Sábado tras sábado, sin descuido a la misma hora, siempre se realizaba el mismo ritual.
Mabel llegaba a transmitir su energía al tera-prisma y se volvió muy conocida entre los trabajadores como la visita de Bill. Todos se preguntaban cómo es que una chica tan dulce, venía a ver al malhumorado triángulo, la mayoría no encontraba una respuesta concisa, lo único que se podía afirmar era el extraño humor con el que se quedaba el demonio.
Cada vez que la joven se iba, este afirmaba con exasperación, que estaba enfermo; por consiguiente, las citas al consultorio del lugar, empezaban a ser parte de la rutina.
—Ok Cipher ¿Qué te pasa ahora? — preguntó una lagartija con bata blanca, gafas y maquillaje marcado.
Bill permaneció sentado en la camilla con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Era la tercera vez que llegaba con la doctora en busca de respuestas, solo esperaba que estaba vez si hiciera su trabajo y dejara de ser tan incompetente.
—¿Bill?— presiono la doctora. El triángulo la miro mal. — ¿Lo mismo verdad?— pego un suspiro frustrada al no recibir respuesta. "No le pagaban suficiente para aguantar esas cosas""
— Ok, ok. Dime tus síntomas — dijo el reptil quitando el estetoscopio de su cuello y sacando una pequeña lámpara de su bata. En cuanto se acerco al amarillo, este le dio un manazo y la contraria exclamo indignada.
—No hay tiempo para esos burdos procesos, mejor dame una de esas drogas preinscritas, para que acabemos con esto — recibió una mirada cansada por sus palabras, pero poco le importo.
—Mira Bill. Las cosas no funcionan así— dejó sus indumentos en una mesita al lado de la camilla y lo vio directamente —No puedo darte medicamentos si no tienes nada. Tus estudios tienen respuestas negativas a cualquier padecimiento y tu psiquiatra ya me está preguntando por ti — ahora era ella la que se cruzaba de brazos.
—¡Qué falta de profesionalismo! — este se paró en la camilla en busca de parecer más intimidante — ¡Tu trabajo es curarme y te ordeno que lo hagas ahora mismo! —
—Creo que necesitas más a tu terapeuta que a mí — murmuró la doctora, bastante hostigada de la actitud de su paciente.
Bill se volvió a sentar en su lugar, con claras intenciones de no irse en ningún momento, a lo que la médica quitó su postura derrotada. Esta rodó los ojos, haciéndole una seña para que le siguiera a su escritorio. La lagartija se posó en su lugar mientras el demonio la imitó en el lado contrario.
—Ok, veamos — comenzó a ojear el expediente del triángulo — Taquicardia, sudor excesivo, nervios, falta de aire.... — Callo, tras ver las fechas en las que vino a consulta. Estas caen en sábado, justo después de su horario de visita. El primer día pasó, el segundo podría ser una coincidencia ¿Pero hoy? Siendo el tercero, siguiendo la misma línea. Aquí había algo raro, estos síntomas le sonaban más a un enamoramiento que la enfermedad terminal que tanto profesaba su paciente.
—¿Siempre te sientes así después de tu hora de visita? — cuestiono en automático, sobresaltando al amarillo. Este se lo pensó bien.
— Si. Puede que estrella fugaz me haya contagiado con alguna extraña enfermedad de su dimensión — farfulló creyendo en la creciente idea de que la chica le pegó algo de la tierra.
—¿Estrella fugaz? — preguntó la doctora curiosa.
—Si, es el apodo de la chiquilla que viene a verme — respondió Bill al instante y casi sin pensar, este seguía absorto en las teorías que su mente estaba realizando.
—Oh, le pusiste un apodo — la médica sonrió con suavidad, por el tierno sobrenombre. —Bill, lo que tienes no es ninguna enfermedad — agregó tratando de no reír, obteniendo al fin la atención del demonio.
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"Mi camino" (MabelxBill)
FanficLa sensación de tocar su suave piel, el calor que le brindaba con un simple roce de sus manos lo estaba volviendo loco. Esa inaudita atracción que lo pone demente, afloraba algo desconocido, una paz que pensó haber olvidado hace siglos, la cual cre...