7. Avergonzando

8.8K 599 33
                                    

Galería: Edward

Mark

Después de perseguir a Mely a escondidas hasta su casa. Solamente para verificar que no le pasará nada malo, aunque creo que eso no es necesario. Claro. Bueno, la verdad es que quería verificar donde vivía. Es una casa muy linda y grande.

Seguía descalza, abrió la puerta y aventó los tacones al piso. Parece que maldijo los tacones, entro y cerro la puerta. Suspire pesadamente.

Regrese a la fiesta, entre a la casa y me encontré a Sam y Charles ayudándose entre sí. Aunque a la vez planeaban algo, lo más obvio con Melody. Tendré que averiguarlo.

Deje un lado el tema de Melody, para encontrar a Edward. ¿Dónde se ha metido? Empece a buscar por toda la casa y ningún rastro de el. Tampoco Amy.

Marque a su celular hasta que al tercer tono respondió.

-¡¿Dónde jodido estas?!- dije irritado

-Mejor en vez de reclamar ¿Tu dónde estabas? Desapareciste de repente- dijo Ed, de lo más calmado.

Cierto. No le había dicho nada.

-Lo siento. Pero, si te lo contara no me creerías.

-¿Un polvo? ¿O qué?- dijo gracioso Ed.

-Mejor cállate- dije enojado.

-Si. ¿Calladito me veo más bonito?- dijo imitando una voz chillona de mujer.

-Pudrete- colgué.

Trate de salir de esa fiesta lo más rápido posible. Como siempre tenían que aparecer ha los que menos llamas.

-¿Ya te vas chico nuevo?- dijo el güero recargando en mi hombro, me moví a un lado.

-Si- dije secamente irritado

-¿Y cómo te llamas?- dijo Charles, cuestionándome.

-Mark. Nos vemos luego y gracias por lo de la fiesta- dije apresurado, saliendo de la casa sin darle tiempo de responder.

-¿Qué tal, la princesa en apuros?- pregunto Ed, asomando la cabeza por la ventana del coche. Ya que venía agotado y pareciera que venía corriendo.

Me asome al asiento de atrás y estaba Amy inconsciente dormida.

-¿Mejor dime quien es la princesa en apuros?- dije divertido, ya sentado en el asiento de copiloto.

-Mejor dicho, el caballero que salva a dos damiselas- dijo encendiendo el carro.

-Idiota.

- Mejor dame mi beso de recompensa- dijo parando la boca.

-Claro- dije siguiéndole el juego. También parando la boca.

- ¡Iguh! - grito alguien en el asiento de atrás. Nos sorprendimos, se nos había olvidado por completo Amy. Tenía la cara de asco mirándonos, voltee a ver a Edward estaba hecho un tomate, me empece atacar de la risa. Era todo un poema.

Amy me veía con cara de maniático, mientras que Ed, seguía rojo manejando sin ver a Amy.

Mi querido amigo.

-Perdón, Amy. No pude contener la risa- dije más calmado. Me veía con cara interrogativa- Lo siento no me he presentado soy Mark- dije amable.

-Hola, Mark. Soy Amy, aunque veo que ya sabes mi nombre. - dijo frunciendo el ceño. Mire de reojo a Ed que se volvió a poner rojo, no sabía que también hay chicos que se ponen rojos fácilmente.

No Soy Como Ellas ✔️ |En edición| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora