Pasaron los días, y poco a poco, Ford y Bill se volvieron más cercanos, aunque el humano sabía que no debía bajar la guardia. Sin embargo, cada vez era más difícil resistirse a las pequeñas atenciones de Bill. Ya no era solo el caos, también había momentos tranquilos, como los juegos de ajedrez o las charlas mientras tomaban té.
Pero entonces, una noche, Ford lo notó. El cambio en la actitud de Bill. Estaba inquieto, no dejaba de moverse mientras lo abrazaba en la cama.
—¿Qué te pasa? —preguntó Ford, girándose ligeramente para mirar al demonio.
Bill dejó escapar un suspiro largo y pesado, su usual sonrisa desaparecida. —Falta un solo día —Su voz sonaba extrañamente vulnerable. —Y no quiero que te vayas.
Ford frunció el ceño, su corazón latiendo un poco más rápido al escuchar la confesión.
- ¿Un solo dia y ya puedo irme? ¿Tan rápido pasó?
- Si... el tiempo aquí es una cosa de locos. Ni yo lo entiendo a veces.
El demonio estaba cabizbajo y triste. Algo sumamente extraño en el. Ford se acercó y le puso una mano en el hombro.
—Bill, ya sabíamos que esto tenía un final. No puedes retenerme aquí para siempre.
Bill apretó los labios, su expresión más seria de lo habitual. —No quiero perderte. —La sinceridad en su voz era innegable, algo raro en él. —Me gustas aquí, conmigo. Tenerte solo para mí... —Su mano acarició el cabello de Ford con suavidad. —No quiero que vuelvas con ellos.
Ford tragó saliva. Sabía que, en el fondo, Bill lo decía en serio. El demonio, por más egoísta que fuera, no quería verlo partir.
—Bill, quiero ver a mi familia. —La voz de Ford fue firme, aunque no podía ignorar el nudo en su estómago.
—¡Puedes verlos en sueños! —Bill replicó rápidamente, desesperado. —Podemos hacer que sueñes con ellos, es casi lo mismo.
Ford lo miró con seriedad. —No, no es lo mismo. Necesito estar con ellos de verdad, en el mundo real. Protegerlos, cuidarlos, amarlos....
Bill frunció el ceño, sus ojos dorados brillando con una mezcla de frustración y miedo. —No quiero perderte, Ford. —repitió en voz baja, casi susurrando.
Ford cerró los ojos por un momento, sopesando sus opciones. Sabía que no podía quedarse en el Mindscape para siempre, pero tampoco quería romper por completo lo que tenían ahora. No supo en que momento Bill había comenzado a llorar mientras el humano lo consolaba en silencio acariciando su espalda.
- Bill... voy a irme, pero no voy a dejarte. Que ame a mi familia no significa que te ame menos - le susurró acariciando sus cabellos dorados.
Bll lo mira mordiéndose el labio.
- Tu familia me odia ¿y si hacen que me odies de nuevo?
- No lo harán.
- Nunca me aceptarían.
- Eso... no me importa. Si me aman, tienen que entender esto. Sabes que ya soy tuyo...
- ¡Pero no vas a estar todo el tiempo conmigo como ahora!
Ford lo toma del rostro con seriedad.
- Tienes que aprender a compartir. El amor no es posesión Bill.
- ¡Para mi si lo es!
El humano suspira cansado.
- Bill... lo que sea que "esto" - se apuntó a los dos - Sea... no va a terminar.
- ¿Enserio?
- Si... Y ¿recuerdas la grieta?
- Podemos hablar por ahí también...Sería como nuestro "teléfono"
- Si... tienes razón.
Hubo un leve momento de silencio.
—¿Qué te parece si hacemos un trato más formal? —sugirió Ford finalmente, abriendo los ojos para mirar a Bill - Un "mini trato"
El humano le ofreció su meñique y Bill lo miró.
- Vas a venir a verme en sueños todas las noches. De aquí hasta el fin de los tiempos. ¿Me lo prometes?
—¿Te veré en sueños todas las noches? —repitió lentamente, como si estuviera considerando cada palabra.
—Sí. Así no tendrás que despedirte de mí para siempre. Y tú prometes cumplir ese trato —Ford lo miró, esperando su reacción. Bill por fin sonrió.
—Sixer, siempre tan diplomático. —Le guiñó un ojo. —Me gusta esa idea.
Ford dejó escapar un suspiro de alivio, aunque sabía que hacer tratos con Bill nunca era tan sencillo como parecía. Pero cuando unieron sus meñiques una pequeña llama azul iluminó sus rostros.
—Trato hecho, Sixer. —Bill se inclinó hacia él y lo besó suavemente en los labios, sellando su acuerdo a su manera.
Y así pasó aquel último día. Bebieron té, jugaron al ajedrez y se quedaron viendo distintas constelaciones juntos con un telescopio que Bill le había regalado a Ford.
De repente un reloj sonó marcando la medianoche. Ya había terminado el dia. Ambos se miraron sonriendo con tristeza.
- Creo que ya debo irme. Te veré cuando vuelva a dormir ¿Podrías despertarme con tus poderes?
Bill tuvo que contenerse para por fin dejarlo ir. Sonrió con una tristeza infinita y le acarició el rostro. Besó a Ford en la comisura de los labios con dulzura.
- Adiós, Fordsy. Hasta pronto.
Y luego de seis meses... despertó.
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𝕸𝖞 𝖍𝖊𝖆𝖛𝖊𝖓, 𝖞𝖔𝖚𝖗 𝖍𝖊𝖑𝖑. (🇧🇮🇱🇱🇫🇴🇷🇩)
Fanfiction¿SEIS MESES JUNTO A BILL CIPHER? Adaptación del mito de Hades y Persefone. Donde Ford, luego de probar el fruto prohibido de granada es obligado a estar seis meses junto a Bill, su ex amante y actual enemigo. Lo que para Ford era el mas aterrador...