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Taehyung se dejó caer en la silla al lado de Jin en la cafetería, con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Observó como Jin disfrutaba su comida de una forma casi religiosa, y no pudo evitar suspirar.

—¿Te das cuenta de las cosas? —preguntó Taehyung, levantando una ceja.

Jin levantó la vista, aún masticando, y ladeó la cabeza sin entender a qué se refería. —¿Eh?

—¡Tú hermano! —bufó el pelinegro, inclinándose hacia el y bajando la voz para que nadie lo escuchara—. Hoy casi le ahoga en sus lágrimas mientras me ayudaba con la sonda para alimentarme.

Jin río, sin entender. —¿Jungkook estaba llorando? —preguntó.

Taehyung soltó una risa irónica y negó con la cabeza. —¿Qué? No, Jimin. Ese chico es más sensible que, no sé... lo raro es que, por cómo lo cuenta, parece que tu hermano le gusta un poco.

—¿Un poco? —Jin alzó una ceja.

Taehyung bufó, rodando los ojos. —O tal vez más que un poco. No sé, Jin hyung, pero es como si el pobre Jimin hyung estuviera esperando que Jungkook le juro amor enfermo. Pero, claro, tu hermano tiene que ser... bueno, él.

Jin suspiro, resignado. —No es como si Jungkook fuera muy bueno con el compromiso. La última vez que alguien mencionó la palabra "relación" a su al rededor, casi salió corriendo como si le hubieran pedido matrimonio.

Taehyung se cruzó los brazos, soltando una risita burlona. —No entiendo como alguien tan dulce y guapo como Jimin hyung podría estar fijado en tu hermano. O sea, no me malinterpretes, sé que son hermano y todo, pero... el cuñado no es precisamente un príncipe encantador.

Jin se echó a reír y asintió. —Bueno, quizá sea parte de su "encantado". El tipo de encanto que hace que termine con una persona diferente cada fin de semana y luego desaparezca.

—Claro, porque nada dice "relación estable" como ver a Jungkook desapareciendo con alguien cada sábado por la noche.

Ambos compartieron una carcajada, y después de un breve silencio, Taehyung suspiró, su tono tornándose serio.

—Bromas aparte, Jin, ¿te preocupa cómo pueda terminar esto?

Jin miró a Taehyung, su sonrisa desvaneciéndose un poco. —Sí, un poco. No quiero que Jimin se lastime. Y conociendo a Jungkook, él no quiere lastimarlo.

—Tal vez no sabe cómo reaccionar cuando alguien le importa de verdad —sugirió Taehyung suavemente.

El castaño se quedó pensativo, asintiendo. —Puede ser. Aunque también creo que, en el fondo, sabe que no está listo para alguien como Jimin.

*****

Unos días después, Jin y Taehyung estaban charlando en la habitación de este último cuando alguien tocó la puerta. Jin se levantó para abrirla, y su rostro se iluminó al ver a Namjoon con un ramo de flores en las manos.

—¡Namjoon! —exclamó Jin sonriendo, dándole una cálida bienvenida.

Taehyung, recostado en la cama, levantó la vista y apenas pudo contener la mueca al ver la expresión amigable—demasiado amigable—de su hermano hacia Jin.

Recordaba perfectamente la primera vez que Namjoon había conocido a Jin, y la descarada forma en la que le había lanzado miradas de interés.

Claro, en ese entonces, Taehyung no había dejado pasar la oportunidad de dejarle en claro que Jin ya tenía dueño.

Namjoon se acercó a Taehyung, dejando el ramo sobre la mesita. —¿Cómo te sientes, Tae? Mamá me dijo que últimamente estabas algo débil.

Taehyung suspiró, lanzándole una mirada a Jin.

—Estoy bien, hyung. Mejor que bien, de hecho, gracias a la excelente compañía. No tienes que venir a cuidarme cuando tengo a Jin aquí.

—Bueno, Tae, tener a alguien más pendiente de ti no está de más. Además, Jin y yo hacemos un gran equipo cuidándote.

Taehyung bufó. —Oh, claro, gran equipo... qué conveniente, ¿verdad, Jin?

Jin miró a Taehyung con diversión, apretando suavemente su mano entrelazada con la de él. —Tae, sabes que solo quiero que estés bien, y Namjoon está aquí solo porque te quiere, igual que yo.

Namjoon esbozó una sonrisa ante el intercambio.

—Me alegra que te sientas tan bien acompañado, Tae. Realmente tienes suerte.

Taehyung se encogió de hombros, pretendiendo desinterés, aunque seguía sosteniendo la mano de Jin de una manera posesiva.

—Sí, soy muy afortunado. Lástima que no todos pueden ser tan bendecidos como yo de tener a Jin hyung solo para ellos.

Jin río suavemente y le dio un ligero apretón de manos. —No te preocupes, Tae, nadie podrá robarme.

Namjoon soltó una risa. —Me doy por vencido, entonces. Claramente estoy superado aquí.

En ese momento, la puerta se abrió y Yoongi, asomó la cabeza.

—Taehyung, hora de la revisión semanal.

El pelinegro se giró con rapidez hacia Yoongi, poniéndose a la defensiva. —¿Ahora? Doctor, ¿no ves que estoy ocupado? No creo que sea un buen momento.

Yoongi levantó una ceja. —Es importante revisarte. No puedes evadirlo.

Namjoon de levantó y le dio un ligero toque en el hombro a Jin. —Vamos, saldré contigo para darle espacio a Tae.

Taehyung casi saltó de la cama, levantando una mano. —¡No, espera! No veo porque tengan que irse. No estoy tan mal como para necesitar privacidad.

Yoongi suspiró, lanzándole una mirada paciente.

—Taehyung, las revisiones son rutinarias. No te pongas en modo protector. Jin hyung no se va a escapar con Namjoon mientras yo te hago la revisión.

Jin le acarició la mano antes de separarse de él. —Nos vemos en unos minutos, Tae. Prometo que no me iré muy lejos.

Namjoon soltó una carcajada y le guiñó un ojo a su hermano antes de salir de la habitación con Jin, dejando a Taehyung con un puchero y murmurando por la bajo.

Una vez que la puerta se cerró, Yoongi comenzó a preparar el equipo médico con la enfermera de turno mientras Taehyung seguía refunfuñando.

—¿Sabes? Estoy sufriendo mucho. Me duele el corazón de solo pensar en Jin con otro hombre. Mejor mátame ahora mismo, no soportaré cuando Jin decida dejarme.

Yoongi se detuvo un momento, mirándolo divertido. —Tae, tranquilo. Jin hyung y Namjoon no van a iniciar un romance aquí afuera. A veces exageras un poco.

Taehyung bufó, cruzando los brazos mientras Yoongi empezaba la revisión.

—Yo solo cuido lo que es mío.

*****

𝐒𝐢𝐜𝐤 𝐥𝐨𝐯𝐞ᵀᵃᵉʲⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora