Capítulo 6: Más grande que Plutón y otros no planetas.

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¿Recuperar? ¿Exactamente que estaría buscando recuperar? ¿Por qué intentaría recuperar a una persona? Una vez que las palabras salieron de su boca, rápidamente nuevas preguntas sustituyeron a otras antiguas.

La aparición de Eren a su vida había despertado sentimientos y emociones que habían permanecido dormidos desde hace varios años, admitir que aun sentía algo por él quizás era apresurado, pero no podía simplemente ignorar que en realidad no estaba muerto por dentro, aun cuando tuviera toda esa negatividad y odio en su interior, recordar y tener a esa persona a su lado había despertado a su antiguo y verdadero yo. Le gustaba esa sensación y no quería perderlo de nuevo por tonterías del pasado. Si solo pudiera ser capaz de tomar una sola oportunidad.

—En serio ¿Qué es lo que buscas? —Eren lucia algo cansado. —¿Quieres acostarte conmigo porque en el pasado no se dio esa oportunidad? Adelante, hagámoslo y terminemos con esto.

—¡Eren!

—No digas mi nombre. Te prohíbo que vuelvas a decir mi nombre. —los cubiertos se golpearon sobre la porcelana de los platos.

—¿Qué es lo que pasa contigo? ¿Tanto me odias?

—No tienes ni idea. —sus ojos no mentían, con esa película de frialdad que parecía querer acabar con todo a su alrededor.

—¿Qué fue lo que te hice? Sé que nuestra ultima llamada no fue del todo adecuada, pero intenté llamarte de vuelta varias veces una vez que estuve fuera del país.

—Después de esos mensajes jamás volví a saber de ti, no digas que intentaste comunicarte conmigo. —sus manos estaban temblando ligeramente.

Levi era consciente de que, de seguir de ese modo, solo provocaría que Eren perdiera el poco autocontrol que estaba sacando de algún lado de su cuerpo, aun así, quería sostener esa soga de la verdad por un momento más.

—Jamás te envié ningún mensaje después de esa llamada que hiciste. No fui yo.

Casi de manera automática e ignorando cualquier hilo de verdad, Eren puso los ojos en blanco, sin creerle en lo absoluto.

—Esta bien, si eso te hace sentir mejor, finjamos que nunca paso eso. —luego, suspirando, Eren pico la carne de su platillo y mastico con molestia.

—No, dime. Hablo en serio cuando digo que después de esa llamada no hice nada para contactarte hasta que estuve fuera del país. No podía correr el riesgo de que Erwin estuviera pinchando mis contactos.

—¿Erwin sigue siendo tu archienemigo? Por Dios, ambos son adultos, deberías de dejar de jugar como si aun fueran estudiantes. —ahora usaba un tono sarcástico para hablar.

—¿Qué fue lo que se supone que te pedí que hicieras? —alzando un poco el tono de voz, Levi le obligo a mirarlo de frente.

—Eres increíble. —nuevamente, Eren descanso los cubiertos sobre la mesa. —No quiero hablar de esto.

Limpiándose la comisura de los labios con una servilleta, salió de la mesa, caminado hasta la salida. Igual que las veces anteriores, Levi lo atrapo a mitad del camino, sus reflejos actuaron de manera sorprendente mientras tomaba su muñeca y desviaba el puñetazo que definitivamente iba para su rostro.

—Suéltame.

—No. ¿Crees que disfruto de esto? —tomando sus muñecas detrás de su espalda, lo empujo hasta la salida.

Una de las meseras se apresuro a llegar a su lado y averiguar porque de repente había tanto desastre, Levi le dijo rápidamente que no sucedía nada, pidiéndole que la cuenta se le enviara a su secretaria, los empleados se arremolinaron intentando averiguar como reaccionar a una evidente pelea de pareja a primeras horas de la mañana.

La búsqueda de ErisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora