Necesidad (Hyunin)

열하나

"Arrepentimiento"

Un pequeño chasquido invade la silenciosa habitación, haciendo que un jadeo saliera de él menor. Hyunjin sonríe satisfecho cuando Jeongin jala su cabello, aprovechando la oportunidad para ver arriba, viendo al menor sonrojado, con los ojos cerrados, su pecho subiendo y bajando con rapidez , mientras se muerde el labio con fuerza para evitar gemir.

Jeongin no pudo evitar gemir cuando sintió como él acomodaba los muslos entre los de él, sintiendo su miembro. Mientras metía uno de sus dedos en su entrada, abriéndolo y preparándolo para su miembro.

—Señor Hwang, por favor — gimió jeongin.

Hyunjin sonrió al escuchar esa pequeña súplica proveniente del menor. Sabía que ambos se necesitaban mutuamente. Hyunjin se alejó un poco, para alinear su miembro con la entrada de Jeongin, comenzando a penetrarlo lentamente, mientras la respiración de ambos era agitada. Hyunjin gimió complacido cuando empujó y comenzó a sentir las vibraciones alrededor de su miembro.

"Jeongin..." La voz profunda y firme de Hyunjin, hizo que Jeongin se estremeciera. Haciendo que su respiración se detuviera por unos segundos. Un calor suave lo envolvió, haciendo que su respiración fuera más pesada. Cerrando los ojos por un instante, dejando que la sensación lo envolviera.

Ambos comenzaron a mover sus cuerpos adaptándose al ritmo de la pasión y la necesidad. Haciendo que el deseo aumentara cada vez más. Hyunjin lo tomó fuertemente de las caderas para darle más profundidad a las penetraciones. Mientras le miraba la cara sabía que había dado en el lugar exacto cuando vio como se oscurecían sus ojos, con algunas lagrimas que se habían escapado, tenía los labios entreabiertos y su cuerpo se arqueaba. Hyunjin se acercó más a sus labios rozándolos con los de él, por fin sintió las contracciones de su orgasmo. Jeongin se aferró fuertemente a los hombros de Hyunjin, enterrándole las uñas.

Hyunjin cerró los ojos al sentir como estaba apretándole el miembro y succionándoselo, hasta que explotó. Besándolo fuertemente para callar sus gritos.

Claro que había seguido las reglas de su mejor amigo, excepto una. Lo había intentado, pero al cuarto día ya le estaba hablando a aquel chico para que fuera a su departamento. Este era su tercer encuentro, después de que él hubiera aceptado su propuesta. Y no podía estar más complacido. Al principio,  Jeongin era tímido,  pero cuando se dejaba llevar, pero cuando se dejaba llevar, se convertía en alguien completamente diferente.

— Te llevaré a tu casa, es muy tarde para que te regreses solo— dijo Hyunjin mientras se ponía la ropa. mientras veía a Jeongin.

—No es necesario, señor. No quiero molestarlo — respondió Jeongin, terminándose de poner los zapatos, mientras se sacudía un poco la ropa.

—Es una propuesta, y no acepto un "no"como respuesta— dijo Hyunjin abotonado su camisa. 

—Entonces es una orden— Respondió jeongin con un tono sarcástico. — Yo lo siento... no fue mi — Pero no pudo terminar la frase porque la risa de Hyunjin lo interrumpió.

—Bueno, entonces si, es una orden— dijo Hyunjin tomando sus llaves y manteniendo una gran sonrisa.

Jeongin se sonrojo. Era la primera vez que veía la sonrisa del señor Hwang, además de las fotos.

Ya en el estacionamiento, Jeongin no pudo evitar sentirse nervioso. Aunque el Hyunjin había sido claro con su propuesta, no pudo evitar sentirse incómodo cuando subió al auto. Durante el trayecto, el coche avanzaba por las calles tranquilas de la ciudad. La suave música de fondo, no lograban calmar los nervios de Jeongin, quien no podía dejar de recordar la pequeña risa que Hyunjin había soltado minutos antes.

