La noche cayó y Sonne estaba alistando las maletas para irse del Perú.
Su maleta principal contenía ropa, un poco de dinero y más ropa. Mientras alistaba su maleta se iba arrepintiendo pero de a pocos, gotas de arrepentimiento que invadían su corazón, pero no había vuelta atrás.
Advincula salió y como salió entró Zambrano, con un librito pequeño.
- Oe - Carlos se acerca a Sonne y lo abraza por detrás y por joder lo pulsea, eso hace que el gringo se ponga rojaso y dé un grito
- PU-PUTA DE LA GRAN HIJO - dice tartamudeando y empujandolo
Zambrano se ríe a carcajadas y lo abraza
- Ya, vine a darte esto.. - le da el librito Sonne sonríe y lo recibe, su sonrojo ya había bajado un poco
Al abrirlo se sorprende al ver su contenido, con una voz feliz
- Como sabias que me gustan los poemas de Mario Benedetti? - muy emocionado, casi nadie le daba importancia a esas cositas de él, le gustaba demasiado que sepan hasta los mínimos detalles
- Porque tú me dijiste una vez - se sonroja un poquito, la satisfacción de que al gringo le gustó lo que hizo lo puso muy contento
El gringo sonrie y mira el librito - Ay, ya no me quiero ir.. - con una carita de 🥺 vuelve a mirar al defensa
- No vayas, quédate, te voy a extrañar El ambiente se pone un poco tenso de un momento a otro, Sonne deja de sonreír.
- Tengo que ir, no tengo opción - el gringo cambia la cara y pone una más seria, sin mirar al defensa a los ojos
- Por qué? Si no pasa nada, no creo que tus viejos te obliguen, ya estás grande..
- No es eso.. Es que - tragó fuerte
No quería meterse en más problemas con Marcia, así que no dijo nada sobre la amenaza de la dama
Tenía miedo de que Zambrano vaya a enfrentarla y termine peor para los 2
- Es que mi madre está en el hospital y está mal, por eso.. - finge preocupación
- Oh, ya, entendí.. Está bien, entonces tienes que irte - se preocupa un poco por la mamá del otro, ya que sabe que es muy importante para Sonne
Y si le pasa algo puede afectarle un montón al colorado
Y odiaria verlo así
- Te amo - le da un abracito y estuvo así 🤏 de darle un beso pero el defensa volteó la cabeza palteado
Y desde ahí Sonne entendió que debía darle tiempo para ir avanzando, porque esto era algo nuevo para el otro y obviamente sería raro.
Hasta que se acostumbre o se sienta listo para comenzar
Pero ahora sabía que tenía que irse a las de YA porque si no...
- me vas a acompañar hasta el aeropuerto?
El káiser asiente y espera a que el gringo acabe de hacer sus maletas.
Mientras espera recibe un mensaje de su esposa
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