Como ya he comentado antes, y por si no ha quedado del todo claro, soy un fanático de la cultura española. No sé si allí habrá gente fanática de la cultura japonesa o fanáticos de su propia cultura ¡Qué sé yo! Pero ojalá haya un fanático de su propia cultura y así poder tener alguien con quien hablar. ¡OJALÁ!. Vale, me he dado cuenta de que a veces me paso un poco con la emoción. Os vais a tener que acostumbrar porque me sale de forma natural, (de nuevo, la genética). ¡Ah! ¡Por cierto! Se me olvidó destacar que sí, sé hablar español, ¡Para que luego os quejéis! ¿Qué por qué? Vaya confianza tenéis en mí. En un capitulo ya me habéis subestimado casi dos veces. Así que ya estamos en paz con lo de antes. Pero no os prometo nada de no volver a chillar, que yo soy así, y más si es sobre España. Bueno, es cierto que antes no tenía ni idea de hablar español (es mucho más difícil de lo que pensáis). Verme intentándolo es como escuchar a un gato maullar después de haberlo atropellado un camión. Y lo peor es que el gato sonaría mejor que yo, eso darlo por hecho. Gracias a que mi hermana estudia en Madrid, (que por cierto, no os lo había dicho pero se llama Ame), aprendí el idioma fácilmente y, sí, era más complicado de lo que me imaginaba ya que cada región tenía su acento o su coletilla o incluso su particularidad. ¡En Cádiz hablan casi siempre diciendo picha! Mi madre me estuvo llamando así por meses, y me daba una vergüenza increíble. Referirse a la gente con un órgano reproductor masculino...Qué raros son los de España...
Ahora, hablo considerablemente el idioma y seguramente haría de guía para mis padres, que sabían lo mínimo de España. Si sabían algo, era porque me llevaba día sí y día también hablando de España y su cultura. Admitido, soy un espoku ¿espoku? ¡Espoku! ¡Eso es! Así me voy a llamar. Fijaros que es hasta adictivo, espoku, espoku... ¡espoku! Vale, vale, ya paro. Si es que soy muy pesado y cuando me engancho en algo ya no hay quien vuelva a coger el hilo. Perdón, pero es que... ¡Me he inventado una nueva palabra! ¡Yo solito! Tenéis que estar muy orgullosos de mí. Si es que aprendéis más conmigo que en el instituto.
Pero no os va a salir gratis ¿eh?
Puede que aún no le haya cogido el truco al tema de escribir un diario. Es la primera vez que escribo uno y tampoco es que se me dé bien expresar mis sentimientos como todos aquellos que escriben de verdad un diario. Aunque este es diferente, porque es el diario de mi viaje a España, y es especial, muy especial. Por eso, voy a darlo todo en hacer esto bien y empezar a relatar mi gran semana en España. Si es que consigo empezar sin desviarme...
El día que nos marchábamos me había levantado muy temprano para organizarlo todo. Me encerré en mi habitación dispuesto a preparar la maleta, una maleta para una semana entera. El problema es que yo odio hacer maletas. Se me daba fatal. Yo quería llevarme de todo y todo no cabía en una maleta tan pequeña. Sí, pequeña, porque mi madre es de esas que prefieren reutilizar cosas viejas antes que comprar una maleta más grande. Cosas de madres, seguramente. O cosas de mi madre. No voy a meterme en ese tema. Yo intentaba que todo entrara, comics incluidos por si tenía un ratito libre, pero no había manera .Y gracias a mi torpeza, al intentar meter los comics, todo lo guardado anteriormente (a presión, por supuesto) salió volando por los aires. El trabajo de más de una media hora, a la basura ¡Si es que mi torpeza no tiene límites! Lo peor es que del susto de que saliera la mayoría de la ropa disparada por la presión a la que la había metido tiré los comics y cayeron desperdigados por el suelo.
-Ojalá que ninguno se haya roto -deseé en voz alta, recogiendo y comprobando que todo estuviera bien. Si se rompe alguno, me da algo. No soy exagerado, sólo que valoro demasiado las cosas.
-¿Qué ha sido ese ruido?-Mi madre se asomó a mi habitación por la puerta entreabierta-. ¿Ya has tenido que tirarlo todo? Hay que ver lo torpe que llegas a ser.- Se agachó para ayudarme a ordenarlo todo de nuevo, algo cansada por el tema de la preparación del viaje-. ¿Qué haces con los comics? Te he dicho que no te los lleves, a ver si los vas a perder. Además, no caben en la maleta.- Cogió algunos y los dejó en mi estantería.
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Un ángel
Novela JuvenilYuriko hace un viaje inolvidable por su cumpleaños a su país favorito, España. Pero, gracias a su torpeza y penoso sentido de la orientación se pierde en plena Navidad en el centro de Madrid. Creyendo que no lo podía pasar peor, se mete en problemas...