La pequeña dictadora

16- El soborno y el consejo

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Una visita ala linda doctora

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El frío entraba en la ventana dando señales del invierno entrante, dirigí mi vista ala niña a mi lado, dormida tan tranquila con el rostro angelical cual me había acutivado desde el primer día.
Baje la mirada para encontrar nuestro cuerpos desnudos, ambas estábamos llenas de marcas una clara señal  de nuestra divertida noche.

Me removí bajo las sábanas pegando su cuerpo al mío, la calidez era suficientemente agradable como para dormir unas horas más.

-¡¡¡NO SABES LO QUE ENGF!!!- la puerta se abrió estruendosamente, mira aterrada por el momento creía estar en su casa, pero no.
Olvidaba que tenía roomie. Una muy molestosa he inoportuna amiga Roomie.

Giré rápidamente para hacerle una seña con la mano para que se callara, ella hacía estática parada frente a nosotras.

-P'Faye- susurro, apunté hacia la puerta para que se saliera Y pudiera cambiarme.

Creo que por primera vez en toda su vida me obedeció ya que salió sin decir nada más. Apresure a salir de la cama y cambiarme sin hacer ruido, sabía que la niña debía dormir y descansar más que mi propio cuerpo, me puse lo primero que encontré y salí cepillando me el cabello.

-¿Me explicarás que paso?- escuché su voz apenas unos pasos atrás de la puerta -Dijiste que solo era una cena para pedirle noviazgo

-Lo fue- abotone mi camisa caminando hacia la sala sin prestarle mucha atención- ¿No habías dicho que regresarias en la tarde?

-Hola Sherlock son las 3 de la tarde- Escupí el café frío que seguramente era de hace 2 días.

Me quedé estática mirando sus ojos, ella cruzó los brazos y camino a la mesa encontrando la mayoría de sus postres intactos en la mesa.

-Ammm- Murmuré pasando mi mano por la mesa llena de sus platillos que bien la obligue a preparar- puedes pensar lo que quieras

Ella tomo un pastelillos mordido y lo dejo en la basura frotando sus manos, pasó lentamente alrededor de mí como si fuese una Santa. De la nada se arrodilló y su mirada se volvió a clavar sobre mí muy cruelmente.

-Creeme que esto te asustara más a ti que a mi, dime peraya- en sus manos sostenían un envase que juraba haberlo visto la noche pasada, un recuerdo vino a mí Y entonces fue todo pasó tan rápido.

-Mierda- tomé el envase y efectivamente adentro poseía todo el paquete que ella me había dejado como precaución.

-¿Qué tipo de método anticonceptivo usaron?- una débil sonrisa salió de mí no podía creer que ni una vez había usado protección.

De hecho desde que la conocí y tuvimos intimidad, no habíamos usado métodos con excepción de aquella pastilla.

En el gimnasio, y las múltiples veces de ayer ahora cargaban en mi conciencia. No estaba preparada para subir un cargo tan grande como lo era un bebé además que ni siquiera teníamos un negocio estable o bueno es en mi caso.

-Amor - La dulce voz de la niña resonó en la casa ella venía simplemente con una camisa, mi camisa de la noche anterior.

-Buenos días, casi tardes jefecita- Dijo lux tomando un pastelito de la mesa dejándole una mordida.