Río:
Llegamos a la habitación milagrosamente en silencio deteniéndonos para pegarnos contra la pared
—Esto no es lo que planeaba— susurro sobre sus labios
—Es perfecto para mi
Tiro de su camisa sobre su cabeza y la lanzo a algunas parte de nuestra habitación, ella hace lo mismo con mi pijama.
Mi boca va hasta su cuello poninedo a prueba su resistencia, recorro su piel en una danza de mordidas y caricias con mi lengua su reaccion es inmediata me toma por el cabello y empuja mi cabeza hacia ella
Ha pasado un tiempo desde la ultima vez que estuvimos en esta situación
Mis manos van directo a sus senos y los masajeo con delicadeza, quiero volverla loca y hacer que se desespere por mis caricias, quiero que sienta la necesidad de pedir que haga con ella lo que quiera
—Eres hermosa— digo sobre su piel— muy hermosa, mi amor... eres perfecta
Bajo hasta su seno izquierdo, dejando un pequeño beso a la altura del corazón, quiero que ella se sienta amada y olvide el dolor de hace unos minutos, quiero que se sienta querida con cada caricia y beso sobre su piel.
Me tomo mi tiempo lamiendo y mordiendo su pezon con la fuerza suficiente para hacerla temblar entre mis brazos.
—Rio— jadea un poco alto
—Baja la voz— la miro desde mi posición, con su cabeza hacia atrás ojos cerrados y su boca levemente abierta con su lengua asomándose tímidamente entre sus dientes
Se ve como la mismísima reencarnación de Afrodita
Tenerla de nuevo así de entregada me calienta a niveles alarmantes, ella siempre me ha gustado y todavía no me creo que ella es mi esposa
—Rio—, vuelve a jadear importandole poco mis peticiones
Me separo de ella y le doy un recorrido de pies a cabeza verla hace que involuntariamente junte mis piernas. aun llevamos parte de nuestra ropa.
Me alejo aún más dejándola en medio de nuestra habitación con cara de molestia
Camino hacia la cama dejando el resto de mi ropa en la alfombra, me siento en la orilla apoyando mis palmas en el colchón, estoy completamente desnuda frente a ella esperando que se acerque
Adelante cariño, soy completamente tuya
Agatha no pierde tiempo, se deshace de su ropa de trabajo y se acerca a mi, recorriendo mi cuerpo con hambre
—¿Ansiosa?— me burlo al verla temblar
Mis manos recorren su espalda presionando mis uñas sobre la piel expuesta, bajo hasta su trasero para apretarlo sin ninguna delicadeza
—¡Ah!
—Creo que si— vuelvo a apretarla esta vez atrayéndola hacia mi
—Cierra la boca— intenta simular molestia pero según mis ojos esta más cerca de correrse que de enfadarse.
—Mi amor, si la cierro— finjo un tono inocente tomando una de sus manos— No podría hacer esto
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Tears in heaven | Agathario
Fiksi PenggemarLa vida de la doctora Rio Vidal y su esposa Agatha Harkness da un giro al enterarse de una noticia que pondrá a prueba su amor.