Jin estaba en la azotea del hospital, mirando al horizonte, con la vista borrosa por las lágrimas. Apenas podía contener el llanto que los asfixiaba de hacía semanas. Sentía que todo en su vida se había vuelto una sucesión de problemas y decepciones sin fin, y la desesperanza lo consumía.
—¿Vas a llorar toda la noche? —preguntó una voz profunda a su lado, rompiendo el silencio.
Jin se sobresaltó y miró al chico que había aparecido junto a él sin hacer ruido. Era un muchacho de piel trigueña que brillaba en el crepúsculo, su cabello tan oscuro como la noche, y su mirada profunda mirándolo con curiosidad.
—¿Y a ti qué te importa? —respondió Jin, en un tono brusco, sintiendo un extraño aleteo en su corazón que lo molestaba.
El chico se encogió de hombros. —No me importa, en realidad. Pero estaba buscando un poco de paz aquí arriba, y tu drama está arruinando la vista.
—Pues entonces, vete a otra parte —replicó Jin, cruzándose de brazos, más molesto que antes.
El chico soltó una breve risa sin humor y se apoyó en la barandilla, mirando hacia abajo.
—Pensé que era el único en este lugar que estaba tan harto de todo. Pero parece que encontré a alguien igual de miserable.
Jin lo observó, desconcertado.
—¿También viniste aquí para...? —preguntó Jin.
El chico asintió. —Sí. Supongo que vine a ver el atardecer una última vez —dijo mirando el sol ocultarse poco a poco.
Ambos se quedaron en silencio, perdidos en sus pensamientos. Parecía que las palabras sobraban entre ellos.
Finalmente, el chico volvió a hablar, esta vez en un tono más suave. —A veces siento que sería más fácil terminar con todo.
Jin suspiró, relajando un poco su postura defensiva. —Yo también lo pensé. Pero, por alguna razón, siempre me detengo.
—Tal vez solo necesitas a alguien que te entienda... alguien que esté tan roto como tú —dijo el chico con una pequeña sonrisa.
Jin lo miró, sorprendido por sus palabras, y sin darse cuenta, una leve sonrisa se formó en sus labios. —Quizás.
Después de otro rato en silencio, Jin le extendió la mano. —Jin.
El chico la estrechó, mostrando una sonrisa sincera por primera vez. —Taehyung.
*****
En la sala de espera, Namjoon escuchaba atentamente a Yoongi, quien le explicaba cada paso que habían tomado. La preocupación en el rostro de Namjoon se transformó en alivio cuando Yoongi le aseguró que el peor momento había pasado.
Aún con el estrés visible en sus ojos, Namjoon sonrió débilmente, y pidió a Jimin que le llevara la noticia a Jin, quien descansaba en su habitación después de haber sufrido un episodio.
Jimin asintió y, con una sonrisa, se difirió hacia la habitación de Jin. Cuando llegó, tocó la puerta y entró.
Jin, estaba recostado en la cama, levantó la vista. Aún se veía pálido, pero el brillo en sus ojos delató su interés por la llegada de Jimin.
—¿Cómo está Tae? —preguntó Jin con voz débil per esperanzada, enderezándose un poco en la cama.
Jimin se acercó y sonrió. —Todo salió bien, hyung. La infección está controlada y Yoongi logró cambiar la sonda sin problemas. Taehyung está en observación, pero Yoongi dice que es cuestión de días para que esté fuera de peligro.
El rostro de Jin se iluminó, sus hombros relajándose al dejar ir la tensión acumulada. —Gracias a Dios... —murmuró, cerrando los ojos un instante.
Jimin se acercó más y le dio una palmadita en el hombro. —Ahora, tú también debes descansar. Nos asustaste mucho.
—Lo sé... es solo que... todo esto... casi perderlo —la voz de Jin se quebró, pero se recompuso rápidamente.
—Tae va a estar bien, hyung. Ya pasó lo peor, él es fuerte —aseguró Jimin, tratando de darle ánimo.
Jin asintió, mirándolo con gratitud. —Gracias, Jimin-ah.
*****
Un mes después.
El tiempo transcurrido en el hospital trajo muchos cambios para todos, especialmente para Taehyung y Jin.
Taehyung había logrado una recuperación sorprendente; después de un riguroso tratamiento con antibióticos; su salud estaba mejorando día a día.
Namjoon, quien nunca dejó de preocuparse, seguía siendo presencia constante, más cuando los padres de Taehyung y él estaban fuera del país y no podían llegar.
Jungkook, también había sido una gran fuente de apoyo. Junto con Jimin, presenciaron muchas veces lo mucho que Taehyung y Jin expresaban amarse.
Todo estaba yendo bien. Y esperaban que durara.
*****
Quiero que sepan que no soy médico ni nada por el estilo. Todo lo que escribo es información que leo para poder entender mejor y escribir correctamente. Si hay algún error médico aquí, pido disculpas.