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La fecha pactada para la apertura se acercaba y yo esta con más ímpetu ensayando, Emiliano durante los días de ensayo quiso acompañarme pero yo me negué, quería que fuera una sorpresa, el solo sabía de una canción y ni se imaginaba de la otra.
El antepenúltimo día a la presentación decidí no ensayar y salir con Raquel a comprar un vestido para la presentación, Raquel tenía muy buen gusto pero el problema era que cuando salía con ella caminaba tanto que terminada la jornada de comprar acababa prácticamente muerta.
Sabiendo lo que me esperaba, fui al centro comercial, ingresamos a varias boutiques y vimos muchos vestidos pero ninguno me gustaba o le gustaba a Raquel.
Después de tanto buscar encontramos el vestido perfecto, era largo, de color blanco, de un solo hombro y con pedrería en el escote, me lo probé y me quedaba como guante, era ideal.
Después de la tarde de compras con Raquel pensé que terminaría muy cansada, pero fue todo lo contrario, termine con mucha energía y con muchas ganas de practicar.
