Los Hijos del Sheriff

XIV.- Preparaciones

Deucalion y Satomi entraron a la mansión con sus dos betas de confianza, el hombre llevaba a Ennis y Kali, famoso equipo de Alfas que seguían a Deucalion. Satomi decidió llevar a una joven kitsune y a uno de sus betas más jóvenes.

— Es bueno saber que podemos hablar con ustedes. — les dijo Thalia a sus viejos amigos.

— La verdad nos ofrecieron una propuesta que no podíamos rechazar. Además, ya es tiempo de deshacernos de una basura como Gerard y Katherine Argent. — dijo Deucalion de manera seria. Aunque haya recuperado su vista, aun podía recordar el dolor del día que la perdió.

Stiles se mantuvo tranquilo ante las palabras del Alfa, él sabía lo mucho que había sufrido por esos dos, sabe que si no hubiera intervenido las cosas hubieran sido un poco desastrosas.

— No será tan sencillo, los Argent están por todo el pueblo. — comentó Peter sin apartar la vista del joven humano.

Noah no era tonto y había notado las miradas de Derek y Peter sobre su hijo, conocía esas miradas porque eran las mismas que él y Jeremy se dedicaban desde su adolescencia. No le gustaba por su parte de padre sobreprotector, pero por otra parte se alegraba de que su hijo tuviera personas a su lado. Tal vez, así su pequeño Mica pudiera ser feliz, sabe que una parte de él es complicada y está vacía desde ese accidente.

— Con dos manadas más nuestros números incrementaron. Aquí lo más importante es ser más inteligentes y astutos que esos dos. Hay una razón por la que los Argent sigan sobreviviendo a pesar de los enemigos que han ido coleccionando a través de los años. — todos lo miraron — Son inteligentes, pero nosotros también solo hay que aprender a pensar como ellos y podremos cazar a los cazadores. — dijo Stiles con cierto brillo de diversión y determinación en sus ojos.

— Creo que el cachorro esta bastante ansioso. — comentó Satomi con cierta dulzura. El chico le había dado algo que había estado buscando por mucho tiempo: control.

— Katherine Argent se atrevió a secuestrarme y a los chicos, no voy a permitir que sienta que pueda jugar con nosotros. Se aprovecho de la vulnerabilidad de unos adolescentes. Estoy furioso. — dijo Stiles de manera seria.

— También cruzó la línea al secuestrar a un humano, eso esta fuera de todo el código que dicen tener. — dijo Thalia molesta. Nunca perdonaría que los Argent quisieran involucrar a los humanos en esta lucha sin sentido.

Stiles bufo levemente. Eso era lo que menos le importaba, pero podía entender como se sentían en la manada, para ellos los humanos eran sagrados, eran miembros muy importantes dentro de las manadas, por lo menos en la Hale.

— Me agradas bastante, niño. — dijo Deucalion con diversión.

— Entonces... es hora de cazar.

*

— ¿Cómo lo hiciste? — le preguntó Derek al castaño. Ambos estaban debajo de las gradas del instituto, el joven Alfa e había llevado su almuerzo al castaño.

— ¿Qué cosa?

— Tu hiciste que Deucalion y Satomi se unieran a nosotros. — el castaño alzó una ceja — He visto la manera en la que te miran, de alguna manera hiciste que ellos te respeten y admiren, eso no es algo que cualquiera puede lograr. Menos con un Alfa, ya que son... somos algo orgullosos.

Stiles sonrió con ternura, a su parecer el Hale aun no podía adaptarse por completo a su nuevo estatus. Era como un cachorro aprendiendo a caminar.

— Sí, son orgullosos. Entiendo que ser un Alfa es una gran responsabilidad, así que esta bien ser de esa manera, claro que sin exagerar porque ustedes son los líderes de la manada, deben tener muchas cualidades que trabajar.

— Ni me lo recuerdes. Ahora no intentes cambiar el tema, sé que lo haces.

— Eres un hombre inteligente, has aprendido bien de Peter. Te convertirás en un gran Alfa. Ibas a ser la mano izquierda de tu hermana, ¿no es así? — el Hale asintió — Entonces velo de esta manera... Convencí a esos dos de una manera parecida a lo que tu hubieras hecho en ese papel en la manada. Fue más sencillo de lo que parece, solo les di lo que querían.

— ¿Y eso fue?

— Control sobre ellos mismos, claro que de una manera distinta. Deucalion anhelaba recuperar su vista por completo y Satomi el control de su propio cuerpo.

— ¿Cómo les diste eso? Créeme cada día me sorprende más lo que puedes hacer, pero esas son cosas que no se lograr solo con palabras.

— Eso no puedo decírtelo, será un secreto.

Derek miró el rostro del castaño. ¿Cómo alguien tan hermoso podía ser tal letal y misterioso? Cada vez que veía a Stiles sentía que cargaba con un pasado mucho más oscuro de lo que pensaba, llevaba una carga más pesada que la de un Alfa.

— ¿Algún día me lo dirás?

El sonido del viento los parecía guiar en esa conversación, había más cosas de las que las palabras podían explicar.

— Quizás...

*

Deucalion rio con diversión al ver a Jeremy discutir con Noah acerca del plan para atacar a los Argent, de cierta forma le recordaba a los viejos tiempos. Thalia le había dicho que había estado muy preocupado por su amigo humano desde que Claudia había muerto y Erika enfermedad, pero ahora solo podía verlo feliz.

— ¿Por qué los lobos de esta manada son tan difíciles? — se quejó Stiles a su lado viendo lo mismo que él.

— Los Hale valoran a la manada mucho más que cualquier otro lobo, siempre han sido así. No hay lobos más leales que los de esta manada y saben el valor de los humanos así que los cuidan el doble que a los demás Betas.

Stiles bufó.

— Podría patear el trasero de todos los lobos de la manada. No somos de cristal y papá sabe defenderse, él también tiene derecho a proteger y vengar a los suyos. No digo que me agrade, pero no pretendo encerrar a mi padre en una burbuja, aunque lo quisiera.

— No lo dudo. — miró al adolescente — Eres un Alfa.

— No soy un lobo.

— No, pero te mueves como uno. Te comportas como un lobo Alfa nacido.

— ¿Se comportan diferente a los Betas mordidos?

— Puedes verlo con los Hale y los cachorros de tu manada. Hay una diferencia.

—¿Por qué me dices todo esto?

— Confío en ti y me intrigas mucho, Mieczyslaw.

— ¿Qué es lo que me quieres decir en verdad?

— Puedo imaginar que ya lo dedujiste y por eso nos trajiste a Satomi y a mí aquí, no solo por nuestra amistad con los Hale. Quieres algo de nosotros.

— ¿Qué es lo que quiero de ustedes?

— Información. — miró a los ojos al joven — Ellos también nos arrebataron a alguien como a ti. — Stiles alzó una ceja — Se llevaron a mi hijo y al de Satomi.

— Lo sé. — miró a su padre de nuevo y luego a su hermana que entrenaba un poco lejos con los demás Betas — Cuando acabemos con Gerard Argente necesitaré toda su información.

— Y la tendrás. Un Alfa nunca falta su promesa.

— Lo sé.