La búsqueda de Eris

Capítulo 5: 136199 para rescates.

Levi recibió la llamada tan solo llegó a su oficina, al ver el número simplemente sonrió y atendió con fingido desinterés, indicando que estaba trabajando.

—La boda va a adelantarse.

— ¿Mmm? ¿Por qué? ¿No sería hasta después de que Mika se graduará? ¿Por qué adelantarlo?

Su tío del otro lado no sabía si reír o molestarse, por lo que solo bufo.

—No entiendo a la juventud, pero ¿Qué más da? Parecía que los chicos no estaban interesados uno en el otro y mira esto. La madre de Erwin los encontró durmiendo juntos ¿Sabes a lo que me refiero?

Levi asintió para sí mismo.

Sopesando la información recién recibida, luego alzo la vista hacia el reloj que adornaba la pared de su oficina, su respiración se alineó con el tik tak de las manecillas.

—Si Mikasa resulta embarazada, todo tendrá que adelantarse, nadie puede saber que estuvieron juntos antes de contraer matrimonio.

—Pero lo sabrán ¿Por qué otra cosa adelantarían el evento muchísimos años antes? Además, ella...

— ¿Y? ¿Qué se supone que hagamos? No podemos tener un heredero antes del matrimonio ¿Sabes cómo afectaría la imagen de la familia?

Para lo mucho que le importaba realmente. Por él, su familia bien podría irse al carajo y que destruyera lo que fuera necesario. Aún con eso, no dijo nada.

—De todos modos, ¿Qué pasa contigo? Historia ha dicho que no sabía que habías vuelto. Tu hermana va a casarse ¿Y tú?

—Ya, no tengo ganas de discutir tan temprano, tengo trabajo. Además, si tu memoria senil te traiciona, dije que no iba a casarme. Ahórrate los comentarios al respecto. —miro un par de papeles y el calendario en la computadora.

— ¿Cómo se supone que vamos a dejarte a cargo de la familia si no te casas?

Casi sin evitarlo, Levi lanzo una risa burlona.

— ¿A mí? Mucha suerte con ello. ¿No fueron ustedes quienes me mandaron a otro país? Es muy gracioso que piensen en mí como heredero, creí que era la manzana podrida.

—Sigues siendo un crío. ¿Acaso sigues resentido por lo que paso hace casi una década? Por Dios, madura niño. Olvidamos tu desviación con ese crío y el hecho de que estés trabajando en ese negocio raro tuyo. Pero recuerda que tienes una obligación con nosotros.

Por un instante, Levi estuvo a punto de insultarlo y terminar la llamada de manera agresiva, por alguna razón, siempre lograban ponerlo de los nervios y de un mal humor. Pero recordó que solo por unos meses, tendría que ser complaciente con ellos.

—Intenta no morir de un coraje, Kenny. —termino por soltar y colgó.

Mantener la llamada solo empeoraría su estado de ánimo, ya le era difícil tener un día tranquilo, hacerse cargo de sus problemas familiares era todo un lío, un dolor insoportable de cabeza.

Una nueva llamada entro a su teléfono.

—Hice mi parte. Más te vale hacer la tuya.

—No te preocupes, para eso fueron los análisis ¿Lo olvidas? —contesto tomando asiento por fin.

—Estaba tan nerviosa, es decir, ¿Él realmente va a creerlo? ¿Qué va a pasar si se le ocurre hacer un movimiento?

—Ya, solo has lo que digan los adultos. Él no hará averiguaciones ni nada, al contrario, es uno de los más interesados en casarse, créeme. Con eso, tendrá acceso a tu herencia.