Jeongin se sintió algo tenso cuando recordó la consciente cercanía de Hyunjin. No pudo evitar mirar de reojo al hombre, la luz algo tenue del coche iluminado su rostro, haciendo que se viera más atractivo y elegante.

—¿Sabes? — dijo de repente Hyunjin rompiendo el silencio de manera abrupta— . Me parece curioso como todo cambia tan rápido.

Jeongin lo miró confundido, y levantó una ceja, ¿A qué se refería? Pero Hyunjin seguía viendo fijamente al frente, concentrado en el volante. 

— ¿Cómo qué cosas? — Preguntó, sintiendo la ansiedad en su pecho.

— Como ahora, estamos juntos y hace un par de semanas atrás yo estaba como loco buscando al chico del antifaz. Ahora estás aquí en mi coche, apunto de llegar a tu casa. — Dijo Hyunjin mirando atentamente el camino.

Jeongin tragó saliva. Sin saber que responder. La tensión era más que clara, podía sentir la mirada de Hyunjin en él aunque no lo mirara directamente, pero la forma en lo que lo decía, lo hacía sentir vulnerable.

—No sé a qué me está diciendo... — murmuró Jeongin, bajando su vista y mordiéndose el labio inferior.

Hyunjin permaneció en silencio, por unos momentos el único sonido que se escuchaba era el del motor del auto, y no fue hasta que llegaron al semáforo que Hyunjin finalmente rompió el silencio.

— La verdad, yo tampoco se lo que intento decir, estuve buscándote por semanas y ahora es increíble,  tu despiertas cosas en mi que hace mucho no sentía—El semáforo cambio a verde y esto hizo que Hyunjin arrancará el auto.

Las mejillas de Jeongin seguían rojas, que se supone que dijera, todos era extraño para el. Nunca imagino vivir su vida sexual de esta manera, pero no era algo que le pareciera repugnante, aunque se sentía culpable, había disfrutado los encuentros con el señor Hwang.

— Me podría dejar aquí, por favor señor— Hyunjin detuvo en auto y levantó una ceja,viendo el lugar, las calles estaban oscuras y solitarias, vaya que era un barrio bajo.

— ¿Vives aquí? — Dijo sin despegar la mirada del lugar, había basura por todo el lugar, y el olor era repugnante.

Jeongin noto la cara de repulsión de Hyunjin, haciendo que se sincera incómodo, claro que sabía lo bajo que era el lugar donde vivía, era a lo único que podía aspirar.

— Lamento hacerlo venir hasta aquí señor, pero no todos tenemos el privilegio de nacer en un lugar lleno de lujos—Jeongin bajo del carro y dio una reverencia rápida, dejando a Hyunjin sin la oportunidad de decir algo más

Hyunjin sintió un revoltijo en el estómago, siendo atacado por un sentimiento de culpa. Jeongin tenía razón, había nacido en un lugar lujoso y nunca se había preocupado por ir a lugares así, tal vez por eso se sorprendió de estar ahí, sin darse cuenta de lo descortés que había sido.

(...)

Hyunjin bajo del carro dándole las llaves a un chófer para que acomodara el carro, suspiro y camino hacia la entrada, cuando entró se encontró con Felix con una organizadora y dos sirvientas más. Cuando su mirada se cruzo con la de Hyunjin sonrió feliz, dándole órdenes a las empleadas para que se fueran.

—Llegas muy tarde, tienes suerte de que aun este despierto y pueda acompañarte a cenar— dijo tomando la mano de Hyunjin dándole una sonrisa. 

— No hace falta, no tengo hambre, me voy a dormir — Hyunjin arrebato su mano bruscamente, para después subir por las escaleras. 

Felix solo pudo mirar como su esposo desaparecía por los pasillos.

—Feliz aniversario....

—Bang 🐺🩵