Capitulo 8: Calma

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Agatha:

—Me tomaré el día libre— puedo escuchar el sonido de indignación por parte de Jen

—No puedes...

—Lo haré, nos vemos mañana Jen— finalizo la llamada

Esa era la ultima llamada que tenia que hacer antes de ir a la habitación de Nicky y despertarlo para darle la noticia. Esta mañana tuve el tiempo suficiente para  preparar un buen desayuno para él y para mi, gracias a que Rio me desperto muy temprano

"Agatha... voy muy tarde" salió corriendo de casa cuando terminamos nuestro baño

Hoy me siento especialmente feliz

Al llegar a la habitación de nuestro hijo toco la puerta para saber si está despierto

—Buen día, cariño— saludo al verlo ocultarse bajo las mantas— Me preguntaba si...— dejó las palabras en el aire para causarle curiosidad

Él se mueve con inquietud esperando que termine la frase

—Supongo que estás durmiendo— continuó mi monólogo— Una lastima... ese delicioso desayuno sera solo para mi— escuchó una exclamación de sorpresa pero sigue sin salir

Me levanto de la cama para esperarlo en la puerta

—Tenía tantas ganas de decirte que...— se mueve asomando un poco su cabeza— Mamá estará todo el día en casa y no tendrás ninguna clase hoy

Salgo de la habitación cuando veo las sábanas salir volando en dirección al suelo. Bajo corriendo las escaleras y espero que aparezca

—¡Mamá no se corre en las escaleras!— me regaña divertido verlo así de animado es todo un espectáculo. Cabello revuelto, la camisa de pijama está mal abotonada y puedo jurar que tiene un rastro de saliva en su mejilla

Definitivamente eso no lo saco de mi, es su otra madre quien duerme como piedra

—Buen día hijo— él baja despacio cada escalón— Que bueno que despiertas estaba por irme a trabajar

Él sonríe

—¡No es cierto!— estira sus manos para que lo cargue y lo hago con un poco de dificultad ya no tiene tres años— Te escuché decir que no hay trabajo y ¡no hay clases!

Nicky está muy feliz, mientras desayuno malos no para de moverse en su silla, hace preguntas y planes sobre lo que podemos hacer durante el día

—Cariño todo suena muy bien pero debemos tener la noche libre— le digo cuando propone acampar en el jardín— Mami nos invitó a cenar esta noche

—¡En serio!— grita alzando ambas manos— ¡Es genial!

—Lo es

Continúa comiendo aún más feliz que al inicio

—Ya se— dice de repente— Tienes que ponerte un bonito vestido

—¿Un vestido?

—Si, mami puede usar uno también y yo usaré un traje... seremos como un grupo de espías recorriendo la ciudad

Tears in heaven | AgatharioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora