21° • Acercamiento.

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¿Sabes qué es lo mejor de quedarse en un hotel?— Preguntó revisando los cajones que había en la mesita de noche que estaba junto a su cama.

¿Que puedes revisar todos los cajones como hiciste con mi escritorio y mi ropero?— Respondió al ver como terminaba de revisar los cajones que tenías junto a la cama en la que dormía y se acercaba a revisar los cajones junto a su cama.

Umm...no.— Abrió el segundo cajón de la mesita junto a la cama de Chan. —Lo mejor es que me puedo llevar los jaboncitos.— Tomó una pequeña botellita que había en el cajón.—¿Qué es esto? Mi cajón no lo tenía.— Se quejó mirando la etiqueta que estaba en japonés.

El líder se acercó para leer la etiqueta y lo miró con una sonrisa que expresaba un "¿Te digo o no?". —Es lubricante.— Respondió mirándolo atentamente para ver su reacción. Sus ojos se abrieron con sorpresa y desde sus orejas comenzó un fuerte sonrojo que se extendió por todo su rostro hasta las puntas de sus dedos; tiró aquella botellita nuevamente al cajón cerrandolo con fuerza.

Ya sabía yo.— Golpeó sus manos sacudiendolas un par de veces, aunque su expresión avergonzada cambió al oír la escandalosa risa de su pareja. —¿De qué te ríes? Callate.— Se acercó al mayor y con sus dos manos cubrió sus labios.

¿De verdad sabías?— Alejó las manos de sus labios para continuar con su risa.

Claro, aún así no hay preservativos. Que cosas tan incompletas dejan aquí, que mal servicio.— Alardeó cruzándose de brazos.

Mmm~.— Murmuró con una sonrisa levantándose de la cama y caminando hacia a su maleta que aún no había desempacado. —¿Estos te sirven?— Arrojó una cajita de preservativos a sus manos. —Por lo general esas cosas las piden en la recepción si uno no trae los propios.— Susurró sentándose a un lado del menor.

¿Trajiste preservativos?— Preguntó con su rostro rojo guardandolos junto al lubricante. —Espera- ¿Tú cómo sabes que esas cosas se piden en recepción?— Preguntó indignado.

Bueno, son cosas que uno ya las sabe sin necesidad de nada.— Soltó una risa nervioso. —¿No?

¿Ya fuiste a un hotel con alguien?— Alzó una ceja.

Tal vez, en el pasado.— Volvió a reír de manera nerviosa. —Ya sabes, soy un hombre...

Yo también soy un hombre.— Respondió refunfuñando. —¿Con cuántas personas te acostaste ya?— Dibujó una sonrisa divertida y curiosa en su rostro.

Con unas cuatro personas.— Respondió al ver que no estaba en peligro por el interrogatorio de su novio.

Así que ya vienes con experiencia.— Susurró divertido. —¿Eran hombres o mujeres?¿Ambos?¿O ningún género?

Eran todas mujeres.— Soltó una carcajada.

¿Eres hetero?— Preguntó poniendo una expresión de asco.

¿Tú no eras hetero?— Chan lo miró alzando una ceja.

Yo no era nada.— Comenzó a reír. —No me fuiste infiel, ¿verdad?— Detuvo repentinamente su risa.

¿Cómo podría serte infiel yo?— Se tiró sobre él rodeándolo con sus brazos. —Eres lo que más amo en el mundo, no me atrevería jamás a dejarte ir.— Comenzó a mover sus dedos sobre la cintura del menor para hacerle cosquillas.

° • ~

¿Ya volviste?— Alzó su vista que antes estaba posada sobre su laptop hacia su novio.

Ujum, traje dos pizzas, ¿está bien?— Apoyó las cajas en la cama junto a su líder. —¿Ya terminaste con eso?— Señaló la laptop en la que había estado trabajando toda la tarde.

Sí, igual el que más come eres tú.— Sonrió guardando la edición. —Solo me falta unos retoques y ya.— Cerró la notebook y besó la frente del menor. —¿Comemos?

Claro.— Abrió una caja y le ofreció a su pareja que agarrara primero. —Es increíble que en este lugar nadie te haya reconocido.— Señaló tomando una porción.

Bueno, solo llevamos un día aquí y solamente caminamos por la playa, es probable que el resto de la semana nos crucemos al menos con un fan.— Acarició su cabello.

Tienes razón, supongo.— Miró de reojo aquella cajonera que estaba junto a la cama, como ya lo había hecho repetidas veces anteriormente.

Estuviste mirando ese cajón toda la noche.— Susurró en la oreja de su pareja, que estaba distraído mirando disimuladamente en esa dirección.

¿Eh? No, yo no estuve mirando el cajón toda la noche.— Cubrió su oreja avergonzado tomando otra rebanada de pizza.

Sí lo hiciste, estuviste así toda la tarde desde que guardamos el lubricante y los preservativos allí.— Soltó una carcajada cruzando un brazo por sus hombros. —Si algo te da curiosidad puedes sacarlos y revisarlos, nadie te lo impide.— Volvió a susurrar en su oído.

Ya los vi hoy, enrealidad algo sí llamó mi atención.— Terminó de comer la rebanada que tenía en su mano y se cruzó de brazos.

Ah, ¿si?— Retiró su brazo mirándolo con curiosidad. —¿Qué es?

Uhm, bueno...— Rascó su cuello y sus orejas se tiñeron de un rojo intenso.

Sabes que puedes decirme cualquier cosa, sin vergüenza.— Sonrió besando su mejilla.

El tamaño que decía en la caja.— Carraspeo su garganta nervioso.

¿Qué tiene?¿Es que te los quieres probar?— Bromeó, aunque ya sabía a lo que se refería, era divertido jugar con él.

No, yo me refería a que...— Habló de manera nerviosa. —Bueno, ya sabes, yo entro en el promedio.— Terminó de hablar avergonzado escondiendo su rostro de la atenta mirada del mayor.

Ah, ¿si?— Apoyó su cabeza en el hombro del menor buscando su mirada. —Al parecer, yo no entro en el promedio.— Susurró cerca del cuello del menor, sintiendo como un escalofrío recorría la piel del menor.

Eso estaba intentando decir.— Susurró para unir sus labios, sorprendiendo al mayor por aquello, no esperaba que lo besara, más bien esperaba a que se pusiera más rojo de lo que ya estaba y evitara a toda costa su mirada.

Aún así, solamente sonrió para corresponder aquel beso. Pasó su mano por los cabellos del más bajo hasta llegar a su nuca en donde la detuvo para empujar de ella y pegar más sus labios, subiendo lentamente el ritmo para que no se le dificultara seguirlo.

Lewis seguía aquel beso lo mejor que podía, aunque la duda de estar haciéndolo mal estaba presente en su mente, sabía que Chan no lo iba a juzgar, pero no podía evitar ponerse a pensar en ese momento. Pasó sus manos sobre los hombros del mayor acariciando de manera suave y lenta su espalda.

Unas de las manos del mayor se posó sobre su cintura y comenzó a jugar con sus dedos sobre la tela que cubría su cuerpo recostandolo lentamente en la cama e inclinándose sobre él, usando su mano libre como apoyo para no dejar caer todo su peso sobre el menor.

Espera, espera.— Tomó de las mejillas al mayor alejando sus labios, se tomó unos segundos para recuperar el aliento. —Necesito ir al baño.— Esperó a que su pareja se hiciera a un lado para levantarse y caminar hasta el baño, encerrandose en el.

—¿Fui demasiado lejos?— Susurró el mayor para sí mismo mirando la puerta del baño y alentizando su propia respiración, que llevaba agitada hacia ya varios minutos.

♡.

S

uper cortito el capítulo, perdonen.

Gracias por seguir leyendo esto 😭💞

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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¿Nuevamente nueve? BangchanxMalereaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora