𝗦𝗼 𝗛𝗶𝗴𝗵 𝗦𝗰𝗵𝗼𝗼𝗹 | 𝑀𝑎𝑟𝑔𝑎𝑟𝑖𝑡𝑎

✧── 𝑺𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒂𝒍 𝑪𝒂𝒐𝒔 ──✧

En el bote, Margarita se despertó de golpe, con la respiración agitada. Su sobresalto hizo que Zeki y Olivia se levantaran de inmediato.

—¿Qué pasó? ¿Qué pasó? —preguntó Zeki, medio dormido.

—¿Por qué estás así? ¿Tuviste una pesadilla? —agregó Olivia, preocupada.

—¡Ay, Dios! ¡Tuve el sueño más raro de toda mi vida! —exclamó Margarita, todavía nerviosa.

—Contalo, así se cumple —dijo Zeki, casi automáticamente.

—No sé si quiero que se cumpla… —respondió Margarita, mirando al suelo.

—Bueno, entonces contalo, así *no* se cumple —retrucó Zeki, confundiéndose solo.

—¿Se cumple o no se cumple? ¡Aclará! —preguntó Olivia, frunciendo el ceño.

—¡No sé! Pero igual contalo, Mar —insistió Zeki, moviendo las manos como si eso ayudara.

—Nada, que soñé que estábamos en el barco y… se prendía fuego todo. —Margarita habló rápido, como si quisiera sacárselo de encima.

—¡No sigas! —gritó Zeki, levantando una mano—. ¡No queremos manifestar esas cosas!

—¿Pero eso era lo raro que te daba vergüenza? —preguntó Olivia, arqueando una ceja.

—No… no era solo eso… —murmuró Margarita, mirando hacia otro lado.

—¿Qué más soñaste? —preguntaron Zeki y Olivia al unísono, ya intrigados.

—Que estaba… a punto de besarme con… —dijo Margarita, jugando con sus manos nerviosa.

—¿Con? —insistieron ambos, acercándose.

—Con… Rey. —Finalmente lo dijo, pero su voz salió en un susurro que intentó disimular con una risa.

—¡¿Con Rey?! —gritaron Zeki y Olivia, mientras Margarita intentaba cambiar de tema desesperadamente.

—Eso sí que no me lo esperaba —comentó Olivia, cruzándose de brazos.

—Amiga, ¿te gusta Rey? —preguntó Zeki, todavía sorprendido.

—¡No sé! Capaz… no lo sé, ¿ok? —respondió Margarita, escondiendo la cara.

—Re te gusta, pero bueno, todo bien, aunque es raro, lo acepto —dijo Olivia, intentando sonar comprensiva.

—Vos no digas nada, Olivia. Estás enamorada de alguien que ni siquiera conocés en persona, así que no vengas a dar lecciones. —Margarita se cruzó de brazos, algo ofendida.

—La diferencia es que yo acepto que me gusta —respondió Olivia, encogiéndose de hombros.

—Esto lo tengo que procesar… —dijo Zeki, aún en shock.