Capitulo 13: Un Sábado De Amistad Y Recuerdos

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Era sábado y Sonic se levantó tarde, sintiéndose un poco cansado. Salió de su cuarto con el estómago rugiendo, demandando comida.

—Vaya, hasta que te despiertas, dormilón —dijo su mamá con una risita cariñosa. 

—Sí, el sueño me ganó —respondió Sonic, mientras se estiraba y bostezaba. 

—Siempre te gana el sueño, pero bueno... —su mamá sonrió mientras se dirigía a la cocina.

—¿Hoy vas a trabajar? 

—Sí, en un rato —contestó ella. 

—Ya veo. Me voy a mi cuarto —dijo Sonic, sintiendo que una siesta podría ser tentadora. 

Subió a su habitación con un bocadillo en la mano, decidido a disfrutar de algo para comer. Pero antes de que pudiera darle un mordisco, su mamá le gritó desde la puerta:

—¡Sonic, ya me voy! ¡Regreso en la noche! 

—¡Está bien, mamá! ¡Cuídate! —respondió él, aunque no recibió respuesta esta vez. 

El día transcurrió rápidamente y pronto se hizo tarde. Sonic se sentía aburrido y decidió enviarle un mensaje a su amigo Tails.  "Hola amigo, estoy aburrido. ¿Puedes venir a mi casa" escribió y envió el mensaje. 

Pasaron unos minutos hasta que su celular vibró. Sonic lo encendió y vio la respuesta de Tails:  "Hola, Sonic. Claro, ahorita voy."

Con una sonrisa en el rostro, apagó su celular y se fue a la cocina, listo para escuchar el "toco toc" en la puerta.  Y efectivamente, al poco tiempo sonó el timbre. Abrió la puerta y se encontró con Tails. 

—¡Hola, Tails! —dijo Sonic mientras le daba un cálido abrazo. 

—¡Hola, amigo! —respondió Tails, abrazándolo también con entusiasmo. 

—Pasa —le invitó Sonic mientras ambos entraban.  Se dirigieron al cuarto para platicar o jugar. Sin embargo, todo estaba tan callado que Tails decidió romper el silencio:

—¿Y qué pasó con Shadow?  —sonic hizo una mueca y chasqueó la lengua. 

—Nee... nada interesante.  

—¿No te ha mandado mensaje o tú a él? 

—No, ninguno de los dos. 

Tails frunció el ceño un momento antes de responder:  —Entiendo... ya ni sé cómo ayudarte.

Sonic suspiró y miró por la ventana.  

—Está bien, amigo. No te preocupes. Tal vez tengas razón... ¿Por qué debería enojarme con Shadow? Después de todo, él es mi vida entera. Desde el primer día que llegó a mi vida, se robó mi corazón de una manera que nunca imaginé. Recuerdo aquel instante mágico cuando se me declaró; era como si el tiempo se detuviera y mi corazón latiera con tanta fuerza que pensé que iba a estallar de felicidad. Cada mirada que compartimos está llena de algo especial entre nosotros; es como si nuestras almas estuvieran entrelazadas.

Tails sonrió ante la confesión de su amigo:  —Eso sonó un poco... cursi, ¿no crees? 

Ambos rieron juntos, disfrutando del momento ligero.

—Lo siento amigo —dijo Sonic con una sonrisa traviesa—Solo es que Shadow tiene ese poder de enamorarme con solo mirarme. 

Tails asintió comprensivo:  —Sí, ya me di cuenta.

Sonic cambió de tema rápidamente:  —¿Qué quieres hacer? ¿Jugar videojuegos?

—¡Sí! ¡Eso suena genial! 

Sonic puso un juego de carreras en la consola y pronto ambos estaban inmersos en la competencia virtual.

Las risas llenaban el cuarto mientras Sonic ganaba varias carreras seguidas.  Después de unas horas llenas de diversión y competitividad amistosa, Tails miró su reloj y frunció el ceño: 

—Me tengo que ir, Sonic. Nos vemos el lunes. 

Sonic lo acompañó hacia la salida para despedirse nuevamente. Ambos compartieron un apretón de manos firme y sincero. 

—Adiós —dijo Sonic con una sonrisa nostálgica.

—Adiós —respondió Tails mientras salía por la puerta.

Una vez que Tails se fue, Sonic entró nuevamente a su habitación y se dejó caer en la cama cansado pero feliz. Cerró los ojos y pronto cayó en un profundo sueño

Continuará...

Continuará

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