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Al día siguiente como todos los sábados fui al supermercado para comprar lo que necesitaba para hacer la cena. Y ya en el supermercado escuche que alguien dijo.
-Ahora pienso que la que me sigue eres tú.
Reconociendo la voz, gire mi cuerpo y dije.
-No lo creo tengo mejores cosas que hacer, te lo aseguro
Y cogiendo una lata de espárragos camine hacia la caja para cancelar lo que llevaba de un brinco el chico estresante estuvo de tras de mí y dijo.
-No te enojes, te invito un helado que dices??
-No gracias, tengo que preparar la cena.
-Pero es solo un momento. Por favooooorrrrrrrrrr!!!!
Su insistencia me estaba comenzando a molestar, así que accedí.
-Está bien.-…… pero un momento, está claro??
-De acuerdo está bien, vamos conozco una heladería fenomenal
Caminamos hacia la salida y sin más agarro mis bolsas donde llevaba mis compras y dijo.
-Déjame ayudarte. Siiiiiiii!!!
-Bueno gracias.
Este muchacho era algo interesante, pero todavía no entendía cuál era su insistencia conmigo, después de tantos desprecios propiciados por mi cualquier chico se hubiera dado por vencido pero él no….. Eso era muy extraño.
Llegamos a la heladería y en efecto era un lugar muy lindo. Nos sentamos y después de unos minutos el pidió dos helados uno de vainilla y otro de chocolate me dio el de vainilla y con cara incrédula mire el helado y él dijo.
-No te gusta la vainilla??
-Si.. es mi sabor favorito, gracias
-Me lo suponía
-Cada vez que comes un helado siempre es de vainilla
-Enserio?? Sabes esa información y así quieres que piense que no me sigues??
Creo que mi cara le daba risa, porque rio por más de 1 minuto sin parar y viéndome ya enojada… dijo
-Lo siento… es que de casualidad a veces por mi ventana veo que comes helado siempre de vainilla.
-Haaaaaa
Comencé a comer mi helado y sin darme cuenta manche mi mejilla con el mismo.
-Oye…. Espera te manchaste la mejilla.
Cogió una servilleta y con cuidado limpio mi mejilla, eso era lo más lindo que alguien había hecho y como una tonta, comencé a derretirme como el helado que tenía en la mano.
Pero regresando la cordura a mí y levantándome de golpe, dije.
-Tengo que irme a casa ya es tarde
El asintió y levándose dijo.
-Vamos
Caminamos juntos a casa y durante el trayecto no hablamos, yo solo me limitaba a mirarlo y cuando sentía que él iba a voltear rápidamente perdía mi mirada.
Llegando a la puerta de mi casa, me miro y dijo
-Ha sido un placer poder pasar contigo por lo menos 10 minutos.
palabras me hicieron sonreír y sin más añadí.
-Gracias a ti la pase muy bien
Esa noche como todas las noches subí al techo y comencé a cantar. Eso era muy relajante para mí. Cuando de pronto escuche.
-Oye puedes cantar tardes negras
Reí como una tonta y empecé a cantar.
De tardes negras, que no hay tiempo
Ni espacio y nadie nunca entenderá
Quedarte puedes, porque la vida
Duele, duele demasiado aquí sin ti
Aplausos se escucharon el otro techo, sabía que era el cuando de pronto no pude más y le pregunte.
-Cómo te llamas??
-Pensé que nunca me lo preguntarías
-Ajaja, vas a decirme cómo te llamas??
-Me llamo Emiliano
-Haaaa bonito nombre… musite
-Oye puedes salir un momento
-Claro
Baje del techo y corriendo baje las grandes escaleras, Salí y al verlo ha y mi corazón empezó a latir muy rápido y de pronto sin más me dijo.
-Esta hermosa a la luz de la luna.
Yo no sabía que responder, hasta que dije
-Heee, gracias pero a qué viene eso
-Eso viene a que siempre quise decírtelo, pero hasta ahora pude
-Okeii, no sé qué decir
-No digas nada, y solo mírame
Lo mira tal y como me lo pidió, sus ojos eran aún más bonitos con poca luz, tenía los nervios a flor de piel y de repente se acercó y nos fundimos en un beso que por momentos hacia que me olvidara de Fausto, pero volviendo a mi horrible realidad me aleje y dije.
-No vuelvas hacerlo
Con cara de dolor, coraje, y algo más que no note, me dijo.
-Te quiero y te he querido por más de 3 años, y no puedes ahora venir a decirme que no puedo besarte
En cierto modo tenía razón pero lo de fausto me dejo sin fuerzas y sin ganas de querer salir con nadie por miedo a salir lastimada
-Lo siento pero no quiero que me lastimen de nuevo
-Yo no voy a lastimarte, lo único que quiero es estar contigo y quererte hasta que ya no pueda más
-Lo siento pero no puedo
Y antes de que entrara a mi casa me agarro del brazo y dijo
-Insistiere hasta que me aceptes, aunque eso me lleve mucho tiempo