Sucios Pensamientos

Arriesgarlo todo

El calor que emanaba de Felix era embriagador. Sentirlo tan cerca, respirando el mismo aire, era una tortura dulce que Hyunjin no sabía cómo manejar. Cada fibra de su ser gritaba por más. Era como si su piel ansiara la cercanía, como si su corazón latiera solo para esos momentos con él. 

Había intentado ignorar lo que pasaba dentro de él, ponerle nombre a esa turbulencia que se despertaba cada vez que Felix estaba cerca, pero ahora todo era claro, demasiado claro. El roce de sus manos, el contacto de sus frentes, la mirada intensa y sin juicio que le devolvía Felix... todo alimentaba algo oscuro, algo que Hyunjin había enterrado por miedo. 

Mientras sus dedos rozaban la piel de Felix, no pudo evitar pensar en cómo sería cruzar esa línea que los separaba. No con un gesto dulce, no con una caricia tímida, sino con el hambre que lo consumía. El deseo lo envolvía como una corriente imparable, y Hyunjin sintió que estaba al borde de hacer algo que no sabía si Felix podría aceptar. 

Felix lo miraba con esa dulzura característica, pero había algo más en sus ojos. ¿Era solo su imaginación o había un brillo, una chispa que respondía a su intensidad? Hyunjin notó cómo la respiración del menor se volvía un poco más pesada, cómo el silencio entre ellos se llenaba de una tensión palpable que parecía retumbar en sus oídos. 

"—Felix…" murmuró, su voz quebrada por las emociones. No sabía qué quería decir, pero necesitaba llenar ese espacio con algo, cualquier cosa. Pero Felix solo sonrió, esa sonrisa calmada y segura que parecía decirle que no tenía que fingir. 

¿Por qué él tenía que ser tan perfecto?

Hyunjin se inclinó, sus labios peligrosamente cerca del cuello de Felix. Sentía el leve perfume que siempre llevaba, un aroma que ahora lo volvería loco cada vez que lo percibiera. La tentación de morder, de reclamarlo de una manera que ni siquiera podía justificar, lo golpeó con fuerza. 

Pero se detuvo, apretando los puños contra sus propios muslos. El autocontrol era una cadena que lo mantenía atado, aunque cada segundo se hacía más difícil sostenerla. Cerró los ojos e inhaló profundamente, tratando de calmar el caos dentro de él. 

Fue entonces cuando sintió los dedos de Felix en su barbilla, suaves pero firmes, obligándolo a mirarlo a los ojos. El contacto le quemó de una manera deliciosa, y cuando volvió a abrir los ojos, la expresión en el rostro de Felix lo desarmó por completo. Había algo más ahí, algo que nunca había visto antes. 

"—No tienes que contenerte conmigo, Hyunjin." 

La voz de Felix era baja, como un susurro que llegó directo a su alma. Y ese fue el final de su resistencia. 

Hyunjin se movió antes de poder detenerse. Una de sus manos se enredó en el cabello de Felix mientras la otra se aferraba a su cintura, acercándolo tanto que no quedaba espacio entre ellos. Sus labios se encontraron, no con la suavidad que había imaginado tantas veces, sino con una desesperación cruda y honesta. Era como si todo lo que había estado guardando saliera de golpe, inundando cada rincón de su cuerpo. 

El beso era una mezcla de todo lo que no se habían dicho, de todo lo que habían reprimido. Era exigente, necesitado, y cuando Felix respondió con la misma intensidad, Hyunjin sintió que podría perderse en él para siempre. 

Las manos de Felix lo agarraron por la camisa, atrayéndolo aún más. Hyunjin apenas podía respirar, pero no le importaba. Lo único que quería era más. Su mente estaba llena de pensamientos que nunca había permitido salir a la superficie, imágenes y sensaciones que lo hacían arder por dentro. 

Cuando finalmente se separaron, sus respiraciones eran entrecortadas, y ambos se miraron, con los labios hinchados y los ojos llenos de algo que no necesitaba explicación. Hyunjin quiso hablar, pero Felix fue más rápido. 

"—No pienses tanto, Hyun." 

El tono de Felix, suave pero lleno de un nuevo tipo de autoridad, lo hizo estremecerse. Hyunjin se dejó caer contra él, apoyando su frente en su hombro mientras trataba de recuperar la cordura. Pero era inútil; la semilla estaba plantada, y ahora crecía con fuerza dentro de él. 

"—No tienes idea de lo que haces conmigo," confesó Hyunjin, su voz apenas un susurro. 

Felix rió suavemente, acariciándole la espalda como si entendiera perfectamente el peso de esas palabras. "—Quizá sí lo sé," respondió, y Hyunjin levantó la cabeza, sorprendido por la seguridad en su tono. 

Los ojos de Felix brillaban, pero esta vez no era solo dulzura. Había algo más profundo, más oscuro, algo que parecía retar a Hyunjin a perderse aún más en él. 

Y en ese momento, Hyunjin supo que no había vuelta atrás. 

El deseo, el miedo, la euforia... todo se mezclaba en un cóctel que lo hacía sentir vivo de una manera que nunca había experimentado. Sabía que esto era peligroso, que se estaba adentrando en un terreno desconocido. Pero con Felix ahí, mirándolo de esa forma, estaba dispuesto a arriesgarlo todo. 

𐔌𐔌 🎧 ׁ   ִ  Yul𝗶͟ L𝓤𝗹𝗶͟ ᵎᵎ݁ᵎᵎ݁  ੨ 𝗓 𐰁
 
   :  ㅤㅤ꒰  💭  ꒱

Aquí comienza la maratón espero les guste este capítulo.