Renacer en Cybertron

Capítulo IV: Primus

En cuánto su cuerpo mecánico se unió a la AllSpark podía sentir como se desvanecía, causándole un dolor intenso. Solo podía ahogar sus gritos, pensó que esto sería más relajado, que incluso no sentiría nada. Pero se equivocó, este era el dolor más horrible que había experimentado nunca. Podía sentir como cada parte de el desaparecía, desde sus cables internos hasta sus servos. Cada átomo que lo componía, desaparecía y el podía sentirlo. Qué horrible experiencia.

Poco a poco dejo de sentir sus extremidades, era tan rara y desgarradora la sensación. No le deseaba esto a ningún otro ser vivo.

Poco a poco perdió la consciencia, hasta que sus ópticas se esfumaron y todo se oscureció. No sé escuchaba ni se veía nada. Sentía su propia presencia pero no podía percibir absolutamente nada, era como si existiera pero a la vez no. Siguió así unos cuantos breems hasta que una luz azulada muy brillante apareció golpeándolo de alguna manera. En cuánto choco con el, miles de sus recuerdos empezaron a hacerse presentes.

Cuando fue creado, las minas, D-16, Elita, Bee, Sentinel, Los Primes, la guerra, los Quintessons, la matriz, el planeta tierra, los humanos, Spike, Megatron, todo. Recordó absolutamente todo lo que había vivido y a quienes había conocido a lo largo de su vida. Era como si los hubiera vuelto a vivir, parecía ser que sería infinito, una y otra vez revivía sus memorias sin detenerse.

Hasta que todo se torno de un color desconocido, haciendo que abriera los visores asustado. Se encontraba en una especie de vacío donde predominaba el color, ¿Cómo blanco? Parecía ser ese color pero no estaba seguro ¿Tal vez transparente? Ni idea, era difícil describir este color. Nunca lo había visto, era muy único.

Miraba a su alrededor buscando a alguien más, pero parecía estar solo. No había señales de absolutamente nada en ese lugar, esto lo ponía inquieto.

Podía ver su cuerpo, alivianando un poco al mech aunque no podía sentirlo. No quería volver a experimentar lo de hace rato. De solo pensarlo, le daban escalofríos.

Trato de caminar hacía algún lado, aunque no podía decir con certeza que ese lugar tuviera "lados". Era demasiado confuso y extraño, se sentía como un lugar físico pero no sé podía percibir como uno.

— ¿Hola? ¿Hay alguien más?

Sin respuestas. Esto hizo sentir mucho más incómodo a nuestro Prime, se estaba desesperando con cada klik que pasaba. Parecía que estaría aquí en soledad de ahora en adelante, esto era peor que morir y eso que lo había hecho dos veces. El silencio era tanto que escuchaba sus propios pensamientos, los cuales a veces lo engañaban, haciendo que pensará que se trataba de alguien más hablándole. Esto haría que se volviera loco muy rápido.

— Optimus Prime

Vaya, sus pensamientos cada vez más sonaban como alguien más. Definitivamente su procesador estaba dañado.

— Es un gusto conocerte

Optimus se asustó y volteo a todas partes, definitivamente esos no eran sus pensamientos.

Por más que busco con la mirada no encontró a nadie. Qué rápido se había vuelto loco, o eso pensó hasta que esa voz volvió a hablar. Aunque no era una sola voz, más bien, eran como miles a la misma vez, era tan aterrador.

— No temas, no te lastimare hijo mío

Optimus sentía un pavor recorrer todo su cuerpo con cada palabra que escuchaba de esas voces, se puso en defensiva como pudo y se preparó para lo peor.

— ¿Quién eres? ¿Y qué es este lugar?

— Estás muerto Optimus, este lugar es solo una creación de tu procesador, en realidad no estás en ninguna parte pero al ser ese terminó desconocido para ti, tu procesador se encarga de darle alguna forma