Sakura Yamagawa, una joven cazadora con una respiración bastante confusa, que no había sido vista desde hace mil años aparece como la última portadora de tal conocimiento. Con su temprana edad y su talento podrá convertirse en una de las piezas esen...
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-¡Qué bien! ¿Es todos contra todos? -pregunto la rubia-
-Si, así que más te vale ir en serio -dijo Sanemi sonriendo-
-Juzgare que tan bien te entrenó Kyojuro -dijo Iguro-
-Bien, entonces usaré mis posturas más fuertes -dijo preparándose-
-Cuando quieran -dijo Muichiro ya preparado-
Sin ningún aviso los 4 pilares empezaron su pelea entre todos sin descanso, si uno se distraía recibía el ataque de los otros 3, por lo cual debían estar bastante alertas y ser rápidos
-Kyojuro te entrenó muy bien -dijo Iguro esquivando uno de los ataques de Sakura-
-No solo me entrenó Kyojuro, también me entrenó Sanemi -dijo sonriendo mientras esquivaba el ataque de Muichiro y atacaba otra vez a Iguro-
-¡Sigue con esa velocidad, Sakura! -dijo Sanemi sonriendo-
Los pilares siguieron entrenando de esa manera hasta que decidieron tomar un descanso después de horas en esa pelea sin fin
-Qué bien se siente entrenar así -dijo Sakura estirandose-
-Esto si es un entrenamiento -dijo Muichiro limpiando el sudor de su frente-
-Entrenar a esos estorbos solo nos quita tiempo -se quejó Iguro-
-Solo me interesa que llegue el burro ese para darle una paliza -dijo Sanemi refiriéndose a Tanjiro-
-Y sigues odiándolo -dijo con una sonrisa mientras abrazaba sus piernas- Últimamente no hay misiones, ¿no les parece raro? -pregunto-
-Cierto, es como si los demonios se estuvieran escondiendo -dijo Muichiro a la pregunta de Sakura-
-Qué cobardes -dijo Iguro-
-Tsk, me dan ganas de buscar esa fortaleza que encontramos y matarlos a todos -dijo Sanemi molesto-
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-¿Fortaleza? -preguntaron Muichiro y Sakura al tiempo-
-Si, en nuestra última misión vimos por unos minutos una especie de fortaleza llena de demonios -explico Iguro- Pero desapareció antes de que entraramos
-Qué raro, todos los demonios reunidos en un lugar -susurro Sakura pensando-
-Ahí es donde se debe esconder Muzan -dijo Muichiro-
-Es lo más probable, pero sin saber cómo entrar o llegar a ella, no podemos hacer nada -dijo Sanemi fastidiado-
-Solo nos queda esperar -dijo Sakura antes de soltar un suspiro- Ya me voy, debo hacer postres para el próximo grupo -dijo sonriendo mientras caminaba y los dejaba solos-
- -la ve irse-
-Qué pasa enano, ¿querías decirle como te sientes, pero no pudiste? -pregunto Iguro-
-No te presiones, hazlo cuando te sientas listo -dijo Sanemi parándose para irse-
-Lo sé, pero, quiero que ella sepa lo que siento -dijo cabizbajo mientras se levantaba y empezaba a caminar-
Después de aquella charla, el pilar de la niebla se fue del lugar y se dirigió a su finca. Los otros dos pilares habían hecho lo mismo y cada uno se había preparado para entrenar al próximo grupo de cazadores. Al día siguiente siguieron con los entrenamientos sin problema, solo que había un nuevo integrante y ese era Tanjiro Kamado.
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