Cuando me levanté, ya eran las siete y media. Me aseé, me vestí y salí listo para desayunar e irme. Ame me acompañó hasta que pude visualizar el instituto bien de cerca y se marchó despidiéndose esta vez con un beso en la frente, algo bastante raro en ella. Entré en el instituto y anduve torpemente por los pasillos hasta dar con mi clase. En la puerta estaban los más puntuales. Entre ellos estaban Alba y su hermano, Liam (si recuerdo bien). Alba me divisó de reojo y salió corriendo a recibirme como quien recibía a su amigo del alma.
-¡Hola! ¿Preparado para atibórrate a tarea?-bromeó, graciosa, y con una amplia sonrisa enseñando sus colmillos. Hay que ver la energía que tiene esta chica por la mañana, cualquiera la hace callar. Que entusiasmo para ser primera hora-. Ayer le conté a Liam lo de Stephen King y se quedó flipando. ¡Ah! Espera, que os presento. ¡Li!
Su hermano se giró y vino hacia nosotros. Ambos se parecían muchísimo. Tenían hasta la misma cara, solo que ella la tenía más redonda. El pelo de Liam estaba peinado con una raya al lado y le descendía en capas cortas hasta la mitad del cuello. La parte de adelante la tenía corta, con un flequillo por encima de los ojos dividido en dos mechones en punta, al contario que Alba, que su capa más corta era desde la mejilla. La parte de atrás era larga, y le llegaba hasta el hombro. El pelo era rebelde, como el de su hermana, con varios mechones más cortos que otros dándole un aire de típico peinado anime. Sus ojos eran marrones como los de ella, pero su mirada era más amable y tímida, menos feroz. Eran de la misma estatura, aunque sólo unos centímetros más alto que su melliza. No tenía casi lunares en la cara, muy diferente a Alba, que podías perderte contándolos. Vestía con unos vaqueros azules claros y unas botas negras. Llevaba una sudadera abierta rojo granate y una camiseta blanca con una imagen de Tanjiro y Nezuko muy chula.
-Li, este es Yuri. Yuri, mi hermano Liam.
Ni se molestó en presentarme con mi nombre. ¿Será que me ha cogido confianza?
-Hola-saludó tímido. Su voz era muy similar a la de ella pero unos matices más graves.
-Hola, encantado-respondí con un movimiento leve de cabeza.
-¿Eso es una sudadera de Assassination classroom?-dijo al ver mi ropa.
-Sí.
-¡Me encanta ese anime!
-Hai? Es un anime muy bueno. Y, en mi opinión, Karma es el mejor.
-¿Te gusta Karma?-exclamó con la misma ilusión que puso Alba ayer-.Oye, no me lo robes ¿eh?
-Ya veremos-bromeé, intentando sonar gracioso.
-A mí me da igual. Yo estoy enamorada de Koro-sensei-aclaró Alba, sonriente y con confianza en su respuesta.
- Déjala en su mundo ¿Y Nagisa?-preguntó él.
-¡Eh!-protestó ella.
-Estoy entre los dos-respondí-.Pero eso sí, sin sonar mal, creo que Kayano sólo quiere estar con Nagisa.
-¿A que sí? Chupa pantallas-pronunciaron a la vez sin querer. Nos reímos al unísono y continuamos hablando hasta que sonó el timbre y entramos en clase. Me senté en mi mesa, aún conversando con ellos desde mi asiento. Liam de pie en la mesa de Alba, ella sentada y entre dos conversaciones; la del chico del teatro con sus amigos y la nuestra, y yo en mi silla sentado del revés. La profesora llegó e indicó que la clase iba a comenzar. No os voy a aburrir con la clase de Lengua a primera hora, que por cierto, era con Rosa. Sí, la tutora escandalosa de antes. Ella. Os acordáis ¿verdad? Os podéis imaginar la clase que tuvimos.
Después de un rato de práctica y explicación, nos mandó a hacer un ejercicio en parejas. Como Alba se había puesto con su amigo, decidí que era momento de hablar con el chico que estaba, desde mi primer día, ayer, al lado mío.
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Un ángel
Teen FictionYuriko hace un viaje inolvidable por su cumpleaños a su país favorito, España. Pero, gracias a su torpeza y penoso sentido de la orientación se pierde en plena Navidad en el centro de Madrid. Creyendo que no lo podía pasar peor, se mete en problemas...