Angeles y Demonios

CAPITULO 20

Punto de vista de Fort

Fort se habia quedado en la habitación con su pequeño Sky mientras que su suegro y mejor amigo salienron con sus hombres a buscar a Peat. Su ansiedad e impotencia eran desbordantes pero le habia prometido a su pa Nunew darles una semana. Pero para él cada hora que estaba ahi sin ayudar era como una eternidad, el unico consuelo que tenia era refugiarse en su bebé admirarlo, acariciarlo y tenerlo cerca. Le brindaban una calidez enorme y le daba las fuerzas necesarias para aguantar la espera.
Cerca del tercer o cuarto dia de la semana. Fort estaba como de costumbre alimentando al pequeño Sky en su habitación cuando de pronto un pequeño lacayo entro estrepitosamente en la habitación sin antes solicitar permiso de su rey. Fort estaba a punto de reprenderlo cuando escucho el nombre de su amado saliendo de la boca del pequeño niño.

Niño x----  Señor. El amo Peat esta aquí.
El regreso señor.

Fort---- espera qué. No estas jugando conmigo. Si piensas que eso es una buena idea te estas metiendo en un problema del que no podras salir.

Niño x---- No señor. Si me atrevi a entrar de está forma es por que necesito que sepa en el estado en el que traian a nuestro rey.
El señor Liam y el señor Boss ibam liderando a los demas hombres que llevaban al amo Peat atado de brazos y tratado como esclavo.
Señor, no entiendo por qué hicieron eso asi que usted debia saberlo.
Nuestro rey no puede ser tratado de esa manera.

Fort ante las palabras que estaba escuchando del niño se iba enfureciendo cada vez más, su aura oscura y pesada empezo a salir haciendo sentirse débil al pequeño niño que pronto cayó inconsciente. Los ojos llenos de furia con un color rojo sangre intenso se asomaron a la vista. Este se aseguro de llevar a Sky a salvo junto a Nunew y bajo junto a sus hombres mas cercanos para corroborara información. Si tal atrocidad era cierta, cabezas rodarian al interior de ese palacio, sin importarle que fuesen la de su amigo y su suegro. Se aseguraria de ejecutar a todo el que le haya puesto una mano encima a su amado esposo.
Se apresuro hasta la habitación y entro sin previo aviso. Inmediatamente la sala se lleno de las feromonas de Fort sometiendo a todos sus hombres.

Fort---- que mierda creen que están haciendo. Porque tienen a mi esposo amarrado como un animal. Se han vuelto locos.

Peat (Gabriel)----- Amorrr por favor ayudame. Me han estado torturando. Estas personas quieren matarme. Decia con mirada inocente hacia Fort.

Fort estaba a punto de correr hacia Peat cuando sintio una mano en su pecho que lo detenía.

Liam--- ese no es Peat.

Fort---- pero de que mierda estas hablando es él no lo ves.

Liam--- mira sus ojos. Le dijo este con tristeza. El supremo nos lo arrebato hijo. Logro su cometido.

Fort se quedo mirando detenidamente al hombre que tenia frente a él físicamente era Peat pero sus ojos a diferencia de los de su amado eran violetas y cuando sus miradas se encontraron pudo notar una mirada vacia y llena de rencor. Los hermosos ojos azules de su amado habian desaparecido. Ahora solo existia ese color violeta tan intenso y un aura tan negra y pesada a su alrededor.  
Fort sintio que su corazón nuevamente se partia en mil pedazos. Su amor ya no estaba en ese cuerpo. Su resignación no era opción pero por un momento sintio que eso era el final que no volveria a ver a su amado de nuevo y una lagrima rodo por su mejilla.

Peat (Gabriel)----- ahhhh ya me canse de toda esta mierda.
Vamos sal... Dijo este.
Inmediatamente después el Supremo aparecio entre las sombras y empezo a atacarlos a todos. Rompió las cadenas de Gabriel y estaba a punto de salir cuando Fort acorralo al Supremo encajandole una daga negra en el pecho.

Peat (Gabriel)---- no, no, no....  dijo moviendo la cabeza. Yo que tu no haria eso. Tengo a tu esposo dentro de mí. Si no lo sueltas lo matare... Dijo apuntandose hacia si mismo con la daga conjurada de los dioses. Yo puedo conseguir otro cuerpo pero la vida de tu esposo ya no volvera si lo mato. Se un buen perro y suelta a mi mascota..... Dijo en son de burla.