Amantes

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Julio César y aurora iban llegando a recepción.
Julio César: como va el pie?.
Aurora: mejor, gracias. Ya me urgía venir a trabajar, en mi casa me aburro mucho.
Julio César: si pero también te hacía falta descansar.
Aurora: sí. Pero...
Justo en ese momento Jezabel llegó con Patricia Gil.
Jezabel: Aurora, quiero hablar contigo.
Patricia: ¡Buenas tardes!.
Cada vez que Aurora veía a Patricia era como si le dieran una patada en el estómago.
Aurora: ¡Ay no!. (Frustrada).
Aurora intentó irse pero Patricia tomó la palabra.
Patricia: mira nada más, si es Aurora y su amante.
Aurora y Julio César se voltearon a ver con mil preguntas y no les quedó más que reírse del comentario tan descabellado de Patricia.
Jezabel: ¡Patricia!.
Patricia: El otro día lo ví en la casa de Jezabel pero no me dijo su nombre. ¡Aurora!, ¿No nos presentas?. (Sonríe con picardía).
Aurora: ¡Ay claro, Patricia!. ¡Te presento a mi amante!. (Sarcásticamente).
Julio César: ¡jajaja!. ¡Aurora, por favor!.
Aurora: ¿Qué?.
Aurora asintió que no con la cabeza mientras se reía burlonamente ante la situación.
Patricia: ¿Y de dónde lo sacaste?.
Aurora: ¿Por qué la curiosidad?, ¿Quieres uno?.
Patricia: no, yo estoy muy feliz en mi matrimonio.
Aurora: me doy cuenta. (Sarcásticamente).
Patricia: Tú qué eres tan persinada, tan pura y casta por eso me da curiosidad.
Aurora: ya vez, lo que puedes lograr con mucha inteligencia y educación. (Sonriente).
Jezabel se rasco la entre ceja y sonrió al ver qué Patricia no se daba cuenta que le estaban tomando el pelo.
Julio César: en realidad, soy el abogado de las hermanas campero y también de esta empresa.
Patricia: y...¿Fuiste primero su abogado o su amante?.
Julio César: ¿Perdón pero, de dónde sacó eso?.
Patricia: lo de que son amantes?. Por qué el otro día estuvo en el cuarto de Aurora, usted iba bajando las escaleras con Jezabel, ¿Se acuerda?.
Julio César: no es lo que piensa.
Aurora: no te desgastes tratando de darle explicaciones a gente tan hueca.
Julio César: dame un momento. Yo soy Julio César Rey, solo soy el abogado.
Patricia: Julio César Rey?. Usted es el abogado de mi marido?, el que me ha estado enviando demandas de divorcio.
Julio César: (silencio).
Aurora volteó a ver a Julio César, no tenía ni idea que Julio César fuera abogado de Antonio Murrieta.
Minutos después
En la oficina de Aurora
Aurora puso su bolsa en el perchero y Julio César dejó su portafolios en el escritorio de Aurora.
Aurora: No me habías dicho que eras abogado de Antonio Murrieta.
Julio César: te molesta?.
Aurora: me molesta que no me lo allas dicho.
Julio César: porqué?.
Aurora: somos amigos no?.
Julio César: pero antes que tú amigo soy tu abogado, ¿No es así?.
Aurora: si pero...(Nerviosa).
Julio César: a tí no te molesta que no te lo allá dicho, te molesta que sea abogado precisamente de ese hombre, de Antonio Murrieta.
Aurora se dió  la vuelta agarrándose el pelo y le dió la espalda a Julio.
Julio César: el tan solo echo de escuchar su nombre te pone triste.
Aurora: pues sí, sí. El es una de las personas que más daño me ha echo.
Aurora volteó a ver a Julio César.
Julio César: entonces ,¿Todavía lo amas?, ¿Por eso te sigue doliendo?.
Aurora suspiró y asintió que no. Julio César puso su mano izquierda en la mejilla derecha de Aurora con mucha  delicadeza y la miró a los ojos.
Julio César: ¿Que te hizo?,¿Que te hicieron?.
Aurora suspiró con los ojos un poco tristes y llorosos.

Conociendo al destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora