5.Capítulo

3.6K 149 3
                                    

Llamaron al timbre. Me levanté y abrí la puerta. Allí ne encontré a dos chicos de nuestra edad. Uno era rubio, alto y de ojos azules, el otro era moreno y de ojos azules y verdes, también alto.

-Chicos esta es mi amiga Laia.

-Hola.

-Laia estos son Calum y Cameron.

-Encantado- dijo el moreno. Creo que ese era Cameron.

-Lo mismo digo- dijo el rubio.

Estubimos toda la tarde en la piscina. Cogí mucha confianza con los dos chicos y con Carla. Eran un amor de personas.

Ya era tarde y todos se quedaron a cenar. Pedimos unas pizzas y decidimos poner una peli.

-¿Cual quereis ver?

-¡Una de miedo!- saltaron los chicos.

-¿Carla?

-Me da igual.

Pusimos la peli y yo fui a preparar palomitas. Iba a coger un cuenco pero no llegaba, me puse de puntillas pero antes de llegar a cogerlo unas manos chocaron con las mías y se adelantaron a cogerlo.

-Gracias.

-De nada. ¿Te ayudo?

-Claro.

-¿Desde cuando os conoceis Carla y tu?

-Desde hace nada, soy nueva. ¿Y tu y cameron?

-Desde pequeños hemos sido mejores amigos. Ibamos juntos a clase.

Después de hablar un rato Calum se fue a ver la película y 5 minutos después estabamos todos en el sofá viendo la peli y comiendi palomitas.

En medio de la peli mi móvil empezó a sonar.

-¿Que pasa mama?

-Cariño tu padre y yo nos vamos a dormir a casa de unos amigos. Te quedas sola en casa pero no hagas de las tuyas ¿vale?

-Vale. ¿Se pueden quedar a dormir unos amigos?

-Si.

-Gracias mama. Os quiero.

Volví al salón y Carla y Cameron estaban acurrucados en un sofá durmiendo. Calum estaba en el otro observandome con una sonrisa.

-¿Os quedais a dormir?

-Vale. Creo que ya sabemos donde van a dormir estos.

-Si- sonreí.

Calum y yo pusimos otra peli pero a la media hora me quedé dormida.

A la mañana siguiente

Abrí un poco los ojos y pude ver que Cameron y Carla seguían durmiendo en el sofá. Giré un poco la cabeza y ví a Calum apoyado en mis piernas.

Sonreí y me levanté con cuidado para no despertarles. Fui a la cocina a preparar tortitas. Unas manos se posaron en mi cadera y apoyó su cabeza en mi hombro.

Hasta el fin de mis días {Calum Heaslip}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora