Cómplices

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Julio César empezó a cuidar a Aurora, la empezó a hacer sentir valorada, importante, comprendida, querida y sobre todo apoyada.
Aurora sentía a Julio César más cercano y que su cariño hacia el cada día era más grande.
1 año después
Era el medio día, Aurora iba llegando a la empresa. Estuvo algunos días de viaje al norte del país. Cuando Julio César la vió llegando a recepción se le iluminaron los ojos.
Julio César: ¡Aurora!. (Feliz).
Aurora: ¡Hola, Julio!. (Alegre).
Aurora se acercó a Julio César y le dió un abrazo. Julio César le dió un beso en la mejilla y Aurora sonrió.
Julio César: cómo estás?.
Aurora: muy bien, cómo estás tú?.
Julio César: bien, me da mucho gusto verte.
Aurora: y a mí.
Julio César: como te fue en Sonora?.
Aurora: bien. O bueno, ni yo sé cómo me fue, pero bueno, tienes algo nuevo para mí?, alguna información de privilegio.
Julio César: Jezabel quiere traer un socio.
Aurora: otra vez?
Julio César: sí.
Aurora: ay nooo.
Julio César: aún no es un echo. No ha propuesto a nadie. Solo te lo digo para que no te sorprendas.
Aurora: esque durante estos años han sido varios sus intentos.
Julio César: pues sí pero siempre te sales con la tuya.
Aurora: y como somos cómplices tu me vas a ayudar verdad?. (Entre risas).
Julio César: ya sabes que sí. (Dijo con una gran sonrisa).
Aurora: jajaja. Vamos a mí oficina, quiero ponerme al corriente con todo.
Julio César: sip.
Aurora entró a su oficina y Julio César fue detrás de ella.
En la oficina de Jezabel
Jezabel estaba trabajando en su computadora y revisando unos papeles y Demián estaba hablando le de Helena.
Demián: mamá, quiero traer a Helena a trabajar aquí como directora de marketing y mi tía no está de acuerdo. El puesto está bacante.
Jezabel: ya hablaste con ella?.
Demián: si, desde antes de que se fuera de viaje se lo dije y ayer en la noche volví a hablar con ella pero se negó.
Jezabel: ¡Bueno entonces contrata tú a helena y san se acabó!. ¡Ahora déjame trabajar y sal de mi oficina por favor!. (Impaciente).
Demián respiró profundo.
Demián: mamá, tú me diste esa idea.
Jezabel: ya lo sé Demián pero no tengo tiempo para eso. Tú has lo que sea necesario. Estoy ocupada con otra cosa.
Demián: está bien.
Demián salió de la oficina y Jezabel siguió trabajando.
En la noche, en la oficina de Aurora
Aurora  y Julio César estaban sentados en el sofá blanco.
Julio César estaba guardando unos papeles en su portafolios. Aurora lo miró y le sonrió.
Julio César se dió cuenta de la mirada de Aurora y también sonrió.
Julio César: que pasa?.
Aurora: tengo tanto que agradecerte. Siento que te debo tanto.
Julio César: no, no me debes nada. No tienes nada que agradecer. Ha sido un gusto ser su abogado, señora Campero. (Serio).
Aurora: uy, que serio.
Julio César: jajaja.
Aurora puso sus manos encima de las manos de Julio.
Aurora: Si tengo mucho que agradecerte, porque aparte de ser mi abogado, te has convertido en un apoyo para mí, bueno, más que eso, eres mi cómplice.
Julio César: y pensar que hace dos años te enfrentabas a mí por no confiar en mí.
Aurora: ay, ya ni me digas.
Julio César: bueno, por lo menos ahora sabes que puedes ver en mí a un amigo, a un aliado, a un cómplice.
Aurora: cómplices. Porque eso has sido para mí, un cómplice. Gracias por haberme tenido tanta paciencia.
Julio César sonrió y Aurora se puso de pié.
Aurora: yo creo que ya es suficiente por hoy. Ya es tarde y mañana me tengo que levantar muy temprano para ir a las flores.
Julio César: a las flores?, ¿Para qué?.
Aurora: mañana es el aniversario luctuoso de mi papá.
Julio César: Aurora, ¿Me dejas acompañarte?. No me gustaría que fueras sola.
Aurora: si está bien. Me parece muy buena idea.
Julio César: entonces paso por tí a tu casa a las 10 de la mañana está bien?.
Aurora: perfecto.
Al día siguiente
Aurora y Julio César llevaban un rato en la carretera. Aurora se había quedado dormida mientras Julio César manejaba.
Mientras iba conduciendo volteaba a verla de vez en cuando. Se miraba tan hermosa dormida, se veía tan tranquila.
Julio César: Te amo Aurora. Si supieras cuánto...

Ya con este me despido. Este fue el último capítulo de esta pequeña historia “Conociendo al destino” espero les allá gustado mucho y gracias por leerla.
Habrá una continuación que se llama
“Desafiando al destino”, ya está en mi perfil.

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