Renacer en Cybertron

Capítulo VII: Reunión

Iacon estaba plagada de bots yendo de un lugar a otro con prisa, decoraban la plaza central de su ciudad ya que celebrarían el regreso de su líder y el nuevo comienzo de su amado planeta. Se haría una gran fiesta y todos tendrían 6 orns libres para descansar después de todo el trabajo que habían realizado éstos últimos quartexs.

La mayoría se encontraba ayudando a alistar los preparativos para la fiesta, se escuchaba todo un escándalo que iba desde regaños, pláticas y risas de los mechs. El ambiente era tan acogedor y alegre, era perfecto.

Después de groons y groons de guerra, por fin estaban en paz disfrutando de sus vidas como nunca antes. Si que era todo un final feliz para los Autobots... Pero, ¿Y para los Decepticons?

Ellos también eran cybertronianos que sufrieron las consecuencias del gobierno de Sentinel. La mayoría solo los ve como el bando malo o los villanos de la historia, pero no era del todo así.

Ellos realmente pensaban que su causa era la correcta, que le estaban haciendo un bien a su planeta y lograrían salvarlo. Sus intenciones nunca fueron malas, pero es muy fácil que un mal líder corrompa a sus seguidores hasta convertirlos en ...

Y Megatron ahora más que nunca era consciente de que el le había hecho mucho daño a sus compañeros y seguidores. Pero en especial a sus antiguos tres generales, por lo que el mech grisáceo se encontraba caminando por los pasillos de la cárcel provisional de Iacon cargando una cajita metálica que contenía un regalo muy especial para los bots que iba a ver, estaba decidido a hablar con ellos.

Deseaba enmendar las cosas, que no hubiera rencores y pudieran avanzar juntos al futuro. Sabía que no sería para nada fácil, estaba seguro de que sus compañeros lo odiaban por todo lo que les había hecho en el pasado, pero esperaba que todo saliera bien. Estaba muy nervioso, no sabía que iba a decir cuando los tuviera enfrente suyo, no estaba seguro de que sus disculpas arreglaran algo, tomando en cuenta lo que pasó con Bee.

Entendía la perspectiva del mech amarillo y lo que le quiso a dar a entender, pero, el realmente deseaba con toda su spark que sus compañeros más leales lo perdonaran. Aunque no lo crean, para Megatron ellos eran sus mejores amigos, pasar tantos groons a su lado había hecho que les tomará cierto cariño y apreciación... A su modo... Bueno, el caso es que quería poder tener una relación buena, sana y de amica endura con esos tres.

— Cariño, ¿Pasa algo? Te ves muy, rígido

El bot de ópticas rojizas salió de sus pensamientos para ver al mech que lo había llamado. Era su pareja, Optimus. Este último había decidido acompañar a Megatron, no quería separarse de su pareja ni un segundo. Además de que era consciente de que está reunión no saldría para nada bien y que el mech gris lo necesitaría cuando eso pasará.

Los dos mechs llevaban un buen rato parados enfrente de la compuerta que daba pasó a la sala donde se encontraban esperándolos.

Megatron bajo su mirada y con uno de sus servos acerco el brazo de su pareja para poder abrazarlo, tratando de buscar consuelo. Estaba sumamente inquieto, temblaba por los nervios, aún no se sentía listo para verlos.

Optimus se dió cuenta del estado de su acompañante, por lo que lo miro preocupado. Sabía que a Megatron le iba a costar mucho adaptarse de nuevo a la sociedad y más aún porque la mayoría lo veía como el temido Lord Megatron, quien podía matarte de la manera más sádica posible solo para poder desahogar su furia. Iba a ser todo un reto cambiar su imagen para que fuera aceptado, pero eso era problema para el Optimus del futuro.

El mech bicolor se acercó más a su pareja para poder acariciar su rostro con uno de sus servos tratando de calmar un poco a su contrario. Quien solo le dió una mirada triste.