EL NIÑO FRESA NO QUIERE CON MINHO

13. PerdooooooOooOOname

•Minho•

Desde el día de las quesadillas Hyunjin no me ha querido hablar, se emputó macizo. La tristeza me está dando un cogidón con madre. Ya llevó medio día sin él y me siento como si me hubieran navajeado 20 veces.

Me puse a escuchar unas cumbias tristes para sentirme más de la verga. Pero una pinche llamada interrumpió mi miseria, no me dejan hacer nada en paz, chingadamadre. Respondí sin ver de quién vergas se trataba, pinche gente culera, la odio, chinguen a su madre.

- QUÉ CHINGADOS QUIERES, PUTAMADRE.- De seguro era el Jisung, ese wey es bien arguendero.

- Si quieres al rato te hablo. - Me dijo una voz bien enojada, y no era del pelomierda. NOMAMES ERA HYUNJIN.

Ahora sí la regué bien bonito.

Me salí en en chinga de mi cantón y fui a tocar a lo desgraciado la puerta de mi bebé, ojalá me abra.

Dios, soy yo de nuevo. Neta te juro que si haces que mi florecita me perdone, voy a misa cada domingo, no te creas, el domingo no, porque esos días me voy a hechar la mezcla con el maistro Cementos, mejor los miércoles porque ese día no chambeo.

Y como si dios hubiera escuchado mis plegarias, mi frambuesita me abrió.

Se me quedó viendo re gacho y con los brazos cruzados, pero me valió verga y me le aventé. Caímos en el piso, abrazados.

- Ay Dios mío, y vendrán cosas peores, dice la biblia. Libralos de sus pecados.... - Era la pinche vecina religiosa.

- QUE LE VALGA VERGA, VIEJA GUANGA. - Le dije muy amablemente. La doña metiche nomás sacó un rosario y se fue en putiza.

Seguíamos tirados en el piso.

- Hynnie, bebé, ¿Me perdonas? -

Mis ojos buscaron a los suyos, conectamos las miradas por un largo tiempo, de pronto él entreabrió sus labios...

- No. - Me dijo.

Fue como si una tonelada de bolillos duros me cayera encima.

- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, DEJENME CAPTURAR ESTA HUMILLACIÓN. - ¿¡ORA QUIÉN CHINGADOS VINO A CAGAR EL PALO!?

Era mi jefa, con una cámara, grabando el peor momento de mi perra, puta, culera, pendeja, malnacida, zorra, cabrona vida.

- ¡YA JEFAAAAAAAA! -

Mi jefa se fue aún riéndose. Cerré la puerta para que nadie nos volviera a interrumpir.

- ¿Porqué? - Fue lo único que pude decir antes de soltarme a chillar, mi compa Jisung estaría muy decepcionado de mi, esto no es varonil.

- Era una broma. Si te perdono, ya no llores porque si no yo también llorо. -

- Ora sí te pasaste de verga, no mames. - Se lo dije "enojado", pero en realidad no lo estaba, jamás me podría enojar con mi tortilla favorita.

- ¿Me perdonas? - Puso cara de gatito triste, ahh, me mama cuando pone esa cara.

- Sólo si me das un beso. - Era pura mamada, este vato primero se hace diputado del PRI que darme un beso.

Lo miré, él estaba tan avergonzado. Tan lindo y hermoso como siempre, o incluso más, si es que se puede. Me mama.

- No te cre...

Cuando menos lo esperaba, me tomó bruscamente de la nuca y estampó sus labios contra los míos. Al inicio fue torpe, pero poco a poco sus labios y los míos comenzaron a pelear por tomar el control, el beso de tornó salvaje y sensual, casi erótico.

Nos separamos por la falta de aire.

- Yo me refería a un beso en el cachete, pero ese estuvo bien, muy bien... Quien diria que besaras así, tan inocente que te ves. - Jamás había visto a Hyunjin tan rojo, ay, mi fresita.

- ¿Tons qué?, ¿Lo repetimos? - Le dije con la voz más sexi que mis cuerdas vocales pudieron entonar.

Con lo penoso que era Hyunjin, de ahuevo que sabía que no me iba a dar otro beso. Pero me equivoqué. Volvimos a lo mismo, un beso igual de rudo y pasional que antes. Pero con lengua.

Al final, descubrí que Hyunjin salió más lujurioso que yo.