Hwang Hyunjin, un hombre de treinta y ocho años, se encontraba atrapado en un matrimonio que había caído en la rutina y la monotonía. Las constantes peleas lo estaban agotando. Por otro lado, Yang Jeongin, un joven de dieciocho años, estaba comenzan...
—Traje toda la información, como usted me lo pidió señor Hwang —Dijo el hombre dejando una carpeta en el escritorio, Hyunjin tomo la carpeta comenzando a leer la información—Yang Jeongin tiene dieciocho, vive con su madre y su hermano, su padre los abandono y ahora tiene otra familia a las afueras de Seúl, está en la universidad y casualmente está trabajando en la cafetería de a la vuelta.
Hyunjin miraba con detenimiento cada foto que el detective le había tomado a Jeongin, eran fotos de él y de los lugares que más frecuentaba, con las direcciones y con alguna nota de lo que hacía en esos lugares.
—Ve con mi secretaria, ella te va a pagar lo que acordamos— dijo Hyunjin sin dejar de mirar la carpeta, mientras el hombre se iba.
Habían pasado dos días desde aquella noche, aunque Hyunjin aún tenia dudas de que Yang Jeongin fuera el chico de esa noche, todo llevaba a que él era aquel chico del antifaz. Pero Hyunjin aun no lo quería aceptar, no quería admitir que se había acostado con el chico que le gustaba a su hijo, pero, por otro lado y en su defensa, no lo sabía.
—Haeun— le dijo Hyunjin a su secretaria por el teléfono.
—¿Sucede algo, señor Hwang? —Dijo Haeun a través de la línea.
—Necesito un café— dijo Hyunjin
—Enseguida se lo preparo, señor Hwang—dijo Haeun
—No, lo quiero de la cafetería de a la vuelta, toma mi tarjeta de crédito y cómprales café a los que estén ensayando, solo una cosa Haeun quiero que el chico me lo traiga especialmente a mi oficina. — dijo Hyunjin colgando el teléfono y dejando a la pobre mujer muy confundida.
¿Por qué quería que un simple trabajador le entregara su café?
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—Es un pedido demasiado grande— dijo Seungmin de mala gana haciendo que Jeongin soltara una risita— Tengo tan mala suerte que de seguro la encargada me mandara a mi a dejarlo.
—Tranquilo Seungmin yo puedo ir— dijo Jeongin haciendo que a Seungmin le brillaran los ojos y abrazara a Jeongin fuertemente.
—Ay, te amo Jeongin, podria besarte ahora mismo— dijo Seungmin haciendo que ambos rieran.
—Dejen de estar jugando, Seungmin lleva el pedido— dijo la encargada mientras acomodaba el pedido.
— Yo puedo ir, señora— dijo Jeongin en voz baja, haciendo que la encargada se encogiera de hombros.
— Si eso es lo que quieres, está bien, el pedido es para Hwaee Entertainment, asegura que todo llegue en orden, no quiero tener problemas con nadie de Hwaee Entertainment— La sonrisa de Jeongin se borró al escuchar para quien era el pedido y se volteo a ver a Seungim pidiendo ayuda, pero este ya estaba atendiendo a otros clientes.
