluda y luego me mira y sonríe de manera de saludar, luego toma sus audífonos y se va junto con su novia. Los que somos cercanos a Junior sabemos que él la engaña o su novia lo engaña a él, solo es una suposición porque conociendo como él es es muy probable que le esté siendo infiel a su novia o al revés.

Una vez Andy me comentó que Junior y él son muy amigos siempre han sido unidos, Andy siempre recalca que lo quiere tanto que es capaz de dar su vída por él. Se que puede ser verdad porque Junior puede resultar ser malo con las mujeres o también un poco malo cuando hace chistes sobre alguien, pero cuando quiere a alguien de verdad como un hermano también es capaz de dar todo por esa persona.

Entro a la casa junto con mi mamá y veo que en una mesa pequeña está sentada una niña. Cómo es primero de enero me imagino que estarán los demás descansando. Mi tía María sale con una taza de sopa y la coloca en la mesa.

- Cris, ¿Cómo has estado? - me pregunta con una sonrisa alegre al verme visto después de tanto tiempo.

- bien, Feliz año - dejo mis cosas en una silla y me acerco a María para abrazarla.

- ya te voy a traer una sopa súper rica, para ti y tus padres.

Me siento al lado de la pequeña niña, quien está comiendo muy agusto la sopa, me parece muy tierna ya que ni nota que la estoy mirando, toda su atención está en su plato. María se acerca con una taza para mí y luego le entrega las demás a mi padres. Estás navidades tengo que aceptar que no me gustaron la pasé aburrida y sin poder platicar con nadie.

Veo que sale con el cabello todo amarañado y toda adormilada mi prima Patricia. Ella es una persona con la que te puedes reír de una manera espectacular, solo tiene quince años y aparenta más edad por su personalidad y además por su cuerpo.

- ¿estás amanecida? - le pregunta mi padre con una sonrisa.

- si, nosotros la pasamos bailando hasta las doce o tres de la mañana - cuenta patricia con un bostezo.

Observo todo con detalles, he notado que es un terreno grande ya que hay una mini casita hecha de zinc y hay otra hecha de ladrillos, pero la de ladrillo tiene su parte del terreno dividida con alambres. Nunca he venido para acá por eso quiero ver cada cosa, cada detalle de este lugar.

Termino mi sopa y le entrego la taza a María. Un señor con una sonrisa amigable se acerca a abrazar a mi madre y luego al verme se sorprende.

- estás grande - me saluda con un beso en la mejilla.

No contesto nada solo le regaló una sonrisa, ya que no lo conozco y en temas de familia soy muy antisocial y me cuesta querer sacar un tema de conversación para poder conocerla.

Mientras observo a mis familiares conversando, me ha llegado el aburrimiento que se está apoderando de mi. Sus voces se mezclaban en un murmullo constante. Mis ojos vagaban por el cielo, buscando algo, cualquier cosa, que pueda captar mi atención. Los pájaros del cielo parecen moverse más lento de lo normal.