capitulo 4

26 1 0
                                    

4

Varios minutos después de caminar hacia mi casa llegamos y dijo

-Mei, are que no te arrepientas de esta decisión

Intente disimular lo incomoda que me sentía, y lo confundida que estaba después de esa decisión, pero no podía decirle como me sentía, se veía tan feliz y yo no podía dañar el momento, así que dije lo que pensé que quería escuchar

-No me arrepentiré, pero ya me tengo que ir ha sido un día muy pesado y creo que necesito descansar

-Es verdad princesa, descansa y mañana nos vemos

-Gracias, nos vemos mañana

Al día siguiente me desperté muy temprano antes de que Emiliano me viera y fui a casa de Raquel

-Mei, por el amor de Dios tienes unas ojeras terribles- dijo Raquel

-Jajaja, pues tu no quedas atrás te vez te-rri-ble!!!

Reímos hasta más no poder, eso hizo que nos olvidáramos por un momento lo ocurrió ayer, mientras comíamos un pastel de mantequilla con crema de naranja delicioso, de pronto me pregunto

-Mei, hasta cuando vas a pensar en Fausto?- dijo metiéndose un pedazo de pastel a la boca

-No lo sé, por más que me haya hecho daño, fue una parte importante de mi vida, pero a lo mejor con Emiliano es distinto

-Emiliano??

-Sí, empezamos a salir ayer.. Lo único que espero es haber tomado la decisión correcta

Mi mejor amiga emocionada dijo

-¡!¡Enserio!!??, me alegra mucho que por fin te hayas abierto a tener una relación con otra persona en vez de pensar en Fausto siempre.

-Gracias...espero no volver a pasar por lo mismo, mi corazón ya no resistiría una dosis de la misma medicina, aunque tengo muchas dudas sobre lo que pueda pasar después.

Luego de varias horas salí de casa de Raquel, y fui directamente en mi casa, me dio mucha risa ver a Emiliano sentado frente la entrada de mi casa.

-Cuanto tiempo llevas esperando ahí??- sonreí

-No importa el tiempo, lo que importa es que tú ya estás aquí

Me agarro del brazo y me abrazo muy fuerte, tan fuerte que sin muchas vueltas al asunto tuve que decir

-Emiliano, necesito respirar

-Lo siento princesa, pero es que estoy feliz de verte

Es muy tierno y sus palabras son una dulce melodía, pero no sé por qué no lograba que me estremeciera, supongo que lo que me hizo Fausto todavía me hacía daño en lo muy profundo de mí ser

-Mei, que estás pensando??

-Nada, solo que me parece irreal todo esto

-Amor, no es irreal y créetelo de una vez, además yo prometí enamórate y lo lograre.

El estresante chico de los ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora